Ť Dejan impune un hecho de tortura comprobado, asevera Luis de la Barreda
Fallos judiciales contra derechos humanos, denuncia ombudsman
Ť Castigan por abuso de autoridad y lesiones calificadas a cinco policías que provocaron heridas graves a una persona Ť Informará a Robinson del encubrimiento que aún se da en estos casos
Gabriela Romero Sánchez * El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis de la Barreda, denunció a un juez y tres magistrados que a pesar de contar con las evidencias claras de actos de violación a los derechos humanos en que incurrieron cinco policías contra un repartidor de pollo, a quien a rodillazos le estallaron el intestino, sólo se les castiga por abuso de autoridad y lesiones calificadas, no por tortura.
"Tales resoluciones son insostenibles e inaceptables, ya que se deja impune un hecho comprobado de tortura", remarcó.
De la Barreda añadió que estos fallos resultan verdaderamente vergonzosos en el momento en que la alta comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Mary Robinson, visita México, "porque los derechos humanos son universales, y esto que agravió a un hombre, agravia a todo el país, a toda la humanidad". Enfatizó que esto no puede encubrirse diciendo que es un asunto de soberanía, ya que la tortura es un delito que ofende las convicciones y los avances.
El ombudsman capitalino advirtió que si estos fallos fueron motivados por negligencia, temor, corrupción o una actitud "comprensiva" de parte de los funcionarios judiciales, se está frente a un proceder reprobable que puede traer consecuencias funestas, como el alentar a los torturadores actuales y potenciales, aleccionar pésimamente a otros juzgadores para que también disimulen torturas, y ofender a la sociedad, pero en especial a las víctimas de tan doloroso y abominable ilícito.
El ombudsman aclaró que ya no existen medios legales de impugnación que puedan interponer el Ministerio Público o el ofendido a la nefasta resolución, por lo que la CDHDF reprueba esta acción y formula la más enérgica protesta.
--ƑQué actitud deberían asumir las autoridades gubernamentales ante estos fallos?
--Por lo menos deben sonrojarse. Yo me sonrojaría.
Adelantó que en el caso del Distrito Federal, él informará a Robinson de las actitudes de encubrimiento que persisten en los casos de tortura, tanto por el Ministerio Público como por el Poder Judicial. Mientras que a nivel nacional, la alta comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos observará la desigualdad que en la materia existe en México, no sólo de una región a otra, sino entre estados.
En conferencia de prensa, De la Barreda explicó que la CDHDF envió al secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, y al procurador de Justicia capitalino, Samuel del Villar, la recomendación 7/99 por el claro caso de tortura que cinco policías cometieron en contra de un repartidor de pollo, cuyos delitos fueron: estacionar su camioneta frente a un parquímetro y no ponerle monedas; romper la cadena con que se inmovilizó su vehículo, y por último, resistirse a la detención, por lo que los uniformados comenzaron a darle de rodillazos.
Recomendación que los funcionarios aceptaron de inmediato, por lo que en unos días se llevaron a cabo las diligencias y se ejerció acción penal en contra de los cinco policías por el delito de tortura.
"Parecería ser que este caso de tortura terminaría prontamente con el debido procesamiento judicial de los responsables. Infortunadamente no fue así, porque el juez 40 penal, Ricardo Ojeda, estimó que no había tortura, ya que no estaba comprobado un elemento esencial del tormento: que la finalidad de los agresores hubiese sido la de castigo a la víctima".
Entonces, dijo, el juez "resolvió dictar la libertad de los inculpados por falta de elementos para procesarlos por el delito de tortura, y la formal prisión de los cinco únicamente por abuso de autoridad y lesiones calificadas, con lo que la pena es muy inferior", reseñó De la Barreda.
Resolución que después ratificaron los magistrados de la décima segunda Sala Penal, Ana Marcela Pasquel, Salvador Avalos Sandoval y María de Jesús Medel Díaz.
Luis de la Barreda se preguntó: "ƑCómo se puede decir que no hubo tortura si se causó un dolor grave, si se le estalló el intestino?".
Y comparó: "Una bofetada, por ejemplo, es un abuso de poder, de autoridad, pero no es una tortura, porque no hay dolor grave, pero aquí sí, pues el policía golpeó a la víctima dejándole caer la rodilla con todo el peso de su cuerpo, lo que le causó el estallamiento del intestino. Si esto no es dolor grave, Ƒqué otro dolor puede haber? Para este juez y estos magistrados no habría dolor grave ni siquiera en los tormentos que describe Dante en el Infierno de la Divina Comedia".