Ť Salazar Mendiguchía: avergüenza la política "indecente" del gobernador


Perredistas demandan la destitución de Albores

Andrea Becerril Ť La exigencia de juicio político y destitución del gobernador interino de Chiapas, Roberto Albores Guillén, fue llevada ayer a la tribuna del Senado de la República por la fracción del PRD, por medio de Mario Saucedo, y secundada por el legislador independiente Pablo Salazar Mendiguchía.

"Los chiapanecos decentes no sólo no nos sentimos representados por Albores, sino profundamente avergonzados por la vulgar e indecente política que ha practicado", señaló Salazar, y resaltó que el mandatario interino no tiene autoridad para conducir las circunstancias actuales de la entidad "ni el delicado proceso electoral que se avecina".

Leyó una carta que hace 96 años envió el chiapaneco Belisario Domínguez al entonces presidente de la República, Porfirio Díaz, en la que hacía notar la necesidad de introducir la moralidad en el gobierno estatal, pues lo único que se hacía con los gobernadores que faltaban a sus deberes era quitarlos, pero "sale uno malo y entra otro peor".

La situación, agregó el también candidato por la coalición opositora al gobierno de Chiapas, sigue siendo la que denunció Belisario Domínguez en 1903. "Más de 150 gobernadores interinos en 178 años de vida independiente de la entidad y sobran los dedos de una mano para contar los buenos o malos gobernantes".

Saucedo, a nombre de los senadores del PRD, hizo una amplia exposición de la actuación de Albores, la que, expresó, preocupa a su fracción parlamentaria y a diversos sectores sociales por "los grados alarman-tes de inestabilidad" que está provocando.

Aludió a la estrategia de contrainsurgencia hacia el EZLN, a la destitución arbitraria del líder del Congreso estatal, que es incluso priísta, lo que demuestra "el alto grado de autoritarismo, prepotencia y corrupción con que se conduce la máxima autoridad de Chiapas".

El Congreso de la Unión, agregó Saucedo, no puede mantenerse ajeno a lo que está sucediendo en Chiapas, "herida abierta, profunda y doliente para la sociedad mexicana, que puede gangrenarse si no se atiende oportunamente".

La fracción del PRD, añadió, considera por ello que es insostenible la permanencia de Albores, y exige que sea removido y sometido a juicio político, como lo han demandado representantes de los partidos de oposición chiapanecos.

Salazar se sumó a la demanda, lamentó "que estemos terminando esta legislatura con los mismos temas que comenzamos, con el agravante de que han entrado a una etapa de franca descomposición por la incapacidad del gobierno para resolverlos".

Convocó a los legisladores a evitar que, por ser un tema recurrente en los últimos cinco años, se haya perdido la sorpresa por lo que ocurre en Chiapas, estado que es "víctima del centralismo de facto y del federalismo simulado".

Agregó que Albores "pasará a las estadísticas, que no a la historia de Chiapas, en el rango de los peores entre los peores", pues el nivel de degradación a que se ha llegado en su gestión no tiene precedente.

"Por esa razón me sumo a la demanda que legisladores chiapanecos y el compañero Saucedo hacen pública y reiterada: el juicio contra Albores Guillén y su salida es una exigencia. Aunque en Chiapas ya no sabemos si lo que necesitamos es el juicio político del gobernador o un político que gobierne con juicio".

Insistió: "Para los momentos difíciles que nos esperan, Albores no tiene la autoridad para conducir ni las circunstancias actuales de Chiapas ni el delicado proceso electoral que viene".

Leyó luego la carta de Belisario Domínguez a Díaz, en la que se expresa: "En un país donde la cosa pública marcha tan mal como en Chiapas, se necesitan medidas enérgicas, y solamente hará usted feliz al estado cuando emplee su energía en corregir a los malos gobernadores. Hasta hoy, el único castigo que usted ha impuesto a los gobernadores que han fallado a sus deberes es quitarlos del gobierno. Eso es lo mismo que nada, señor presidente. Sale uno malo y entra otro peor... el remedio está en sus manos".

Al final de la lectura, Salazar advirtió que casi un siglo después nada ha cambiado.

Otra chiapaneca, la independiente Irma Serrano, se refirió también al tema. La entidad sureña, aseveró, ha sido vejada y los indígenas no reciben ayuda alguna.

El PRI envió a tribuna a Mario Vargas Aguiar, senador por Baja California Sur, para tratar de defender a Albores. En su argumentación, el legislador advirtió que la demanda de juicio político contra el gobernador de Chiapas está en la Cámara de Diputados y debe esperarse a que ese organismo determine lo que procede.