* La semana política en Estados Unidos

 

* Un precandidato multimillonario juega con la elección

* Donald Trump, el rey de bienes raíces, hace sondeos

* Se define como liberal en lo social y conservador en lo fiscal

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 20 de noviembre * Su nombre está en diversos edificios de lujo en esta ciudad, así como en Florida y en cuatro casinos en Nueva Jersey; es conocido por cualquiera que pretende ser, o sueña con ser, de la "buena sociedad"; sus dos ex esposas, varias ex novias, y su novia du jour son todas modelos; y ahora este hombre está jugando seriamente con la idea de desplegar su nombre desde los balcones de la Casa Blanca y ofrece tener la primera dama más bella.

Confirmando que el dinero hace todo posible en este país, el rey de bienes raíces, Donald Trump, está "explorando" lanzarse como candidato a la presidencia.

Trump, cuya cualidad más conocida es su fortuna, que él mismo estima en 5 mil millones de dólares (aunque fuentes independientes lo calculan en 1.5 mil millones), decidió renunciar a su membresía en el Partido Republicano, con el propósito de considerar una campaña presidencial desde el Partido de Reforma, fundado por otro multimillonario con ambiciones presidenciales, Ross Perot, y cuyo miembro más famoso ahora es el actual gobernador de Minnesota, Jesse Ventura.

Trump acaba de regresar de su primer gira política después de declarar su intención de "explorar" la posibilidad de lanzarse como candidato, y eligió presentarse ante la influyente comunidad cubana de Miami el lunes pasado. Ahí, ante un público que coreaba "Viva Trump" en español, el multimillonario encantó al declarar que Fidel Castro debería dejar el poder y que sólo tendría dos palabras para el mandatario cubano: "Adiós, amigo", y dijo que deseaba ser el dueño del primer hotel en una Cuba "libre".

Con Melania Knauss, su joven novia, vestida de forma conservadora por primera vez en su vida ųun vestido Calvin Klein negro y grisų a su lado, las fotos de la pareja se publicaron si no en las secciones políticas, sí en las de sociedad en los periódicos del país.

Para la comentarista del New York Times, Maureen Dowd, este "coqueteo" de Trump con la política nacional es simbólico del momento. "Nuestra política está distorsionada por dinero, celebridad, encuestas y comportamiento burdo, y nuestra cultura está definida por el azar de alto riesgo de la bolsa de valores, el narcicismo del boom...". Dowd informa que Trump señaló que entre sus cualidades, comparado con los otros candidatos, es que es más rico y más atractivo al público.

"Ellos ganaron miles de millones de dólares en un periodo corto de tiempo? ƑLo podrían hacer? No". Concluye Trump: "Creo que la única diferencia entre yo y los otros candidatos es que soy más honesto y mis mujeres son más bellas".

Su plataforma política en cuestiones económicas ocupa una página y media, pero en ella propone un impuesto a los ricos que generaría 5.7 mil millones, algo diseñado precisamente para hacer lo que hizo, provocar a todo mundo y con ello atraer más atención. Forma parte de una estrategia política que fue desarrollada por el mismo tipo que ha manejado el imperio económico y social de Trump, Roger Stone, quien ahora encabeza el comité de exploración de una campaña presidencial.

Stone tiene su propia historia en los pasillos del poder y del dinero. A los 19 años de edad se integró al equipo de maniobras políticas secretas del entonces presidente Richard Nixon, fue amigo del anticomunista operador político Roy Cohn, asesor de las campañas de Ronald Reagan y George Bush (padre). Se pinta el pelo por odiar su color natural (café).

Tiene fama como experto de la publicidad negativa en las campañas electorales. Por ejemplo, cuando trabajó en el comité de reelección de Nixon, donó dinero a la campaña primaria de un retador republicano, utilizando el nombre de una organización izquierdista, y después envió el recibo a un diario, recordó el New York Times.

Cuando Trump decidió formar un comité de exploración, a principios de octubre, estallaba una pugna interna dentro del Partido de Reforma entre las fuerzas aliadas a Perot, y otras a Ventura. Perot, al perder el control de la dirigencia del partido frente a aliados de Ventura, presionó al republicano y populista de derecha Pat Bucahanan a abandonar su partido y buscar la candidatura de este tercer partido, lo cual ocurrió hace un par de semanas. La facción de Ventura respondió buscando que entraran dos o tres políticos, entre ellos Trump.

Ahora Trump y Stone gozan su aventura casi como una forma de entretenimiento. Stone comentó al Times que mientras Trump esté en la competencia "nunca vamos a aburrir a nadie". El multimillonario de 53 años nunca ha buscado un puesto oficial. Su ventaja obvia para la campaña es su fortuna. Ha dicho que no tendrá que dedicarse a la recaudación de fondos como los otros candidatos, por lo que no tendrá obligaciones y tratos con los que contribuyen a los políticos.

De hecho, por las reglas particulares del Partido de Reforma, donde la primaria se gana recaudando firmas de apoyo en por lo menos 40 estados, los billetes de Trump le dan de inmediato una ventaja sobre Buchanan, quien jamás ha logrado recaudar más de 5 millones para sus dos campañas presidenciales anteriores. Lo que aún está por verse es si el otro multimillonario del partido, Perot, decide apostar con lana a la candidatura de Buchanan.

El otro talento de Donald Trump brota de su famoso ego: después de anunciar que exploraría formalmente una campaña presidencial, dijo que la respuesta popular en las encuestas ha sido "increíble". Sin embargo, nadie ha podido verificar este fenómeno.

"Las personas está buscando que se les hable derecho. Están cansadas de los políticos", afirmó. Se caracteriza políticamente como un liberal en asuntos sociales pero un conservador en torno a asuntos fiscales. Ego, millones de dólares, mujeres bellas. ƑHabrá otros requisitos para ser líder del mundo libre?