Ť El aviso, dos meses antes de los eventos


Cruz Roja alertó a Carrasco de la posibilidad de inundaciones

Ť El secretario pidió a la institución coordinarse con Cenapred

Ť Necesario, continuar apoyando a damnificados: Moreno Valle

El presidente de la Cruz Roja Mexicana, Rafael Moreno Valle, informó ayer que "personalmente" alertó al secretario Diódoro Carrasco Altamirano de "la posibilidad de que se registraran ciclones e inundaciones" en territorio nacional, dos meses antes de que ocurrieron los fenómenos meteorológicos que dejaron cuando menos 500 mil damnificados en siete entidades, a lo cual el titular de Gobernación sólo respondió que la benemérita institución "debería coordinarse con el Cenapred".

Acompañado por el director del DIF, Enrique Burgos García, Moreno Valle presentó el balance de la Cruz Roja. Indicó que hasta el 12 de noviembre la institución había entregado 4 mil 387 toneladas de ayuda humanitaria a damnificados de Tabasco, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Chiapas, San Luis Potosí y Tamaulipas. Agregó que se han recibido donaciones del exterior por casi 6 millones de pesos.

Admitió que aunque ya se superó la etapa crítica, la situación sigue siendo de emergencia, pues aún hay miles de afectados que viven en albergues. En el campo, ejemplificó, la Cruz Roja no ha podido auxiliar a la población, ya que los cultivos todavía están inundados.

Por ello, subrayó, el programa para atender a las zonas devastadas por las inundaciones y el sismo de octubre en Oaxaca deberá extenderse cuando menos hasta finales de enero próximo, por lo que se requerirán unas 5 mil toneladas más de ayuda humanitaria. "Seguimos con las manos extendidas para recibir ayuda", exclamó, tras comentar que en las bodegas de la institución sólo quedan 600 toneladas.

Sobre las advertencias que hizo al secretario de Gobernación, aseveró que el funcionario le pidió que "se coordinara con el licenciado Alcudia", del Centro Nacional de Prevención de Desastres, pero no aportó más datos sobre cuáles fueron los términos de esa coordinación ni si tuvo algún efecto.

Ante esos informes, abundó, la Cruz Roja hizo un inventario de sus recursos y almacenó unas 500 toneladas de ayuda para atender a la población en caso de registrarse la eventualidad. Los recursos almacenados incluían agua embotellada, materiales de curación, ropa, cloro, cereales y alimentos enlatados, entre otros. Ello, expresó, permitió actuar con prontitud en estados como Oaxaca, que antes de las inundaciones padeció un fuerte sismo, el mes pasado.

Señaló que todavía no hay un programa gubernamental para la fase de restauración, por lo que ésta podría durar de uno a dos años, pues existen cientos de casas destruidas en las regiones afectadas.

Consultado sobre si las declaraciones del presidente Ernesto Zedillo acerca de las donaciones de otros países habían desalentado la ayuda de éstos, respondió que no. "La canciller Rosario Green (sólo) dijo que todas las donaciones deberían canalizarse a través de la Cruz Roja. Aceptamos donaciones, pero no las pedimos", aclaró.

En este punto, reportó que hasta el momento se han recibido 5 millones 980 mil 667.97 pesos en donaciones de gobiernos e instituciones extranjeros, más 210 mil dólares que ayer mismo entregó a la Cruz Roja el gobierno de Alemania.

Entre los donantes se encuentran la Cruz Roja estadunidense (100 mil dólares), la embajada de Corea (30 mil dólares) y Pegaso (20 mil).

En entrevista posterior, anunció que la institución a su cargo comenzará un programa de apoyo a las áreas siniestradas por la sequía en el norte del país, para lo cual adelantó que solicitará información oficial sobre los daños cuantificados en estados como Durango, Zacatecas o San Luis Potosí, con el objetivo de evaluar qué tipo de ayuda brindará.

Ante ello, convocó a los ciudadanos a seguir haciendo donaciones para atender también este problema, que afecta a familias rurales que se dedican al autoconsumo, cuyos cultivos resintieron los efectos de la sequía.

En tanto, Enrique Burgos García manifestó que el DIF canalizó ayuda a las entidades afectadas mediante sus sistemas de distribución estatales. En este contexto, dijo que se reportaron 32 casos de niños que perdieron a sus padres durante las inundaciones, mismos que ya fueron reincorporados a la vida familiar, con abuelos u otros parientes. (José Juan de Avila.)