* Los jinetes de El Barzón, en la calles del DF


Cárdenas y 3 delegados apoyan la Cabalgata por la Dignidad

* Los campesinos no queremos estar en la miseria: Cazares

Angélica Enciso L. * Luego de 53 días y con 2 mil kilómetros recorridos bajo sus espuelas, la Cabalgata por la Dignidad del Campo Mexicano, con cerca de 300 jinetes de El Barzón y de la Unión Campesina Democrática (UCD), ingresó a las calles de esta ciudad para exigir solución a los problemas del campo: cartera vencida, comercialización, subsidios y apoyo a la producción.

Los barzonistas que con sus caballos recorrieron ayer el Distrito Federal, desde Cuautepec hasta el bosque de Chapultepec, se dijeron no sólo fatigados del largo trayecto que comenzaron el 6 de octubre en el puente internacional de Ciudad Juárez, sino también cansados porque no hay forma de que las autoridades federales atiendan los problemas del campo.

A las 10 de la mañana, Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del PRD a la Presidencia de la República, visitó a los jinetes en el deportivo Carmen Serdán, donde pernoctaron por dos días. Ahí escuchó las demandas de los productores en torno a la necesidad de que exista una atención efectiva a los problemas del campo y de que vuelva a haber políticas específicas que permitan la recuperación tanto económica como social del sector.

Luego de escuchar los planteamientos de los jinetes, Cárdenas montó un caballo y acompañó a los barzonistas a la salida del deportivo, donde emprenderían su camino para llegar a la zona central de la ciudad.

El perredista aseguró en breve entrevista que las demandas de los manifestantes son planteamientos que su partido ha hecho desde hace tiempo: "que haya créditos accesibles, manejados con honradez y oportunidad, y que el Estado vuelva a considerar como prioritarias las políticas de atención a los problemas rurales".

En relación con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, sobre el cual los agricultores han manifestado que ha sido perjudicial para el campo, Cárdenas se pronunció por una revisión para que "los productores mexicanos puedan aprovechar las oportunidades que abre la globalización. El TLC se debe revisar y se pueden establecer las reglas para que haya un impacto favorable en el campo mexicano, además se podrían definir tiempos para modernizar la actividad agrícola y, de ser necesario, reorientar las actividades".

 

Los campesinos, olvidados

por el gobierno: Cazares

 

En medio del fuerte sol de mediodía ųel cual parecía agudizarse por el intenso tráfico vehicularų, los caballos, con visibles muestras de cansancio por su largo peregrinar, pasaron por la zona industrial de Vallejo para encontrar un momento de reposo en el cruce de Cuitláhuac, donde los delegados de Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y Azacapotzalco esperaban a los productores.

Ahí se realizó un acto de recibimiento a los barzonistas, quienes montados en sus caballos, escucharon la bienvenida que les ofrecieron los delegados. Roberto Cazares, dirigente de El Barzón, les explicó que la cabalgata no es un "acto turístico", es por el "coraje de los campesinos con el gobierno, que nos tiene olvidados, y decidimos venir a protestar porque no queremos incorporarnos a los cinturones de miseria de las grandes ciudades".

Productores de granos, de manzana, de frijol y ganaderos forman la cabalgata que vino a esta ciudad para entregar un manifiesto al Congreso de la Unión y al gobierno federal. "La primera respuesta a nuestra presencia la tuvimos ayer, cuando seis barzonistas acudieron a Los Pinos para entregar una solicitud de audiencia, y ni siquiera nos dejaron llegar, se nos atendió en la banqueta. Para el gobierno somos gente que no puede entrar a ninguna dependencia", agregó Cazares.

"Si no hay respuesta satisfactoria, la próxima vez no vendremos en forma pacífica", anunció, mientras que Martín Solís expuso que aún hay hombres en el campo que en el pasado lucharon fuertemente por un pedazo de tierra para ahora perderla.

Ahí, los delegados políticos expresaron su apoyo a la cabalgata y suscribieron el manifiesto que antes firmaron 60 presidentes municipales de los ocho estados del país que recorrieron. En este acto, intervino el titular de Gustavo A. Madero, Víctor Quintana, originario de Chihuahua, y que también ha participado en movimientos campesinos, quien recordó que la crisis del agro se originó hace 18 años, ya que entonces "se firmó la sentencia de liquidación del campo mexicano".

El manifiesto que El Barzón y la UCD han presentado a las autoridades y que entregarán al Congreso de la Unión, presenta un diagnóstico del campo. El documento refiere que el país esta empeñando la soberanía alimentaria, al elevar drásticamente las importaciones de productos básicos como maíz, trigo, arroz y sorgo, para llegar a comprar más de 20 millones de toneladas.

"La política agropecuaria del gobierno se da en dos sentidos, por un lado ha dejado en la indefensión al campo mexicano, al cual no le destina los recursos económicos suficientes y por otra parte se han signado convenios internacionales que no responden a las necesidades de los campesinos", señala.


* Los manzaneros de Chihuahua, de los sectores más afectados por la crisis


Odisea a caballo: tolvaneras, frío y ahora... esmog

* La terquedad del gobierno nos orilló a realizar esta protesta, afirma Gabino Gómez Escárdega

Angélica Enciso L. * Por generaciones la familia de Gabino Gómez Escárcega, barzonista de Chihuahua, se dedicó a la producción de manzana; ahora está en cartera vencida, con problemas para vender y sin créditos. Señala la ''terquedad del gobierno de no hacer caso que en el campo hay una profunda crisis, que está devastado''.

Durante 52 días montó su caballo para llegar al centro político del país y expresar, junto con casi cien de sus compañeros, su frustración por no encontrar salidas a la situación que vive desde 1992.

Originario del municipio de Bachiniva, Gabino Gómez es dirigente de El Barzón en Chihuahua y comenzó su participación a partir de que cayó en cartera vencida. ''Los manzaneros fuimos de los primeros sectores que caímos en esa situación, por la importación de la manzana'', explica.

Recuerda el pasado 6 de octubre, cuando la Cabalgata por la Dignidad del Campo salió del puente internacional de Ciudad Juárez y se dirigió a la capital de Chihuahua: ''Es una zona muy árida, donde se encuentra uno con las arenas del desierto de Samalayuca; son arenas, dunas. Fueron dos días de tolvaneras''. En la ciudad de Chihuahua hubo un acto con las organizaciones sociales y después partieron al sur del estado y pasaron por municipios como Delicias, Camargo y Jiménez.

Los cien cabalgantes que salieron de Ciudad Juárez llegaron ayer a la ciudad de México, pero para ello pasaron por situaciones difíciles. Además de la región árida de Chihuahua y la comarca lagunera, en Durango, soportaron el difícil clima de Zacatecas. ''Antes de Río Grande, nos quedamos en despoblado, porque ni siquiera había un poste donde amarrar un caballo. Solamente llevábamos tendidos y algunos vehículos; nos protegíamos con lonas y cobijas que cada quien llevaba; el agua amanecía congelada y la noche que pasamos ahí fue la más difícil por el frío que hacía'', relata.

La siguiente noche fue en Fresnillo, ''donde nos quedamos en instalaciones que nos prestaron, pero el frío fue mayor, más que la noche anterior; yo lo noté porque me quedaba en una camioneta y los vidrios amanecieron con hielo, por dentro y por fuera'', dice.

Platica que la ciudad de Zacatecas también fue complicada por su topografía, ya que las calles empedradas provocaron la caída de varios caballos, algunos de los cuales se lesionaron. Comenta enseguida que luego de esa zona, que fue la más difícil por el clima, las condiciones mejoraron, ya que en Aguascalientes fueron bien recibidos por las autoridades y los habitantes, además de que en Celaya, Guanajuato, se realizó un acto masivo organizado por la Unión Campesina Democrática.

Cada día se levantaban a las 6 de la mañana y en ese momento en la cocina se empezaba a preparar el café. A las 7, se alimentaba a los caballos con pastura y granos, para que la cabalgata emprendiera el camino, y a las 11 almorzaban. Luego de recorrer 40 o 50 kilómetros diarios, se instalaban en el lugar donde pernoctarían y ahí ya había sido instalada previamente la cocina.

El mayor problema que enfrentaron en las ciudades fue para contar con infraestructura adecuada y alimentos para los caballos, ya que ''los jinetes como quiera nos acomodábamos'', explica.

Dice preocupado que los manzaneros tienen años en cartera vencida, ya que en 1992 hubo una producción récord de la fruta y al mismo tiempo entró de contrabando, ''lo que dificultó la venta de la nuestra, la cual se pudrió. Desde entonces, no hemos salido de la crisis. Ahora no hay rentabilidad y con la desaparición de Conasupo quedamos a expensas del libre mercado y no podemos competir con Estados Unidos, que tiene alta tecnología. Sentimos la necesidad de que las cosas cambien, tenemos que encontrar los mecanismos y las formas que podemos utilizar legalmente antes de que sea necesario tomar medidas que a lo mejor traen malas consecuencias'', concluyó.