José Antonio Rojas Nieto
La recuperación de precios del petróleo
aEste mes de noviembre, los precios del petróleo registraron un ascenso de casi dos dólares; en el caso de los crudos más ligeros el aumento rebasó esa cifra. Con esto, la mezcla mexicana de exportación alcanzó el nivel que hacía muchos meses, incluso años, no tenía; luego de que en septiembre y octubre el petróleo mexicano de exportación registró un promedio de 20 dólares, cerrará el mes de noviembre en 22 dólares por barril, para alcanzar un promedio anual de 15.10 dólares por barril, prácticamente seis dólares por encima de la estimación oficial de principios de año, que fue de 9.25 dólares. Considerando que la plataforma de exportación de este año registrará un promedio diario de un millón 550 mil barriles, de conservarse el alto nivel de precios de noviembre, podemos esperar un cierre anual de 15.68 dólares, lo que permitiría contar con excedentes petroleros por un poco más de 3 mil 600 millones de dólares, por encima de lo presupuestado. ƑQué se hará con ellos y qué se hará con los ingresos petroleros inesperados en el año 2000? Estas preguntas siguen sin responderse. Es urgente decir qué se hará con ingresos superiores, con un precio más alto o con ingresos menores por un precio más bajo? Normalmente sabemos qué se hace cuando el precio baja, pero poco sabemos de lo qué se hace cuando el precio sube por encima de la estimación oficial. La discusión del presupuesto exige detenerse un poco en esto.
Ahora bien, Ƒqué sucede con el mercado?, Ƒpor qué se registran precios altos?, Ƒhasta dónde van a llegar? Como aseguran muchos especialistas, hay que recordar que la historia del petróleo y de sus precios no empieza a fines de febrero de 1999, justamente cuando, por ejemplo, los precios de la mezcla mexicana se empezaron a recuperar de manera sostenida, después del desplome a 8.26 dólares por barril ese mes. Recordemos algo para no asustarnos: el precio spot con el que cerró el crudo mexicano este viernes (casi 23 dólares) es, apenas, próximo al nivel medio real registrado de 1986 a 1992 y similar al precio promedio de 1996. El promedio de este año estará en la parte baja de una banda que puede pensarse entre 15 y 25 dólares por barril, y que, a decir de algunos especialistas, es el nivel en el que podemos esperar los movimientos anuales del crudo, siempre y cuando se cuente con una fuerte relación entre la oferta y la demanda, como ciertamente sucederá en el año 2000, en virtud de la gradual recuperación de los países de Asia, luego de su severa recesión, las mejores expectativas de Europa y el dinamismo estadunidense. Con ello, para el próximo año se espera un incremento en la demanda mundial de crudo de poco más de dos millones de barriles al día; en 1999 sólo se incrementó un millón; en 1998 únicamente medio millón. Es evidente también que este nivel de precios se explica por el control de la producción impulsado por Arabia Saudita, México y Venezuela, que ha fortalecido la relación de la oferta con la demanda. También influye en estos momentos la salida de Iraq del mercado, que presiona para ampliar su nivel de exportaciones. Pero ųcomo se demostró a mediados de 1998ų sin recuperación de la demanda no hay control de producción que sirva de manera firme y sostenida. Pero, además, no hay que olvidar el componente estacional de la demanda, en estos momentos en ascenso. Parece no sólo que hace frío en América del Norte y en Europa, sino que seguirá haciendo frío durante el invierno. Esto hace que cobre mayor importancia el nivel y el manejo de los inventarios de crudo y refinados, muchas veces sujetos a fuerte especulación. Hay que saber que los inventarios están más bajos que en octubre de 1998: 50 millones menos de barriles de crudo y 103 millones menos de barriles de refinados.
Con estos elementos, todavía se puede esperar un mayor nivel de precios. Nunca fuera de esa franja de entre 15 y 25 dólares por barril (considerados como promedio anual); se correría el riesgo de severos desequilibrios que obligarían a desplegar, una vez más, procesos de descenso o de recuperación, similarmente complejos como el emprendido en 1998 y 1999 para buscar la elevación de precios. Es útil considerar algunos de estos elementos en la discusión del presupuesto, en el marco de la cual deberá determinarse, finalmente, qué nivel de cotizaciones de la mezcla mexicana se puede o se debe presuponer en el presupuesto y qué alternativas o escenarios deben ser considerados para un manejo escrupuloso de los recursos petroleros.