* Rechaza Herminio Blanco la inclusión de asuntos laborales y ambientales
Apoyará México el libre comercio en países pobres
* Pugnará por incentivos; lo más importante es velar por el sistema multilateral, afirma la Secofi
Dpa * El establecimiento de incentivos para que los países en desarrollo participen en una liberalización mayor del comercio global será impulsada por México en la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se realizará del 30 de noviembre al 3 de diciembre próximo en Seattle, Estados Unidos.
La Secretaría de Comercio y Fomento Industrial de México sostiene esa posición porque considera que lo más importante en la llamada Ronda del Milenio es "velar porque el sistema multilateral de comercio se mantenga y fortalezca", según señaló en un documento.
En busca de esos objetivos, los mexicanos estiman que lo más conveniente es que la negociación, cuyas bases deberán ser fijadas en ese cónclave, sean de carácter integral, porque "con ello se obtienen resultados balanceados que benefician a todos los países", según el responsable de organismos internacionales de la Secretaría de Comercio, Gerardo Trasloheros.
México acude al inicio de esta ronda con una gran experiencia en este tipo de negociaciones, al tener vigente un tratado de latinoamericanos y haber cerrado en la última semana un acuerdo con la Unión Europea.
Apoyados en esa experiencia, el secretario de Comercio de México, Herminio Blanco, quien encabezará la delegación de este país, rechaza la inclusión de los asuntos laborales y ambientales, porque "podrían ser utilizados como barreras al comercio".
Con argumentaciones ambientalistas, Estados Unidos impidió durante muchos años el ingreso del atún mexicano, generando una crisis en esa industria.
Las autoridades mexicanas sostienen, además, que "la protección del medio ambiente y de los derechos de los trabajadores son una prioridad, pero deben ser abordados con los instrumentos adecuados" para evitar el proteccionismo.
Agregan que "la mejor contribución de la OMC a esos temas es mantener y profundizar la apertura comercial, con el consecuente impacto positivo sobre el crecimiento económico y el bienestar social" de los países.
En relación con las exportaciones agrícolas, estiman que se deben reducir las subvenciones y evitar afectar con los subsidios a los productores nacionales.
Respecto a inversiones, consideran necesario cierta disciplina para los incentivos fiscales, para que no distorsionen los flujos de capital.
En lo que respecta al capítulo de competencias, afirman estar dispuestos a "sumarse a un consenso" y que desearían "una mayor transparencia" en las compras de los gobiernos, pero sin adquirir "compromisos de acceso a los mercados".