* Pendiente aún, la justicia social, dice al asumir la candidatura del PRI
Ofrece Labastida gobierno "con rumbo"
Enrique Méndez y José Gil Olmos * Tras rendir protesta como candidato del PRI a la Presidencia de la República, en un escenario monumental y ante miles de priístas ųentre los que no figuró Roberto Madrazo Pintadoų, Francisco Labastida Ochoa convocó a comenzar una lucha "contra la desigualdad y la pobreza; contra la inseguridad, la corrupción y el desempleo", y ofreció un gobierno "con rumbo".
Y subrayó: "El país navegará a puerto seguro; no habrá improvisaciones, aventuras ni saltos al vacío. Se apoyará todo lo que ha dado buenos resultados. Conduciré los cambios para reafirmar los anhelos de millones de mexicanas y mexicanos que quieren una transformación profunda".
En un discurso de menos de 20 minutos, y una vez que el presidente del PRI, José Antonio González Fernández, le tomó la protesta como candidato oficial en el escenario armado en la sede nacional del tricolor, Labastida aseguró que en la historia del país se han dado grandes cambios, y que si bien se vive un ambiente democrático, "está pendiente" la justicia social. "Digámoslo con verdad y honestidad: el número de pobres ha crecido. Somos una nación con profundas desigualdades. En el campo hay pobreza. México crece a dos velocidades: el sur y el sureste están rezagados".
De pie en el enorme templete, que simulaba un gran logotipo del PRI, pero que más bien parecía un gigantesco trono, reiteró que los casi 10 millones de votos emitidos el pasado 7 de noviembre legitiman su candidatura y ubican al tricolor en la expectativa de ganar no sólo la Presidencia, sino también la mayoría absoluta en el Congreso, y recuperar la jefatura de gobierno de la ciudad de México.
Según Labastida, el PRI salió fortalecido de su competencia interna y unido para la campaña constitucional, aunque Madrazo no asistió a la fiesta pese a que Fernando Gutiérrez Barrios le advirtió el martes que había suscrito un compromiso y estaba obligado a presentarse. Desde el lunes 8, el tabasqueño dijo que no acudiría a la ceremonia, "para no convalidar" la elección, y cumplió.
Sin embargo, sí estuvieron en las primeras filas los otros dos ex precandidatos, Manuel Bartlett Díaz ųel primero en presentar sus respetos a Labastidaų y Humberto Roque Villanueva. Ambos ya de ese lado. Incluso, cuando se le preguntó a Bartlett si había visto a Madrazo entre los asistentes, con su mano sobre los ojos y viendo a lo lejos dijo irónico: "No lo veo". Roque también desdeñó el significado de la ausencia del gobernador con licencia: "Eso no es lo importante".
Labastida tuvo buen cuidado de aclarar que su candidatura es producto "del voto de la gente", pero también expresó su reconocimiento a "la honestidad, vocación de estadista" y la "gran tarea democratizadora" del presidente Ernesto Zedillo.
En su intervención, el sinaloense se refirió en dos ocasiones a Luis Donaldo Colosio Murrieta, aunque en sus 12 cuartillas no había una referencia escrita y precisa al asesinado candidato del PRI. Después del reconocimiento al Presidente, aseguró que los ideales por los que luchó el sonorense "están vivos y vigentes".
Tras mencionar que el domingo 7 de noviembre los cuatro precandidatos priístas recibieron "más votos que los obtenidos jamás en elección alguna por un partido de oposición", destacó: "Este es el PRI que soñó Luis Donaldo Colosio, capaz de convocar a 10 millones de votantes. Nadie más tiene esa legitimidad. Aquí está la fuerza del nuevo PRI".
Ambas menciones a Colosio Murrieta habían recibido un aval previo por parte de Luis Colosio Fernández, con quien se reunió en su primer acto de precampaña hace tres meses, en Magdalena de Kino. Anoche, en la explanada del PRI, Luis Colosio le dio un abrazo fuerte, prolongado, al candidato oficial. En primera fila, también su equipo de campaña.
šEsta sí es cargada!
Horas antes, a la manzana de Insurgentes Norte 59 y Héroes Ferrocarrileros fueron llegando miles de personas, en su mayoría acarreados por sus directivas sindicales: petroleros, billeteros, obreros, cenecistas, del sector popular...
A la cargada se sumaron también decenas de políticos, senadores, diputados, secretarios de Estado, gobernadores, y muchos más en busca de un hueso, pero que aun así no pusieron demasiado empeño a la hora de los aplausos.
ųšLo que tiene uno que soportar por una diputación! ųgritaba un viejo priísta, entre los empujones para ingresar al estacionamiento convertido en gran foro.
--Ya ni siquiera por ser diputado ųreviró Víctor Manzanilla, hijo del ex gobernador de Yucatánų, šsino por una candidatura!
En el tumulto, Carlos Rojas Gutiérrez, coordinador de Participación Social en la precampaña, también sufría para entrar. Del brazo llevaba a su esposa. "Mira ųdijo a un reporteroų, šésta sí es cargada!"
En este nuevo PRI el espectáculo prevaleció sobre el mensaje: luces láser, las pancartas de más de 20 metros con el rostro del candidato, los mariachis, el sonido, las olas en gayola, las riñas con el equipo de seguridad, las pantallas gigantes donde se repetía el paso de Labastida entre la gente. A lo lejos, desde las tribunas, la figura del candidato se veía diminuta en un templete construido para engrandecerlo.
A Labastida lo iluminaban grandes faros ųsu apellido se desplegaba en luces de neón. Dueño del foro, reconoció los altos índices de inseguridad y aceptó que el narcotráfico es un problema que atenta contra la seguridad nacional. Luego de asegurar que con él "no habrá improvisaciones", ofreció un "cambio con rumbo para no tener crisis, bajar la inflación y hacer del empleo bien pagado una realidad". Y estableció como principales compromisos la justicia social y la seguridad pública.
"Vamos a combatir frontalmente la delincuencia y el narcotráfico para reconquistar la tranquilidad. Convoco a todos los mexicanos a que recuperemos el dinamismo de las clases medias. Me comprometo a promover una mejor educación, una vida de calidad, más empleo y apoyos a la pequeña y a la mediana empresas. Me comprometo a ser el abogado de las mujeres en la defensa de sus derechos."
Convocó a los empresarios a reafirmar su confianza en el país y los invitó a invertir pues, dijo, su compromiso es hacer una política económica que fomente la inversión y dé seguridad al crecimiento.
Labastida dedicó tres líneas a los indígenas, a quienes aseguró apoyará para superar las condiciones de marginación, pobreza y atraso que la mayoría padece, y ofreció poner todo su esfuerzo para cerrar "la brecha de injusticia" entre ricos y pobres.
A los viejos conocidos, a sus compañeros de campaña, los reconoció como "la nueva cara" del PRI, y los exhortó a demostrar "que allí está el cambio con rumbo" para las elecciones del 2 de julio del 2000.