* En 97-98 dio instrucción a más oficiales mexicanos que de cualquier otro país


Exigen miles el cierre de la Escuela de las Américas

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 20 de noviembre * Líderes religiosos, legisladores y miles de manifestantes se congregaron hoy frente al Fuerte Benning, Georgia, en el inicio de dos días de protestas para demandar que el ejército de Estados Unidos clausure su Escuela de las Américas este mes, en el décimo aniversario del asesinato de los seis jesuitas en El Salvador a manos de soldados adiestrados en esta institución.

La escuela que entrena a soldados de las Américas en español, brindó capacitación a más oficiales militares mexicanos que de cualquier otros país entre 1997-98. Este año, oficiales mexicanos fueron el tercer grupo más grande que recibió capacitación, después de Chile y Colombia.

Esta escuela ha sido objeto de constantes protestas de grupos religiosos, sindicales, de derechos humanos y estudiantes, ya que algunos de sus egresados han sido identificados como autores de miles de violaciones de derechos humanos en América Latina, incluyendo la matanza de los seis jesuitas, y diversos casos de asesinato y tortura desde Chile a Guatemala. Este año, una mayoría de la Cámara de Representantes votó a favor de negar fondos a esta escuela, y ahora el Pentágono considera un cambio de nombre y de currículum.

El secretario del ejército de Estados Unidos, Louis Caldera, propuso modificar el propósito de la escuela, ampliar su misión para incluir la instrucción de civiles y militares, y descontinuar algunos de los cursos, como el de capacitación en tácticas de comando. "Estamos cambiando nuestro enfoque de la guerra fría, y el papel que jugó la escuela en el pasado, a ayudar a educar a líderes militares y civiles en el contexto de los principios democráticos", comentó un funcionario militar al New York Times esta semana.

Pero los opositores no están convencidos, y el domingo miles de manifestantes, entre ellos algunos legisladores y veteranos de guerra, intentarán ingresar a la base militar donde se ubica la escuela, e intentarán cerrarla.

"No nos retiraremos hasta que la escuela quede cerrada", dijo el padre Roy Bourgeois, el líder de las protestas durante la última década.

Pero el ejército ha advertido que cualquiera que ingrese a la base será arrestado. "Si desean violar la ley, si quieren cometer un acto criminal, serán fiscalizados como cualquier otro", advirtió el vocero de la Escuela de las Américas, Nicholas Britto, e insistió en que la escuela ha reformado su currículum de forma sustantiva en los últimos años, y que la instrucción sobre derechos humanos está integrada a todos los cursos.

Pero los opositores dicen que son cambios cosméticos. El representante Joe Moakley, quien promovió una medida para clausurar la escuela en el Congreso, dijo que cambiar el nombre de la escuela y mejorar sus cursos no es suficiente. "Es como ponerle perfume a un desecho tóxico", indicó.

Bourgeois, quien inició las protestas contra la escuela tras el asesinato de los jesuitas en El Salvador en 1989, comentó que el anuncio del Pentágono del cambio de nombre de la escuela y la reforma de su programa de cursos fueron para distraer de la atención de la manifestación de este fin de semana.

"Como lo ha hecho por más de 50 años, la Escuela de las Américas continuará capacitando a soldados latinoamericanos en guerra sicológica, técnicas de contrainsurgencia y de combate", dijo Bourgeois.