* El monto asciende a 11 millones de dólares
Abrió Merril Lynch 2 cuentas secretas de Cabal Peniche
* Ignoró la firma consejos para prevenir el dinero lavado: Rondiet
Antonio Castellanos * Dos cuentas secretas por 11 millones de dólares del banquero Carlos Cabal Peniche, actualmente preso en Melbourne, Australia, acusado por el gobierno de México por los delitos de fraude y lavado de dinero, entre otros, fueron abiertas por Merril Lynch (ML).
Los depósitos quedaron al descubierto, luego de que Cabal Peniche decidió exigir el monto de los mismos, congelados por ML, que ignoró las disposiciones de la Oficina de Interventoría Cambiaria (OCC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, para prevenir el lavado de dinero.
El abogado de Cabal Peniche, Jacques de Marie Rondiet, afirmó que ML de San Diego, recomendó a su cliente abrir esas cuentas en Suiza, donde se iniciaron con los nombres de Solrac (Carlos al revés) y Cinco, pero el 21 de septiembre de 1994 fueron congeladas. Según la apreciación del abogado, ML al aconsejar la apertura de cuentas codificadas por cantidades sospechosas, faltó a las recomendaciones del gobierno estadunidense.
ML San Diego, al iniciar las negociaciones, consideró que la "solvencia" de Cabal Peniche era amplia. Se calculaba que tenía 200 millones de dólares a título personal, pero cuando descubrió que tenía problemas con la justicia mexicana, confiscó el dinero, congeló la cuenta, pero no aportó pruebas de que la procedencia era ilícita. Cabal Peniche, quien creció al amparo del gobierno de Carlos Salinas, y dice haber financiado con 25 millones de dólares la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio y Ernesto Zedillo, a través de fideicomisos establecidos en Banco Unión, saldrá libre, confía su abogado. Dependerá de los tribunales australianos.
La responsabilidad de Zedillo
Rondiet considera: "Si hay delito ligado con fondos en las campañas políticas, habría en este caso un problema común. El caso sería entre Zedillo y Cabal por cuestiones como la eliminación de obstáculos administrativos; se habló de un fraude de 700 millones de dólares y en la documentación se examina que sólo hay 240 millones. El préstamo de Banobras a Cabal por 100 millones de dólares, fue devuelto y hay documentación correspondiente".
Hay acusaciones pero no sentencias, subraya Rondiet en el análisis del caso y su posible desenlace: "La salida de prisión de Cabal depende de los tribunales australianos; si es una solución de justicia será liberado. Sería lamentable que el asunto fuese determinado por venganza política".
Según indagaciones de Rondiet, la justicia mexicana, pese a las graves sospechas de lavado de dinero por parte de Cabal Peniche, aceptó que el dinero depositado en las citadas cuentas no tiene origen ilícito. En México la averiguación 479BJA pide que ésas sean liberadas .
Aun cuando el capital depositado no es causa de ningún litigio, agregó, ML conserva las cantidades. Por parte del gobierno mexicano, no hay orden de confiscación o congelamiento. La justicia en México ordenó notificar al gobierno suizo que no existe razón para congelar estas cuentas, pero este aviso no se ha dado.
Según Rondiet, se deduce que ML no obedeció los acuerdos de la OCC de investigar la personalidad de inversionistas de países de alto riesgo, como México.
De acuerdo con la OCC hay 12 recomendaciones que no se siguieron en la apertura de cuentas codificadas, métodos tradicionales usados en paraísos fiscales donde hay una gran flexibilidad, casi delictiva, para proteger capitales de procedencia turbia.
Estas sugerencias de ML a inversionistas latinos son frecuentes. Otro caso concreto es el del periodista Jorge Saldaña, a quien recomendaron abrir una cuenta secreta. Le sugirieron el nombre de Jalapa, por ser oriundo de esa ciudad capital.
En su caso, cuya información se ofrece de manera separada, no funcionó, porque se opuso a no tener acceso a su capital a través de una tarjeta de crédito. "Yo no tengo nada que ocultar, el origen de mi capital es transparente y requiero de una tarjeta para hacer mis operaciones", precisó Saldaña.