Emilio Pradilla Cobos
La propuesta del PRD para el DF
Elegido el candidato del PRD a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal por el voto de militantes y simpatizantes, es el momento para debatir lo que será su propuesta política a los capitalinos.
Ella deberá tener como directriz esencial la profundización y ampliación del cambio democrático iniciado por el actual gobierno, que por su corta duración y la gravedad de la crisis urbana, que recibió como herencia del PRI, sólo podrá cimentar.
Por la complejidad económica, social, cultural y territorial de la urbe esta propuesta tendrá que responder a todos sus componentes estructurales y dirigirse a todos los sectores y actores sociales. Las propuestas esbozadas por los cinco precandidatos ofrecen una materia prima de gran riqueza que hay que combinar en la plataforma del candidato perredista; en ellas se observan grandes temas estructuradores.
Asumir las políticas para el DF como parte de realidades urbanas mayores: la zona metropolitana, la megalópolis del centro del país y todo México, incluyendo propuestas para el desarrollo socioeconómico integrador de estos ámbitos, y para lograr el consenso y la concertación de su planeación y gestión. Dinamizar el crecimiento económico metropolitano para crear mucho más empleo estable bien remunerado, y revertir la terciarización informal actual mediante: apoyo prioritario a la micro, pequeña y mediana empresa agropecuaria periurbana, industrial sustentable, comercial, turística y de servicios; promoción de encadenamientos productivos; garantías a la inversión productiva; promoción de nuevas formas territoriales y organizativas modernas, y dotación de infraestructura tecnológicamente adecuada.
Continuar la reconstrucción de la responsabilidad social del gobierno como política central para garantizar a todos la satisfacción de los derechos humanos y sociales esenciales (educación, salud, vivienda, recreación y alimentación), focalizando la acción en las zonas más excluidas, incluyendo acciones complementarias de equidad para los sectores socialmente más vulnerables: mujer, tercera edad, niñez, sujetos de adicciones y enfermedades crónicas.
Responder al rezago acumulado y modernizar la infraestructura y servicios urbanos, como soporte del crecimiento económico, el bienestar social y el mejoramiento de la calidad de vida de los capitalinos.
Llevar la cultura, ciencia y tecnología a los sectores sociales mayoritarios, hoy excluidos.
Llevar a cabo una reforma tributaria local, progresiva y equitativa que eleve y asegure los ingresos de la ciudad; otorgar subsidio solo a quienes lo necesitan; aplicar la austeridad republicana, y reorientar el gasto público hacia las prioridades del desarrollo social y económico. Garantizar la seguridad pública luchando contra la pobreza, erradicando la corrupción judicial y policial, mejorando la calidad y remuneración de las policías, y promoviendo la cultura ciudadana de la cooperación contra el crimen.
Profundizar la construcción de una administración eficiente, simplificada, transparente y austera que rinda cuentas a los ciudadanos, y cuyos funcionarios sean de carrera, por méritos y no tengan privilegios y protecciones gremiales ilegales.
Concluir la reforma política para el Distrito Federal, convirtiéndolo en Estado con municipios, congreso y constitución; creando formas operativas de coordinación o gobierno metropolitano y megalopolitano, y profundizando la separación de poderes.
Ampliar y promover las formas institucionales y autónomas de participación ciudadana y someter a referendo o plebiscito las decisiones más importantes del Ejecutivo o Legislativo que afectan a los ciudadanos.
Ampliar la acción pública para la reducción de la contaminación ambiental y la protección de los recursos naturales, sobre todo el agua, mediante la regulación democrática y la acción corresponsable del gobierno y la sociedad, y atender prioritariamente a los ámbitos urbanos más vulnerables a riesgos naturales u organizativos. Construir una planeación urbana estratégica, democrática, de largo plazo, flexible y promocional; proponer proyectos urbanos de interés y beneficio colectivo a quienes producen la ciudad, y revisar y aplicar la normatividad urbana sin corrupción y para fines de desarrollo.
Las políticas generales deberán especificarse en acciones colectivas que involucren, de distinta forma y combinación según el caso, al gobierno, empresa privada, organizaciones sociales y ciudadanos para rehacer la viabilidad de la metrópoli y seguir contrayéndola como un espacio de calidad para todos sus habitantes.