Ť Son productivas, aduce funcionaria del ISSSTE
Recomiendan abrir el mercado laboral a personas ancianas
Ť La mayoría de quienes trabajan percibe menos de un minisalario
En México, 28.6 por ciento de los ancianos ųpersonas de 65 años o másų están incorporados a alguna actividad productiva, pero la mayoría trabaja por su cuenta y percibe menos de un salario mínimo, establece Rocío Huerta Cuervo, secretaria técnica de la Dirección General del ISSSTE en Políticas de Genero y Equidad.
En total, el numero de personas económicamente activas de este grupo poblacional asciende a millón y medio, de las cuales sólo 200 mil son mujeres.
Huerta asegura en un estudio sobre el tema ųcontenido en las memorias de la reunión internacional Mujer de Tercera Edad y Seguridad Social, organizada este año por la Conferencia Interamericana de Seguridad Socialų que "del total de hogares que existen en nuestro país casi 2 millones están dirigidos por personas de la tercera edad", y que en la cuarta parte de estos casos son mujeres las jefas de familia.
Sobre las actividades desempeñadas por los ancianos, en el estudio La situación de las personas de la tercera edad en México. Tendencia y políticas de Estado se asegura que 48.3 por ciento de quienes trabajan lo hace por su cuenta, 27.7 por ciento de ellos son empleados y obreros, mientras que 13.2 por ciento laboran como jornaleros y peones. En cuanto a sus ingresos, sólo 6 por ciento percibe más de cinco salarios mínimos, mientras 29 por ciento gana menos de un minisalario y un porcentaje similar recibe entre uno y dos.
Huerta enfatiza: "Tal vez el principal reto de las políticas públicas hacia la tercera edad sea romper con el estereotipo que ubica a estas personas como agentes improductivos o inactivos y, con ello, abrirles espacios dentro del mercado laboral".
Y es que, argumenta, las personas empleadas presentan menos consultas al médico, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En tal sentido, abunda, 71 por ciento de los también llamados adultos mayores mexicanos padecen algún tipo de deterioro funcional, lo que se traduce en "una alta demanda de servicios médicos" por parte de esta población.
"La mujer se enferma más, ocasiona más consultas y presenta más incapacidades" que el hombre, dice Huerta. Como ejemplo, menciona que de 30 mil servicios médicos que el ISSSTE brindó en 1998, casi dos terceras partes fueron para derechohabientes del género femenino.
Así, enfermedades como la artritis reumatoide afecta hasta a tres mujeres por cada hombre, y la incontinencia urinaria se registra incluso dos veces más en la población femenina que en la masculina, asevera Huerta. (Susana González.)