* Los delegados a la reunión de la OMC enfrentan crecientes críticas
El comercio mundial intensificó la desigualdad y la pobreza
* La apertura no ha cumplido con su promesa de mejorar el nivel de vida de las mayorías
Jim Cason y David Brooks, enviados, Seattle, 28 de noviembre * Los ministros y delegados de 129 países que están llegando aquí para la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) enfrentan un problema fundamental: la liberalización comercial ha sido un éxito sólo para una reducida minoría de países y sectores, y para la gran mayoría de los países y pueblos sólo ha intensificado la desigualdad económica y la pobreza.
Como resultado, los que se han beneficiado del sistema comercial mundial tienen un desafío ante un creciente coro de críticos: convencer a los demás que este camino es el correcto. ''La principal amenaza al sistema de comercio multilateral es la ausencia de apoyo del público'', declaró la semana pasada la representante de Comercio de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, en comentarios sobre los preparativos para esta reunión mundial.
Los campeones del sistema argumentan que este el mejor camino hacia el progreso mundial. El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Alan Larson, afirmó que ''el comercio mundial ha sido el motor real del crecimiento y la prosperidad desde la Segunda Guerra Mundial''. Hablando con periodistas hace unos días, señaló que ''en Estados Unidos entendemos que nos hemos beneficiado mucho por este ejercicio de apertura de mercados, pero también sabemos que cientos de millones de personas han salido de la pobreza y han entrado en la clase media en parte por el éxito de la apertura del comercio internacional''.
Pero esta declaración no es confirmada por los hechos. La falta de consenso entre los delegados que participan en la OMC resulta, entre otras cosas, del desacuerdo ya histórico entre ''norte y sur''. El comercio mundial, tal como está actualmente organizado, no ha cumplido con sus promesas de mejorar el nivel de vida de las mayorías en el mundo en desarrollo.
Se duplica el intercambio
y aumentan los pobres
El Banco Mundial informa que entre 1987 y 1997 el volumen del comercio mundial casi se duplicó, y en ese mismo periodo el número absoluto de personas que viven con menos de un dólar al día en el mundo se ha incrementado (así como también fue el caso del número absoluto de gente que vive con menos de 2 dólares al día).
''En casi todos los países en vías de desarrollo que han llevado a cabo una liberalización comercial rápida, la desigualdad de salarios se ha incrementado, frecuentemente en el contexto de un empleo industrial menor de trabajadores poco capacitados y grandes desplomes absolutos en sus salarios reales del orden de 20 a 30 por ciento en los países de América Latina'', advirtió la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, en su reporte de 1997.
Economistas y promotores del modelo de libre comercio, como Jeffrey Schott, del Instituto para Economía Internacional, argumentan que la ampliación del comercio es la única ruta estable para el crecimiento económico, clave para el desarrollo y la reducción de la pobreza. Pero hay un creciente sector de disidentes dentro de Estados Unidos y el resto del mundo que están señalando aquí que los hechos no sostienen este argumento.
Movilización de capitales
sin responsabilidad social
''Para un número creciente de los ciudadanos del mundo, en particular para los que están en los países en desarrollo, la globalización se está haciendo sinónimo de asuntos en gran medida negativos más que positivos'', señaló Zwelinzima Vavi, secretario general de la confederación sindical de Sudáfrica (Cosatu), en un discurso reciente. Indicó que el papel de los gobiernos en determinar las políticas económicas y sociales que llevan hacia el desarrollo ha sido desplazado por las empresas multinacionales que sólo buscan garantizar la movilización de sus capitales sin responsabilidad social.
Para el Tercer Mundo, los resultados de este modelo en beneficio del primer mundo se manifiestan con datos de consumo. Durante los últimos dos años, el consumo privado en Estados Unidos se ha incrementado en más de 400 mil millones de dólares, más del doble del ingreso anual de todos los países del Africa al sur del Sahara. Vavi comentó que los estadunidenses gastan 8 mil millones de dólares al año en productos cosméticos, en Europa más de 11 mil millones de dólares se dedicaron sólo al consumo de helado.
De los 129 países miembros de la OMC que participarán en las reuniones que se iniciarán aquí este lunes, 97 están en vías de desarrollo, y 29 de ellos son clasificados como los menos desarrollados. Estados Unidos y el mundo en desarrollo discuten sobre si los ministros de Comercio deberían llegar aquí a un acuerdo para lanzar una nueva ronda de tres años de negociaciones para ampliar el libre comercio.
Pero los países del sur (el Grupo de los 77) han expresado una renuencia a iniciar una nueva ronda hasta que las desventajas de la previa sean superadas. Argumentan que aunque las barreras comerciales en sus países han sido reducidas dramáticamente, el ''norte'' no ha hecho lo mismo, y como resultado se han intensificado las desigualdades del sistema económico mundial.
Pero el problema con el comercio mundial no reside sólo en las barreras comerciales, sino en que el modelo actual de ampliación del libre comercio ha incrementado la desigualdad dentro y entre los países y, durante los últimos 15 años, no ha reducido la pobreza (en muchos casos, ha hecho exactamente lo opuesto).
Aquí en Seattle, algunos críticos dicen que por estas razones se necesita un cambio de estrategia económica. ''Muchas ONG están llamando por una estrategia global financiera que alienta el crecimiento económico y el desarrollo nacional, y no la austeridad doméstica en el interés de un crecimiento generado por la exportación'', escribe Brecher y Smith.
Estas organizaciones proponen impuestos y otras formas de control sobre los flujos de capital de corto plazo, la cancelación de la deuda del Tercer Mundo y una reorientación de los propósitos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Señalan que la OMC demanda la protección de los derechos de propiedad como parte de sus normas de comercio y argumentan que estas protecciones otorgadas al sector privado deberían también ser aplicadas a los ámbitos laborales, ambientales y otros sectores sociales.
''La globalización es una realidad objetiva que enfrentamos y está aquí para quedarse'', sostuvo Vavi, el secretario general de Cosatu. ''El desafío no es esconder nuestras cabezas en la arena como un avestruz o desear que se fuera. El desafío más grande de la humanidad al aproximarnos al siglo XXI es hacer que la globalización sea relevante para la gente ordinaria del mundo''.