* La coalición izquierdista del Frente Amplio, primera fuerza parlamentaria


Jorge Batlle, presidente electo de Uruguay; gana en segunda vuelta

* Obtiene 51.6 por ciento de votos contra 44 por ciento de su contendiente Tabaré Vázquez

Stella Calloni, enviada, Montevideo, 28 de noviembre * El centroderechista Jorge Batlle, candidato del oficialista Partido Colorado, se convirtió este domingo en el presidente electo de Uruguay al imponerse en segunda vuelta, con la ayuda de su rival histórico el Partido Nacional, a Tabaré Vázquez, aspirante de Encuentro Nacional-Frente Amplio (EN-FA), pero esa coalición de izquierda y centroizquierda logró romper la hegemonía de siglo y medio de los dos partidos tradicionales para convertirse en la primera fuerza política del país sudamericano.

Escrutados 98 por ciento de los votos, de acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, el senador Batlle, de 73 años, obtenía 51.6 por ciento de los votos contra 44 por ciento de Vázquez, aunque este último mantuvo el primer lugar en Montevideo, tradicional baluarte de la izquierda uruguaya y ciudad de la que fue intendente, con 54 por ciento de los votos contra 42 para el candidato colorado.

El apoyo al Partido Colorado de su rival Partido Nacional o Blanco, fue decisivo para neutralizar la ventaja del candidato izquierdista, quien había ganado en la primera vuelta del 31 de octubre con 37 por ciento de los votos sobre 31 por ciento de Batlle, pero sin alcanzar la mitad más uno exigida por el nuevo sistema electoral. El propio Luis Alberto Lacalle, candidato blanco derrotado en esa primera vuelta, reivindicó esta noche el "papel determinante" de su partido en el resultado de hoy.

En su primer mensaje al país, Batlle prometió un "gobierno de unidad nacional y concordia", así como "mantener, consolidar y profundizar todos esos dones que han hecho de este país una gran nación". El mandatario electo, quien pertenece a una dinastía política ųsu tío abuelo y su padre fueron presidentesų en esta ocasión utilizó un tono más conciliador y no sólo agradeció el apoyo del Partido Blanco, sino también a Vázquez, por haberlo llamado telefónicamente para felicitarlo.

Poco antes, el candidato del EP-FA había reconocido su derrota y ofrecido a Batlle su apoyo y el de su fuerza política, al hablar desde un hotel céntrico a miles de sus partidarios, la mayoría jóvenes, que lo vitoreaban pese al resultado y que sólo silbaron cuando se mencionó el nombre del candidato colorado.

"El éxito del doctor Batlle desde el gobierno nacional será de beneficio para todo el pueblo uruguayo y le hemos dicho que nos encontrará personalmente y como fuerza política dispuestos a dialogar... para mejorar la calidad de vida de todos los uruguayos", añadió el carismático candidato de la izquierda, quien destacó que la coalición EP-FA, que reúne desde democristianos a ex guerrilleros, es ahora la primera fuerza política del país.

Vázquez, sin perder la sonrisa, agradeció además al pueblo uruguayo por su ejemplo democrático, y a la militancia de la coalición por haber luchado casi sin medios en un clima de una fuerte guerra de propaganda por parte del oficialismo, mientras llamó a luchar ahora en vista a los comicios comunales de mayo próximo. Y concluyó su mensaje con un "šHasta la victoria siempre!".

Al conocerse los primeros resultados que daban como ganador a Batlle, un abogado y periodista que triunfó hoy en su quinta tentativa por la presidencia, estallaron los festejos en el residencial barrio de Pocitos al grito de "llora, llora Vázquez llora", y de "se siente, se siente, el Partido Nacional está presente", en alusión al apoyo brindado por ese partido al candidato oficialista.

Pese a los resultados, muchos simpatizantes de EP-FA no abandonaron las calles que habían invadido desde las mañanas, y así comenzaron a cruzarse con colorados que salían a festejar. De todos modos, la mayoría no podía ocultar su decepción y tristeza ante los resultados, que atribuían tanto a errores de su estrategia como a la "campaña de terror" de la derecha, que advertía sobre los presuntos peligros para la estabilidad de un gobierno de izquierda.

Pero si bien el porcentaje de EP-FA no alcanzó para alcanzar la presidencia, ahora es la primera fuerza parlamentaria con 40 por ciento de los 130 escaños, además de haber conquistado feudos tradicionales de los blancos. Por ello, los dos partidos tradicionales deberán cuidar ahora muy bien su relación, y asistir a todas las sesiones parlamentarias cuando se discuta una ley.

La contienda se presentaba ajustada entre Batlle y Vázquez, luego que el Colorado comenzó a acortar ventajas con el hasta hace poco favorito para la segunda vuelta, en la que 90 por ciento de los electores acudieron a votar. Entre ellos estaban miles de uruguayos llegados desde Argentina y Brasil para definir el gobierno que iniciará el siglo XXI. El elegido fue el Partido Colorado, que continuará en el poder pero ahora con la necesidad de aglutinarse en una coalición para gobernar.

 

Polémica

 

El balotaje, instaurado en la reforma constitucional aprobada en 1996, provocó fuertes discusiones en el Frente Amplio, ya que muchos estiman que fue la "trampa" de las antiguas derechas que se suceden en el poder, ante el avance indetenible de esta fuerza de izquierda moderada que propone "un cambio a la uruguaya" y una política gradualista, con estabilidad en los grandes lineamientos económicos, lo que la convierte en una de las experiencias más importantes de América Latina al terminar el siglo.

Tabaré Vázquez, que estudió la carrera de medicina al tiempo que trabajaba como repartidor en un camión, ostenta el privilegio de ser el presidente más votado del país, en octubre de este año y en 1994.

En aquel año fue bajo el sistema de la también polémica Ley de Lemas, un complicado sistema con varios candidatos por partido. Ahora fue la segunda vuelta, que demandaba 50 por ciento más uno de los votos, algo casi imposible de conseguir, lo que le impidió llegar al gobierno. Sin embargo, esta reforma también afectó a los dos partidos de la vieja derecha al punto de ponerlos en una situación crítica nunca vista, especialmente a los blancos.

La República, el único periódico con posiciones más cercanas al EP-FA, había lanzado este domingo una portada muy especial en la que sostiene que "La historia no se apresura pero tampoco se espera" y, en grandes letras, el titular de "Nada es más fuerte que una idea a la que ha llegado su tiempo".

En esta jornada, todos los dirigentes políticos que llegaron a votar dejaron atrás el lenguaje agresivo de días anteriores. El presidente Julio María Sanguinetti, quien encabeza una facción colorada opuesta a la de Batlle, llamó a mantener la calma y a festejar por el acto comicial en sí, "celebrando todos el ejercicio cívico". El ex presidente Lacalle habló de esta nueva circunstancia que vive el país, "de unidad y también diversidad", mientras el dirigente histórico del Frente Amplio, el general retirado Líber Seregni, sostuvo que el gran cambio ya se había producido el 31 de octubre pasado, y "mañana ya habrá pasado el tiempo de la confrontación y necesitamos unidad y medidas conjuntas".