* Necesario, superar deficiencias en la procuración de justicia, asevera
Hay serios problemas que obligan a
cambiar leyes en México: Robinson
* La comisionada rehúsa calificar al país y recomienda reducir la presencia militar en Chiapas
* Anuncia que hablará con el gobierno de EU sobre los abusos de autoridades contra migrantes
Georgina Saldierna * En México existe un serio problema de violación a los derechos humanos, manifestó anoche Mary Robinson, titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al concluir su visita oficial de cinco días a esta nación.
"No quisiera calificar al país, imponiéndole un número del uno al diez, porque no estoy en capacidad de hacerlo"; sin embargo, hay serios problemas que obligan a modificar la legislación y superar las deficiencias que existen en la procuración de la justicia, subrayó.
Durante una conferencia de prensa, se comprometió a hacer una valoración constructiva, objetiva y abierta sobre los problemas de derechos humanos que observó aquí, luego de recomendar que se reduzca la presencia militar en Chiapas y anunciar que hablará con el gobierno de Estados Unidos sobre los abusos que cometen autoridades de ese país en contra de migrantes mexicanos indocumentados.
En su último día de trabajo en México, Robinson se reunió con representantes del Congreso de Chiapas y con el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos; se entrevistó además con los cuatro obispos de la región y tuvo un encuentro adicional con el obispo Samuel Ruiz. Más tarde, viajó al Distrito Federal, en donde hablo con grupos indígenas y representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG).
Por la noche, dio una rueda de prensa, en la cual recordó cuáles fueron las principales denuncias que recibió durante su recorrido. Así, destacó que en su viaje por Tijuana pudo observar las cruces colocadas al lado de la línea fronteriza y que atestiguan el número de migrantes muertos al tratar de entrar a Estados Unidos.
Manifestó que también pudo ver las grandes bardas y percatarse de los riesgos que corren mexicanos y centroamericanos en su intento por llegar al vecino país. Agregó que en Chiapas escuchó testimonios de primera mano acerca del impacto que la militarización ha tenido sobre la población indígena de la entidad, de los grupos armados y de la impunidad que existe.
Convoca a gobierno y sociedad civil
a dialogar en torno a los problemas
Teniendo como base las denuncias presentadas y lo observado, se confirma que en México se transgreden los derechos humanos en los niveles más básicos, esto es, que existe un serio problema de violación a las garantías individuales, destacó, y expresó su preocupación por el hecho, por lo cual convocó a establecer un diálogo genuino entre el gobierno y la sociedad civil, a fin de resolver esta problemática.
A unas horas de dejar el territorio nacional, reconoció los esfuerzos realizados por el gobierno para crear una cultura de defensa de los derechos humanos.
Se han firmado convenios internacionales y se han modificado las leyes a nivel interno, explicó, y refirió que las autoridades han mostrado una intención de buena fe. Prueba de ello, dijo, son las declaraciones que hizo el presidente Ernesto Zedillo sobre las reformas que se impulsan en materia de impartición de justicia.
Sostuvo además que la administración federal ha respondido muy bien las críticas que se le han hecho y entiende que "mi agenda no es política, sino exclusivamente de derechos humanos".
Pese a lo anterior, aseveró: "Todavía queda camino que recorrer, para que la impunidad, los problemas de impartición de justicia, la exclusión de los grupos indígenas, la actividad de grupos paramilitares y los ataques contra los derechos humanos queden atrás".
Añadió que recibió mucha información sobre las injusticias que se cometen en el país. "Me llevo una cantidad avasalladora de documentos, de tal manera que voy a necesitar no una sino dos maletas más para poder transportarlos y luego examinarlos", sostuvo.
Externó luego su esperanza por que la identificación de los problemas permita su solución, aunque reconoció que hay una brecha profunda entre la manera como perciben la situación las autoridades y la forma en que lo hacen otros sectores no gubernamentales. Un enorme avance podría ser el acercamiento entre las dos percepciones, subrayó.
Expresó su deseo de continuar sus conversaciones con las autoridades mexicanas para encontrar la manera de que su oficina colabore en el combate a la violación de los derechos humanos, mediante acciones enmarcadas en un programa de cooperación técnica.
El primer paso para este programa se dio el miércoles pasado, con la firma de la carta de intención, explicó, y dio a conocer que a lo largo de su visita dialogó con la canciller Rosario Green y el secretario de Gobernación sobre los detalles de una posible cooperación. Pero de su probable establecimiento, "sólo lo sabré una vez que tengamos una consulta con varias comunidades, especialmente la CNDH y las comisiones estatales", expuso.
Presencia militar que oprime
Por otra parte, Robinson manifestó su preocupación por la fuerte presencia militar en Chiapas, misma que, según reportes recibidos, ha exacerbado la tensión y creado un clima en el que las violaciones a los derechos humanos pueden ocurrir de manera impune.
En ese contexto, insistió en que la presencia castrense es opresiva y demasiado pesada. "Me parece que es importante que el gobierno considere cómo puede reducirla", aunque ello "sólo está en sus manos, porque concierne a la soberanía de un país", señaló.
Aseguró haber escuchado los argumentos de las autoridades para mantener al Ejército en Chiapas, pero, abundó, "creo que el papel sumamente amplio que desempeñan las fuerzas castrenses podría disminuir, sobre todo, en relación con las funciones policiacas". Luego destacó que no hay una clara delimitación entre la jurisdicción que tienen los militares y la que tienen las autoridades migratorias y la policía.
En torno a la problemática en aquella entidad, añadió que una solución duradera solamente podrá lograrse por medio del diálogo, mas no a través de la lucha. Espero que mi visita contribuya al diálogo, reiteró.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, Robinson explicó que no pudo asistir a Acteal por falta de tiempo y que de ello ya se había dado aviso a las comunidades, a fin de que una comisión se trasladara hasta donde ella se encontraba para conocer sus denuncias.
Más adelante se pronunció a favor de la creación de un ombudsman militar, para impedir las violaciones a los derechos humanos de los efectivos del Ejército. También dijo que las cortes castrenses deben existir exclusivamente para la disciplina y problemas que caigan en su propio ámbito.
Sin embargo, aseveró, cuando haya un delito de un militar en contra de un civil, el juicio debe hacerse en las instancias civiles.
La comisionada recibió denuncias sobre el caso del general José Francisco Gallardo y la desaparición del oficial Muñoz Guzmán.
En la rueda de prensa, se abstuvo de calificar al país en torno a los derechos humanos, cuando se le preguntó qué número le pondría. De igual manera, manifestó que aún no está en posibilidad de entregar sus recomendaciones, pues primero hay que analizar los testimonios y la documentación que recibió.
De esta manera, Robinson concluyó anoche sus actividades oficiales. Este domingo sale del país rumbo a Ginebra, una vez que se canceló un recorrido por Ecuador.