Ť El capitán Reyes presentó tres reportes de averías
Despiden a piloto de TAESA por quejarse de aviones inseguros
Ť La empresa aseguraba que atendería las fallas después, dice
Fabiola Martínez Ť Con 40 años de experiencia en el sector de la aviación (20 en el Ejército y el resto en una aerolínea comercial) el capitán Marco Antonio Reyes Covarrubias fue despedido de TAESA en abril pasado.
El argumento de la gerencia fue simple: "no necesitamos más sus servicios", pero la verdadera razón ųaseguraų "fue mi constante negativa a volar en aparatos carentes de las condiciones mínimas de seguridad y por no aceptar jornadas excesivas, con descansos muy cortos".
En su breve estancia en TAESA, de apenas cuatro meses, el capitán Reyes presentó a la empresa tres reportes de incidentes ųentregados también a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC)ų, en los que se detallan fallas como fuga total de líquido hidráulico en uno de los sistemas del avión tripulado, averías en el indicador de temperatura de aceite del motor y despresurización, entre otras.
"Para ellos bastaba decir: 'capitán, por favor haga el vuelo, nada más que lleguemos a México se reparará la avería', mientras que los trabajadores de mantenimiento hacían todo lo posible por hacer las talachas a su alcance, a fin de que autorizaran las salidas de las aeronaves", dijo.
"De repente me sentía como aquel comercial en el que un plomero le dice a la ama de casa 'de veras jefa, con ese parchecito funciona'. Una de tantas veces, en la que incluso bajé a un sobrecargo sin documentos, un directivo de la empresa acudió a la cabina y sentenció 'šah! es usted, el capitán Covarrubias".
Tres reportes en un mes
En uno de los reportes, recibido por la DGAC el 27 de marzo pasado, el capitán relata que en el vuelo 283 Hermosillo-México se presentó fuga de líquido hidráulico en el sistema "A" del avión Boeing modelo 727 matrícula XA-SQO y, sin embargo, "se decidió hacer el vuelo hasta México por falta de equipo de apoyo en tierra en el aeropuerto de Hermosillo".
Ante ello se reportan problemas para la aproximación a la ciudad de México, aunque un aterrizaje sin novedad. Después de elaborar el reporte, se agrega en el documento de irregularidades, dirigido al jefe de equipo B-727, "la oficina de operaciones de TAESA informó a la DGAC que yo había despegado de Hermosillo ya con la fuga, condición que es imposible".
En otra ocasión, en el vuelo 753-756 me negué a operar porque estaba averiado el indicador de temperatura de aceite del motor, "pero el señor Soriano me insistió vía telefónica que realizara el vuelo en esas condiciones, al fin que eran pocos los pasajeros y que nada más le quitara un poquito de potencia al motor para cuidarlo".
Finalmente, aun con mi oposición, se realizó el vuelo en condiciones críticas por peso y temperatura. Nuevamente, durante el ascenso, se presentó la dificultad para controlar la altitud de cabina. Ya de regreso, al día siguiente, persistía la falla, por lo que durante todo el trayecto la altitud de la cabina se estabilizó en más de 11 mil pies, decidiendo continuar en esta condición hasta México, desde luego utilizando las mascarillas de oxígeno".
El capitán asegura que cualquier avión es susceptible de registrar fallas antes o durante el vuelo; sin embargo, "en TAESA no se corrigen las fallas, por lo menos a mí me tocaron tres percances en un mes".
Lo anterior, asegura, es negligencia total; se obliga a pilotear aviones con fallas graves que ponen en riesgo muchas vidas.
"Yo fui despedido y ni siquiera me dieron el finiquito correspondiente, por lo que fue necesario demandar para obtenerlo. En TAESA el trato es pésimo para toda la tripulación; sin embargo, mis compañeros pilotos me decían que ya no protestara tanto, que así se volaba ahí eso ha sido siempre".