* Sergio Pitol se mostró entusiasmado por el reconocimiento en la FIL


Recibir una presea que se llame Juan Rulfo es en sí otro premio

* Mi tiempo lo debo dedicar fundamentalmente a la literatura, dice el escritor veracruzano

César Güemes, enviado, Guadalajara, Jal., 27 de noviembre * La noche del viernes pasó discreto en el restaurante del hotel rumbo a la mesa que lo esperaba. Un saludo breve, una felicitación y una pregunta:

ųDon Sergio, está a unas horas de recibir el Premio Rulfo, Ƒcómo está?

ųFeliz pero nervioso. Mira, muy nervioso. Pero feliz.

A la mañana siguiente lo recibiría de manos de Rafael Tovar y de Teresa, titular del CNCA. Poco antes, se reunió con la prensa que, desde luego, solicitaba su presencia. Así fue la charla con el autor de La vida conyugal, quien destacó tres puntos sustantivos: una especie de trato con el espíritu de Juan Rulfo; la posibilidad de volver a escribir luego de la natural euforia del galardón, y su señalamiento de que no desea contacto alguno con los escritores que viven en pugna o en guerra.

pitol-sergio-3 ųƑEn qué momento de su vida le llega este reconocimiento y de qué manera lo atañe?

ųAtravieso un momento de suma emoción. Este es el premio más importante que he recibido. Y de eso me di cuenta el día que se hizo público en la ciudad de México. A una hora de que se dio a conocer, comenzaron a llegar llamadas de periodistas de todo el mundo. Eso sucedió a lo largo de varias semanas. Algo que jamás me había ocurrido con ninguno de los otros generosos reconocimientos que me han conferido. Eso quiere decir que el Premio Rulfo tiene ya un prestigio muy amplio en todo el mundo de habla castellana y portuguesa, y aun en los grupos intelectuales y periodísticos de otras lenguas. Digo que me emociona el premio no sólo por su importancia, sino porque lleva el nombre del más grande narrador de nuestra historia literaria. Recordar a Juan Rulfo, recibir algo que tiene su nombre es en sí otro premio.

ųƑEs el mismo Pitol el de antes del premio que el de hoy?

ųHay un cambio que se ha suscitado en estos meses. Al principio sentía una presión tremenda sobre mi tiempo. Me hablaban, por ejemplo, a las seis de la mañana. Despertaba sobresaltado, tomaba el teléfono y me decían: ''ƑHablo a casa del doctor Pitol?'', porque en Sudamérica a todos les dicen doctores. Respondía que sí y enseguida escuchaba algo como lo siguiente: "Estamos desde Radio Caracol, de Colombia, en directo con Sergio Pitol, ganador del Premio Rulfo". Así, sin agua va. Así durante mucho tiempo.

"Entonces sentí que la esfera o el radio donde se ha movido mi literatura es ya otro después del premio. Creo que lo importante de este reconocimiento, luego de la fatiga que me ha causado tanto ajetreo, es que tengo algo muy claro: mi tiempo lo tengo que dedicar fundamentalmente a la literatura. Es un trato con el espíritu de Juan Rulfo. Si he obtenido este premio, si he ampliado las fronteras de mis tiempos, pensar en acrecentar una presencia personal como escritor, acudiendo a un lado y otro, va a ser algo muy limitado. Quiero ahora, a partir del inicio del nuevo siglo, emplear mi tiempo en el estudio y la escritura".

ųƑHa podido escribir desde que supo que iba a recibir el premio, así sea unas líneas?

ųDurante varias semanas, no. El primer mes prácticamente estuve muy bloqueado, no me podía concentrar. El hecho de estar hablando siempre de mí y de mi obra me sacaba de los temas en los que estaba trabajando hasta antes de que todo esto ocurriera. Por ejemplo, debía presentar una ponencia en la Universidad de Jalapa, durante un congreso de literatura. Además, ofrecer una conferencia en Mexicali, en el programa cultural de la frontera. Aparte, preparar unas palabras para responder y agradecer este premio. Así que los primeros días de entonces era imposible tener una idea clara o una frase que no fuera caótica. Me costó un trabajo enorme hacer la ponencia, preparar la conferencia, y aun estas palabras que leeré en cuanto reciba el premio. Pero ya rompí el hielo. Es más, en ocasiones me descubro pensando que ya sucedió todo y que el hielo se ha disuelto.

ųƑEl agobio del que habla se refiere a esta búsqueda que ha tenido por parte de la prensa?

ųNo precisamente. La fatiga venía desde hace dos o tres años, en que no me había tomado una tregua para descansar. Estuve viajando mucho por Sudamérica, España, Estados Unidos... Acepté demasiadas invitaciones. Pero sé que debo dedicarme más a la literatura, como se dedican a sus novelas los escritores españoles o de otros sitios, sin tener que estar yendo y viniendo. Esto es, concentrarme tan sólo en que la presencia literaria es lo importante. Pienso también que a partir del año próximo saldré uno o dos meses de México. Volveré, por ejemplo, a España, un lugar que me suscita mucha energía, en donde puedo aislarme a pesar de mis muchos amigos, y escribir, además de poner atención en cómo se mueve la literatura de otras latitudes. Por cierto, ya no quiero saber nada de escritores en pugna, de escritores en guerra, que es algo en lo que se gasta mucho tiempo.

ųYa que en buena parte la feria está dedicada a Chile, hable de su relación con la literatura de ese país.

ųDesde luego que me resulta muy grato que sea así, entre otras cosas porque en mi juventud uno de mis libros fundamentales que me llevó de lleno a la literatura fue Residencia en la tierra, de Neruda. Después, he tenido entre mis amigos a muchos escritores chilenos: José Donoso, el más cercano. He leído literatura chilena, me interesa este juego dialéctico entre tradición y vanguardia que significa todo este siglo de escritura en Chile. Me siento muy honrado en coincidir con un grupo representativo de una literatura que ha sido tan formativa para mí.

ųAsí sea por costumbre, le han llamado doctor desde Latinoamérica. Para seguir con el juego: Ƒcuál es su diagnóstico de la salud literaria en nuestra región?

ųPienso que en estos momentos pasa por uno de sus mejores estados, tiene una salud notable. Después del boom y su disgregación, luego del surgimiento de una especie de realismo pseudomágico ųde segunda instancia, quiero decirų, la literatura latinoamericana parecía haber caído en el abismo. Parecía que un viento se llevó el boom y sólo quedaban dos o tres cosas.

"Pero no es así. En los últimos años he estado leyendo trabajos muy nuevos y hay un fenómeno notable: existe por lo menos una docena de escritores de primerísima importancia, de una originalidad extraordinaria, que no forman grupo, no han querido formarlo ni han buscado la fuerza por medio de una revista o algo así, sino que se han dedicado a escribir, y ahora tienen ya un corpus importante: en Colombia, Perú, Argentina, Puerto Rico o México.

''Podemos ver una literatura que se plantea muchísimos retos, extraordinarios retos que en los recientes años parecían insalvables. Lo que más se apreciaba, acaso, era una narrativa desgastada. Puesto eso se superó. César Aira, en Argentina, por ejemplo, es uno de los escritores más originales que ha dado nuestra lengua en este siglo. O Luis Rafael Sánchez en Puerto Rico, lo mismo que Rodríguez Juliá. Y en México hay personajes como Daniel Sada o Jorge Volpi, quienes se salen de lo trillado, de la pseudotradición''.

ųƑAcaso Roberto Bolaño?

ųClaro, y pienso en él cuando hablo de esta literatura sin grupo, con pocas conexiones entre sí, aunque ahora más, luego de que se establecieron literariamente. Pero Bolaño me parece una de las figuras originales, distintas, radical en su empresa y su proyecto. De hecho él iba a estar aquí hoy con nosotros, pero por alguna razón no pudo acudir. Claro que pienso en Bolaño.