* Armando Garzón rechaza dividir los campos de la música


Daniel Castillo retorna a la inspiración

* El cantautor de 92 años vuelve a la música con La trova * Promueve Escándalo

Angel Vargas * Ni el frío que atrapa a la ciudad de México en estos días es capaz de congelar el ánimo y la jovialidad de los 92 años de don Daniel Castillo. Quizá el clima sea lo único que por el momento añore de su patria, Cuba. No más. Porque fuera de ello, la alegría y el sentimiento están con él en esta visita a nuestro país para promover el šprimer álbum! de su carrera. Sí, el primero de lo que, promete, será una larga serie y con el cual está en busca del tiempo perdido.

Con La trova (Discos Corason), el cantautor originario del barrio de Santiago se reincorpora a su amada música romántica, luego de que la abandonó, casi por completo, hace más de dos décadas ante la muerte de su "fuente de inspiración", su esposa, y por sentir que el filin había desplazado al bolero tradicional.

Don Daniel es pura vida. Enajena la atención su profunda voz de lija, aquella que le valió ser pieza clave del desarrollo de la época de oro de la trova cubana, cuando el formato de dos voces y dos guitarras caracterizó al género, casi medio siglo atrás.

Más que ayudarlo a caminar, el bastón que lo acompaña lo enviste de elegancia. Un puro descansa en el cenicero, y a través del humo de éste la imagen del artista parece salida de un antiguo filme. Se sienta y lo primero que hace es manifestar su ''enorme emoción'' por su primer disco, en el que está acompañado por un quinteto de músicos jóvenes, entre ellos su nieto, el flautista Gustavo Revé.

''Ha brotado de nuevo la inspiración, aunque la fuente de ésta la perdí hace mucho tiempo. Siempre quedan reminiscencias, recuerdos y cosas que no se hicieron. Ahora, después, de estar fuera muchos años, han venido de nuevo a mí aquellos pensamientos que antes tenía y los estoy sacando poco a poco, los aprovecho. Recuerdo aquello que tenía ya perdido. Por eso puedo decir que somos un grupo producto del recuerdo", indica.

Sus palabras se alegran cuando señala que el mundo está volteando hacia la música cubana. Pero aclara que el auge es para el son y no para lo que él y su grupo hacen, la trova tradicional. "Hacemos bolero y vamos a ver si tiene la misma aceptación que el son".

El fundador del Cuarteto de Oriente confiesa que ha enfrentado algunos problemas para lograr que su quinteto se apegue a la música de antaño. ''La verdad que no es algo fácil. En la canción tradicional todo es belleza. šDígame!, cuando uno se inspira lo que nace es un bolero, y se debe cantar con amor. Si es un bolero se está pensando en la novia, en la esposa, en la patria y hasta en uno mismo, en todas esas cosas que se sienten profundamente en el alma".

Consciente del paso del tiempo, acepta que es él quien tiene que adaptarse a la nueva forma de hacer música y no a la inversa, así como que es una "mentira que pueda hacer lo que hacía cuando era más joven".

Al ser compositor, se le pide su opinión sobre las creaciones contemporáneas: ''Con el dolor de mi alma lo voy a decir, a veces uno no entiende qué cosa es lo que están cantando. Se termina de saberlo cuando cogen un párrafo de lo que se había dicho anteriormente. Es un estilo moderno, completamente distinto, y los músicos tienen derecho a hacerlo, porque es lo que quiere oír la juventud''.

Luego de 20 minutos, don Daniel Castillo pone fin a la plática. Pero antes, reitera su alegría por su disco La trova, al cual define como una manera de encontrar el tiempo perdido. "Es un punto de partida para nuevas producciones y a ver qué viene después" Dos leyendas. Armando Garz—n y Daniel Castillo, durante su participaci—n en el Festival Internacional del Caribe, que concluy— la semana pasada n Foto: Fabrizio Le—n .

Angel Vargas * Por proximidad a la tesitura de contratenor, a Armando Garzón se le califica como ''el ángel negro de la voz de terciopelo''. El intérprete cubano fue invitado por su paisano Daniel Castillo a participar en las presentaciones que éste y su quinteto tienen en México, oportunidad que aprovecha para, al mismo tiempo, promover por estas tierras su tercer disco compacto, Escándalo.

Producido por Discos Corason, el álbum incluye un repertorio de la música romántica latinoamericana, con temas que se remontan a los inicios del bolero y parte de la trova original cubanos, hasta algunas piezas del género creadas por compositores mexicanos. Así se pueden encontrar temas de Sindo de Garay, José Antonio Méndez, Rafael Hernández y Alvaro Carrillo, por nombrar algunos.

Entre los rubros que sorprenden en la plática que se sostiene con Garzón está el de su negativa a hacer diferencias entre los diversos géneros y tipos de música existentes. Tal postura explica la fusión de ritmos y estilos que se aprecian en su trabajo, aunque aclara que utiliza como parámetro el sonido de la trova tradicional.

''Tengo influencia de todo lo que he podido oír y conocer: desde el último griego que tocó una flauta hasta Los Beatles, Los Rolling Stones y Bon Jovi'', explica el cantante. "No delimito los campos de la música, porque éstos se definen sólo por el idioma. Al asumir esa falta de división, me da lo mismo cantar la trova que canciones de siglos anteriores, porque al fin y al cabo todo es cantable".

Luego de puntualizar que su simpatía por la trova se debe a que vive en "uno de los asientos más poderosos" de ésta, la provincia de Santiago (Cuba), el cantante enfatiza que a él ya no le corresponde ser un trovador como los tradicionales.

Explica: ''A la trova la recibo como material estético para la creación. Es decir, no estoy tratando de recrearla, sino de armar una música mía que se base en los parámetros de ésta, aunque también procuro abarcar los de la música cubana en general".

Acerca de Escándalo, platica que en él pretende acercarse al filin, "una forma de mover el bolero muy característica de la década de los cuarenta, pero partiendo de una sonoridad que es posible encontrar en la trova. Ahí algunos hallarán que tienen baile, que algunas cosas se hacen con guitarra sola o con dos guitarras y maracas o claves, y a veces en trío. Estoy tratando de manejar esos elementos que son constitutivos de lo que es el acervo musical de nosotros, como si se tratara de las estructuras arquitectónicas del edificio que quiero hacer".

Entre las premisas a las que Armando Garzón acude para realizar su trabajo está la de conocer cómo se hacen otras músicas ajenas a la suya, "porque eso te permite no hacerlas sin darte cuenta... Por ejemplo, tengo que saber quién hace el rap, quién lo hace bien y quién mal. Si canto boleros no es porque me haya arrepentido de cantar a Bach o a Schubert, cosa que hago también, sino los canto porque es lo que creo que debo hacer".

Su paso por la música clásica dejó en él, según dice, el sentido de la seriedad con el que hay que afrontar cualquier canción: "Para cantar la trova hago el mismo proceso que para cantar un aria, porque prácticamente es lo mismo. Se estudia el aria para interpretarla bien, entonces uno debe hacer lo mismo con cualquier tema de la trova. Hay que entenderla e interiorizarla".

(Luego de su participación en el Festival del Caribe y en tres foros del Distrito Federal, Daniel Castillo y su quinteto, así como Armando Garzón, culminarán su gira por México con dos actuaciones en el Festival del Son Montuno, en Veracruz: el 25 y el 27 de noviembre).