* Rindieron homenaje a Neruda en la Feria Internacional del Libro
En poesía no hay originalidad, sino concierto: Rojas
César Güemes, enviado, Guadalajara, Jal., 1o. de diciembre * No todo en la FIL es Chile, pero Chile es Neruda. A su figura se rindió un homenaje la noche del martes, que estuvo salpicado de poesía, memoria y no exento de sentido del humor.
José Emilio Pacheco, por ejemplo, recordó: ''Cuando era estudiante publiqué unos versos infernales en un periodiquito de la preparatoria y un compañero me dijo: 'no sabía que escribieras'. Me pidió el favor de que le compusiera unos versos para su novia. Le respondí: 'yo lo haría con mucho gusto, pero no es algo voluntario, no se puede escribir sobre pedido'. Le recomendé que fuera a comprar 20 poemas de amor y una canción desesperada y le copiara algunos textos de ahí. Lo hizo. Y ahora pienso que sólo me hubiera gustado conocer a Neruda para contarle esta historia y sobre todo la respuesta que dio la muchacha a su novio, mi compañero de escuela. El apunte de la joven es maravilloso, merece figurar en las antologías de crítica sobre Neruda. Ella leyó los poemas un viernes y al lunes siguiente mi compañero le preguntó qué le habían parecido. Ella respondió: muy sencillitos pero muy bonitos".
Genio horizontal y vertical
Juan Gelman decidió participar en el homenaje a partir de textos propios que, como él dice, ''ha cometido". Por ejemplo Lluvia, del que tomamos un fragmento: "Llueve mucho, mucho/ y pareciera que están lavando al mundo./ Mi vecino de al lado mira la lluvia y piensa escribir una carta de amor./ Una carta a la mujer que vive con él/ y le cocina/ y le lava la ropa/ y hace el amor con él/ y se parece a su sombra..."
Gonzalo Rojas, cuyo recital se espera como uno de los platos fuertes de la segunda mitad de este encuentro literario, dijo: ''En la poesía casi todo es cosa de contaminación, y no hay originalidad, sino concierto. Mi contagio nerudiano empezó temprano, como el de tantos: en 1933, Dios mío, cuando leí el primer volumen de Residencia en la tierra. En pie lo leí en una vieja librería de Concepción de Chile, porque no tenía plata para comprarlo. Era un libro muy hermoso, con letras altas. Recuerdo que me fascinó. Claro, ya había leído algunos textos suyos del plazo inicial, porque Neruda fue un poeta precoz como ninguno (...) Y quiero leerles este poema que se relaciona con él y que escribí hace muchos años, se llama Réquiem de la mariposa: Sucio fue el día de la mariposa muerta,/ acerquémonos a besar la hermosura reventada y sagrada de sus pétalos/ que iban volando libres./ Esto es decirlo todo cuando sopló la arruga/ y nada sino ese precipicio que de golpe y únicamente nada..."
El escritor Volodia Tetelboim definió al poeta a partir de un cuadrante geométrico: ''Neruda pasó de hombre común y silvestre, de rostro ordinario, él mismo se describía así, a ser un mito, y los hombres míticos son difíciles de abordar. No hay que creer en divinidades humanas porque éstas no existen, el hombre es falible y él continúa siendo común de rostro, pero es un genio en su poesía. Un genio horizontal y vertical. Horizontal porque no hay poeta contemporáneo que haya espigado en tantos campos y también vertical porque miró hacia dentro. Contra lo que muchos sostienen, es un poeta de las interioridades del hombre, del drama humano". Neruda, como Allende, circula hoy por Guadalajara".