ASTILLERO Ť Julio Hernández López
Cuauhtémoc Cárdenas y Vicente Fox ya deben ir pensando adónde querrán ir a vacacionar el 3 de julio del 2000 (hay un paquete turístico que ofrecen fornidos vendedores de pelo corto, con escalas en Miami, Nueva York y Europa, que se denomina ƑQuién dice que no se puede?).
Porque, según se anunció ayer formalmente, los resultados de la elección presidencial del 2000 ya están más o menos definidos: 17 millones de votos para Francisco Labastida, del PRI.
Para quienes se pregunten la razón del uso en esta columna, siempre tan precisa, de la frase dubitativa del "más o menos", es necesario explicarles, con base en sesudas investigaciones hechas en exclusiva para esta sección por la jefatura clandestina del Movimiento Patriótico 7 de Noviembre (Mapache, no por sus siglas, pero sí por su oficio), que las variables electorales del 2 de julio del 2000 podrían variar extraordinariamente al alza, en caso de que el pueblo mexicano se vuelva a volcar a las urnas para repetir el milagro de la multiplicación de los votos.
El texto del Mapache que está en poder de esta columna, adelanta lo siguiente, siempre con respeto a puntuación y sintaxis originales: "Si ya antes, las expectativas de triunfo del Lic. en las elecciones internas eran de seis (6) millones de votos, y se lograron superar, llegando a los casi diez (10). Es de preverse que en el futuro venidero se rebasará la meta de los diecisiete (17) millones anunciados por el Lic. para la elección frente a los demás partidos, y se mantenga la proporción excedente de como 60 por ciento (6, más 60 por ciento, igual a casi 10 millones de votos), de tal manera que el 2 de julio la cifra alcanzable sea la de los más de 27 millones de votos (17, más 60 por ciento, igual a casi 27)".
Posdata con complejo de ratón loco: Además de los 17 millones de votos anunciados, el Lic. también ha dicho que calcula ganar unos 200 distritos electorales federales. šVamos por todo! había anunciado en días pasados, y ya está demostrando que va en serio en pos de la Presidencia y las diputaciones federales, y no se diga de las senadurías.
Más promociones de descanso
El gerente general de Paquetes Recreativos Institucionales, Pepe Toño González, se mostró ayer complacido del éxito de algunas de sus promociones turísticas.
Uno de los clientes contentos es el tabasqueño Roberto Madrazo, quien se ha mantenido ajeno a los bullicios del trabajo político, de las declaraciones públicas y del alzamiento de victoriosos brazos sinaloenses, mediante la adquisición voluntaria de uno de esos paquetes, con el que ha logrado "un descanso, una oportunidad para la reflexión, para recuperarse médicamente y tomar decisiones".
Tres dedazos más con el pulgar
Un homónimo del anteriormente mencionado gerente de los Paquetes Recreativos Institucionales (PRI), el señor José Antonio González Fernández, ha anunciado que los candidatos de su partido, el tricolor, a las gubernaturas de Tabasco, Chiapas y Guanajuato, saldrán de procesos electorales internos similares al del histórico 7 de noviembre.
La maniobra pulgar (fase superior de la descontinuada tecnología del índice), no sólo intentará lograr nuevamente la proeza de hacer triunfar con dinero público y ensayos electorales a candidatos oficiales semidisfrazados, sino que además, en un caracoleo interesante, buscará cuando menos lo siguiente: 1) Retener como priístas a algunos aspirantes que coquetean con la oposición (como el senador tabasqueño Humberto Mayans, quien nada más estaba esperando que destaparan a Arturo Núñez para adentrarse en los muy explorados caminos del PRD); 2) Eludir la embestida de algunos gobernadores obstinados en imponer sucesor (como el chiapaneco Roberto Albores, impulsor a toda costa de José Antonio Aguilar Bodegas, en detrimento de Sami David David) y, 3) Salvar, alegrándola, la atonía priísta provocada por la hegemonía del PAN en Guanajuato (donde la caballada tricolor está particularmente flaca, frente a la vigorosa cuadra blanquiazul).
Otra vez... Camacho
Manuel Camacho dijo ayer, en el programa informativo radiofónico que conduce José Cárdenas, que en 1994 (cuando el dedo presidencial no se posó en su predestinada testa, sino en la de Luis Donaldo Colosio) no hizo ningún berrinche (al negarse a apoyar al sonorense, y luego hacer la famosa campaña contra la campaña, en un juego político perverso que culminó en Lomas Taurinas), sino que enfrentó un régimen totalitario como era el de Carlos Salinas (al que él, Camacho, sirvió esplendorosamente, y en el cual ocupó importantes cargos). El heroico disidente aseguró, inclusive, que ha sido víctima de un complot político, y que de milagro está vivo.
El revolucionario mexicano tardío también dijo que, luego de su levantamiento en armas (al que los malpensados han llamado berrinche), el Estado mexicano tomó la decisión de acabarlo políticamente, de exterminarlo. A quienes piensan que su presunta candidatura presidencial es una maniobra de negociación política, hecha para declinar más delante en favor del candidato de a deveras (Fox o Cárdenas) que le ofrezca más ganancias, Camacho opone una posición declarativa ambigua, acomodaticia, ni sí ni no, sino rollos evasivos varios.
Además, dice el citado Manuel que los ciudadanos mexicanos saben que él tiene límites morales (a quien logre precisar tales límites se le premiará con una copia fotostática del nombramiento de Camacho como comisionado para la paz, encargo del cual, como es sabido, no se movió un centímetro, ni lo usó para promoverse como alternativa salinista contra Colosio).
Astillas: Ya en paz con la madre tierra, el espíritu de un padre siempre se mantendrá vivo en su descendencia. El trabajo diario de Ricardo Rocha, al cual no es necesario describir ni adjetivar, sabe honrar la memoria de su padre, que ha muerto... Mary Robinson llega hoy a tierras mexicanas, lo que nos permitirá admirar los esfuerzos del gobierno federal por aparentar el respeto a los derechos humanos que la realidad cotidiana muestra violados de manera persistente. Otro forcejeo diplomático más, cargable a la cuenta de quien paga con Green Card... El histórico Valentín Campa, a sus 95 años de edad, está de nueva cuenta en el Hospital Manuel Gea González, de la ciudad de México. Los estudios médicos no permiten muchas esperanzas de recuperación. Pocos hombres van quedando así, forjados en la lucha obrera, congruentes en la definición ideológica, nacidos para luchar hasta la muerte...
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