PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
El PRI y sus mitos
* Preparan acuerdos en Bucareli * Concertacesión en Hidalgo o no habrá presupuesto en el 2000 * Ofrece Labastida cambio con rumbo, y no se ve proyecto * Más marketing que política
Si el PAN, buen aliado del gobierno y su partido desde los tiempos del salinato, abandona las sesiones de trabajo en el Congreso y anuncia la suspensión del diálogo con el Ejecutivo, lo más seguro es que se trata de presionar al PRI-gobierno para una concertacesión. Más aún, si el presidente de la Cámara de Diputados, el panista Francisco José Paoli Bolio, advierte que la aprobación del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos de la Federación para el año próximo podría no darse en diciembre y posponerse para un periodo extraordinario en enero próximo, lo más seguro es que el PRI-gobierno acepte la concertacesión y ceda ante las exigencias del PAN. Y si desde el lunes anterior se advirtió que habría un acuerdo político para salvar la disputa electoral por el ayuntamiento de Pachuca, ahora puede asegurarse que, con todo y que el Instituto Estatal Electoral avaló la constancia de mayoría a favor del priísta Alberto Jonguitud, la presidencia municipal será para el panista José Antonio Tellería, como resultado de los acuerdos de Bucareli que ya negocian el subsecretario de Desarrollo Político de la SG, Jorge Alcocer, y la directiva nacional del PAN, encabezada por Luis Felipe Bravo Mena. Por lo pronto, el PRD se sumó a las protestas por los resultados de los comicios hidalguenses del domingo 14 de noviembre, y exigió anular la elección.
No será la primera ocasión que se negocie un ayuntamiento. Más se perdió en la guerra, dicen los priístas ahora que lucen la figura de demócratas que se construyeron luego de las inéditas primarias del domingo 7, en las que eligieron a Francisco Labastida como su candidato presidencial. Y ayer, al rendir protesta como abanderado oficial frente a miles de priístas, el propio Labastida, que habló de un cambio con rumbo, con certidumbre, con seguridad, no hizo referencia a los cambios en las prácticas electorales de su partido. Qué va. Si el propio Francisco Labastida, para salvar una disputa electoral allá en su estado, Sinaloa, aceptó que el PRI de Colosio entregara el ayuntamiento de Mazatlán al PAN, ante las protestas de los priístas sinaloenses, entre ellos el ahora gobernador Juan S. Millán, que como dirigente estatal del PRI ųluego de la concertacesiónų renunció a la presidencia de su partido. Esta vez ocurrirá lo mismo: si en 1990 el PRI entregó la alcaldía de Mazatlán al panista Humberto Rice, ahora entregarán la de Pachuca al también panista José Antonio Tellería.
ƑAlguien piensa que el PRI que abanderó a Colosio es distinto al PRI que ayer abanderó a Labastida? Para nada: el PRI es el PRI y los priístas son los priístas, aunque en los últimos años desde el gobierno, particularmente en los tiempos de Carlos Salinas, se impulsaron cambios que han afectado ųy no siempre para bienų al propio partido y al priísmo nacional, aunque los priístas de siempre pregonen que las primarias del domingo 7 fueron el acto político más importante del PRI desde su fundación. Ayer mismo, para cerrar ese suceso, el candidato Labastida llamaba a la unidad de su partido para ganar el 2000, sin hacer referencia a que la reunificación de cuadros políticos sólo es posible con un proyecto ideológico. Y viene a cuento porque, quiéralo o no el líder nato del priísmo (17 millones de votos lo avalan, dice) y lo acepte o no el señor Labastida (6 millones de simpatizantes se le acreditan), el priísmo no tiene un proyecto ideológico. Y que los puristas del priísmo no pretendan poner sobre la mesa los documentos básicos de su partido, porque bien saben que su contenido nada tiene que ver con el gobierno de los tecnócratas en el poder; tampoco digan que la multirreformada Constitución es el sustento ideológico de un parchado proyecto partidista. ƑSerá acaso el discurso de Carlos Jarque en el 89 aniversario de la Revolución Mexicana el proyecto del nuevo PRI?
Ayer en el discurso del candidato presidencial se confirmó que el PRI no tiene un proyecto de nación que ofrecer a más de 50 millones de mexicanos con derecho a votar en el 2000. ƑCuáles son la soberanía, la justicia y la democracia que el priísmo persigue y ofrecería a los mexicanos, de ganar el poder? Hasta ahora ninguno de los partidos ni sus candidatos ųtienen plazo legal para presentar su plataforma hasta fines de eneroų ha propuesto un proyecto de nación para enfrentar la globalización de la sociedad de mercado la próxima década y lo que venga. No hace falta, dirán los que aceptan el fin de las ideologías. Ya lo tiene el PRI, dirán los ortodoxos priístas, que a pie juntillas aceptaron la declaración de Labastida la noche del domingo 7: "el nuevo PRI se aleja de Salinas y recupera los ideales de Colosio". ƑY cuáles fueron los ideales de Colosio? ƑLos que dicen escribió Enrique Krauze (el ideólogo del panismo ilustrado) y leyó Colosio aquel 6 de marzo del 94? ƑLos apuntes discursivos que Santiago Oñate, Cesáreo Morales y otros más hacían para Colosio? Si Labastida propone hoy los ideales de Colosio y no el proyecto ideológico del PRI, a cambio del voto ciudadano, ofrece el mito que construyó el PRI de Salinas luego de la ejecución de su candidato presidencial. No hay más que leer ahora, cinco años y ocho meses después, aquel discurso de Colosio en el 75 aniversario del PRI, texto que dicen algunos es la "exposición cumbre de su ideario", porque aquel 6 de marzo, tres meses después de que Carlos Salinas lo designó candidato presidencial, el sonorense planteó una distancia definitiva entre su partido y Los Pinos. Bueno, al menos así lo dijeron los hombres del presidente (Salinas de Gortari) que no asistieron al aniversario partidista y, horas después y hasta la ejecución del candidato presidencial, dirían que Colosio "traicionó a su amigo Salinas... mostró su deslealtad al presidente", como escuché (junto con un amigo periodista) decir a Emilio Gamboa Patrón en su oficina de secretario de Comunicaciones, el 9 de marzo de aquel trágico 1994. De aquellos tiempos han pasado muchas lunas. El nuevo PRI con Labastida, sin proyecto ideológico para reunificar sus cuadros, no tiene más que ofrecer que el recuerdo de Colosio, el mártir del priísmo, y el denuesto de Salinas, el villano de todos favorito... Total, un discurso en tiempos del marketing.
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