* Repercutiría en el desarrollo de la ciudad, dice


Insta Camacho Solís a no politizar el tema de las finanzas capitalinas

Gabriela Romero Sánchez * El ex regente y actual dirigente del Partido de Centro Democrático, Manuel Camacho Solís, llamó a los diputados federales y locales, así como a los órganos políticos, a no convertir el asunto de la deuda y las finanzas públicas del Distrito Federal en una bandera electoral para el 2000, porque esto repercutiría no sólo en el desarrollo de esta ciudad, sino también en la manera como será evaluada la administración capitalina.

Al participar como ponente en el foro Los retos de la ciudad: deuda y presupuesto en el Distrito Federal, organizado por la Asamblea Legislativa, Camacho Solís aclaró que no está pidiendo a los legisladores que le autoricen al Gobierno del DF el monto de deuda que solicitó la semana pasada Rosario Robles, jefa del GDF, pero sí que analicen con cuidado la propuesta para no convertirla en una arma política.

"Entiendo que los diputados defiendan sus intereses partidistas, pero en este caso sería muy peligroso utilizar la deuda como arma, que incluso podría revertirse en contra del PRI, en caso remoto de que llegará a ganar en el 2000", advirtió.

Camacho Solís enfatizó que no por perjudicar al PRD se vaya a pasar la "factura" a los capitalinos. Por ello, invitó a evitar cualquier exceso, porque al igual que el partido en el GDF (de la Revolución Democrática) pudiera hacer uso político de los recursos, los de oposición (Acción Nacional y Revolucionario Institucional) podrían colocar a la actual administración en una "situación inmanejable, donde la ciudad tendría que pagar los costos adicionales por las decisiones del pasado, las del presente y por la falta de apoyo al proyecto que mejor exprese los intereses de la ciudad".

El ex regente capitalino en la administración de Carlos Salinas de Gortari admitió que en los dos últimos dos años, el Gobierno federal no tenía argumentos sólidos para rechazar la petición de endeudamiento que hizo el gobierno cardenista. "No hay duda de que la decisión estuvo marcada de contenidos partidistas", dijo.

Solís Camacho reseñó la situación en que se encontraban las finanzas cuando llegó al Departamento del Distrito Federal y cómo las dejó. "Los hechos son contundentes y los números no dejan lugar a dudas. Durante mi gestión, el Distrito Federal fue la entidad más sana del país. Se hizo más obra con una situación adversa y no se dejó una deuda excesiva; es más, había en Tesorería los recursos suficientes para pagarla", concluyó.

En el documento que leyó, Manuel Camacho Solís indica que entre el primero de diciembre de 1988 al primero de diciembre de 1993, el Distrito Federal acumuló una deuda que llegó a 489 millones de pesos a las tasas de intereses más bajas y con los plazos más bajos que había en el mundo. "En 1997 la deuda había ascendido a 11.784 millones de pesos, lo que refleja cómo cambió la situación, ya que hoy la deuda es un problema mayor y ya gravita sobre la manera como va ha terminar esta administración, y limita seriamente los márgenes de acción de quienes habrán de gobernar a partir de diciembre del 2000", explicó.