La ineficacia de la Secretaría de Hacienda es el principal obstáculo para incrementar los ingresos tributarios en México. Conforme con un estudio elaborado en 1996 por la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados (CMH), dicha secretaría registra serios rezagos y deficiencias en la capacitación de su personal y en los sistemas informáticos. Además, el programa anual de auditorías a los contribuyentes se elabora y aplica al azar, sin respetar los propios lineamientos de esa secretaría, lo que impide evaluar con claridad si los contribuyentes están pagando sus impuestos en forma completa.
Estas fallas de Hacienda provocan que el monto de los impuestos cobrados sea mucho menor al que se debería cobrar. Por ejemplo, en 1994 el producto interno bruto y el número de contribuyentes del IVA crecieron 4 por ciento aproximadamente, pero el importe que recaudó Hacienda por IVA cayó en uno por ciento. La CMH formuló a la Secretaría de Hacienda una serie de recomendaciones para superar sus deficiencias. Sería pertinente que el Secretario de Hacienda informe públicamente qué medidas se han tomado para poner en práctica esas recomendaciones y qué grado de avance tiene la superación de esas deficiencias.
El secretario de Hacienda es bueno para cobrar una jugosa pensión que no se merece (véase el excelente artículo de Bernardo Bátiz en La Jornada de ayer) pero es muy malo para cobrar impuestos. En lugar de andar proponiendo incrementos al IVA, el señor Gurría debería preocuparse por hacer bien su trabajo y cobrar con eficacia los impuestos que deben pagarse a la tasa actual. No tiene sentido incrementar la tasa del IVA de 15 a 17 por ciento cuando existe incapacidad para cobrar cabalmente los impuestos correspondientes al 15. Incrementar el IVA significaría castigar más a las empresas que pagan y premian a las evasoras.
La carga impositiva en México es baja no sólo porque Hacienda no hace bien su trabajo, sino también porque sectores de gran concentración de capital están exentos del pago de impuestos. Van tres ejemplos 1) Inversionistas nacionales y extranjeros obtienen grandes utilidades en la bolsa de valores y en mercado de dinero, sin pagar impuestos en el primer caso y prácticamente nada en el segundo. 2) En otros países se aplica un gravamen (impuesto Tobin) al capital extranjero que se coloca en inversiones financieras de corto plazo (capitales golondrinos) sin que por ello se haya frenado la entrada de dichos capitales en esos países; pero sistemáticamente Hacienda se ha negado a aplicarlo en México. 3) Existen grupos empresariales vinculados al poder político que tampoco pagan impuestos, como son grandes productores agropecuarios, contratistas y algunos que operan tras la fachada de cooperativas.
En México no aumentan los ingresos fiscales porque la Secretaría de Hacienda no corrige su ineficacia para cobrar impuestos y porque el gobierno federal elude aplicar una reforma fiscal integral que obligue a pagar más a los que más ganan y a los que más tienen.