Ť La democracia, imprescindible para el desarrollo
Sin hombres y mujeres libres no hay naciones soberanas: Zedillo
Ť Cooperación internacional, clave para impulsar el crecimiento
Rosa Elvira Vargas y David Aponte, enviados, La Habana, 16 de noviembre Ť Con una amalgama conceptual, el presidente Ernesto Zedillo cerró su participación en los trabajos de la novena Cumbre Iberoamericana para establecer que no puede haber soberanía completa sin democracia, y que no puede haber naciones soberanas sin hombres y mujeres libres.
Hombres y mujeres, puntualizó el mandatario, que puedan "ejercer cabalmente sus libertades esenciales": pensar y opinar, actuar y participar, disentir y escoger.
En lo que a todas luces constituyó la más clara definición del gobierno sobre la prohibición que existe aquí para la disidencia política, así como otras características del sistema socialista que se ejerce en este país, el jefe del Ejecutivo de México señaló que esas libertades ciudadanas por las que abogó, son las mismas por las que lucharon "los fundadores de nuestros países porque anhelaban pueblos libres en los que residiera la soberanía nacional''.
Subrayó: "y estas libertades sólo se alcanzan en una democracia plena".
Discurso breve, de apenas poco más de dos cuartillas, leyó el Ernesto Zedillo, y fue interrumpido por aplausos en una ocasión, por los invitados a la ceremonia de clausura en el Palacio de las Convenciones.
Afirmó ahí que entre más vigorosa sea la democracia de cada nación iberoamericana, más libre y digno será su pueblo, y más sólida será su soberanía.
"Y entre más intensos sean nuestros propios esfuerzos por el desarrollo de cada nación y más eficaz sea nuestra cooperación, más rápido alcanzaremos la justicia social y más fuerte será la presencia de Iberoamérica en el mundo", señaló.
El mandatario, que de entrada había destacado lo entrañable que es para México el pueblo "hermano y muy querido de Cuba", ocupó sin embargo la última parte de su mensaje a un destinatario concreto, su propio anfitrión.
Los consensos que se requieren para emprender las profundas reformas económicas y sociales necesarias para alcanzar el desarrollo, ubicó, "sólo pueden construirse en la democracia".
Al igual que una economía fuerte y en crecimiento, planteó Zedillo, la democracia es hoy un pilar imprescindible del desarrollo. Citó ahí las palabras que por la mañana había dicho el presidente portugués Jorge Sampaio, en el sentido de que la democracia es el mejor aliado del desarrollo, como éste lo es de la democracia.
Apuntó entonces que "la democracia también es necesaria para preservar y fortalecer la soberanía nacional que tanto valoramos los pueblos iberoamericanos".
La soberanía de cada nación, reafirmó Ernesto Zedillo, precisa que se le respete invariablemente conforme a los principios, bien conocidos pero frecuentemente violados, del Derecho Internacional''
Pero hoy más que nunca, "la soberanía también requiere de la democracia. En este sentido, la democracia también es aliada de la soberanía".
Entonces subrayó: "no puede haber naciones soberanas sin hombres y mujeres libres".
Antes, el presidente había insistido en su recurrente argumento de que sólo el crecimiento económico firme y perdurable puede proporcionar los recursos y las oportunidades para vencer la injusticia y la desigualdad social.
Convino Zedillo en admitir que en los años recientes, la gran mayoría de las naciones de la región han impulsado profundas reformas económicas y sociales, y han venido aplicando políticas "realistas, responsables y congruentes''.
"Debemos perseverar en ellas. Esto requiere de los consensos que sólo pueden construirse en la democracia'', indicó en el tono lacónico que caracterizó al mensaje.
Y es que, planteó antes, ciertamente la cooperación internacional es fundamental para impulsar el desarrollo con bienestar y justicia en las naciones de la región. Al mismo tiempo, planteó que "nadie puede hacer desde el exterior, las tareas que debemos hacer en el interior de cada nación'' para alcanzar el desarrollo.
Sin duda, confió Zedillo, cada esfuerzo de cooperación internacional será correspondido por un esfuerzo siempre mayor al interior de cada país y uno de esos empeños insustituibles e inaplazables es procurar un crecimiento económico dinámico y duradero, que es el único camino para contar con los recursos y oportunidades que permitan vencer la injusticia y la desigualdad social.
Por otra parte, el presidente agradeció la deferencia de que un mexicano haya sido elegido para estar al frente de la Secretaría de Cooperación Iberoamericana, que con carácter permanente tendrá a España como sede. Dijo que esta última fue una buena elección, porque la nación ibérica se ha distinguido por sus aportaciones en ideas, tareas y financiamiento.
Zedillo partió esta misma noche a la ciudad de México.
Declaración de La Habana
Los líderes de 18 países latinoamericanos, así como de España y Portugal, reunidos en la novena Cumbre Iberoamericana, instaron este martes a frenar la influencia de la crisis financiera que ha estremecido a las economías de la región y, una vez más, pidieron el fin de la ley Helms-Burton, que refuerza el embargo estadunidense contra Cuba, y manifestaron su "enérgico rechazo" a la aplicación "unilateral y extraterritorial" de leyes nacionales a terceros países. La declaración firmada por los jefes de Estado y de gobierno, así como por el rey Juan Carlos, titulada Iberoamérica y la situación financiera iternacional en una economía globalizada, exhortó además al pluralismo político. "Reiteramos el compromiso de cada uno de los gobiernos de fortalecer las instituciones democráticas, el pluralismo político, el Estado de Derecho, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales", apuntó la llamada Declaración de La Habana. El documento, discutido y aprobado el lunes por los cancilleres iberoamericanos, insistió "en nuestra exhortación al gobierno de Estados Unidos para que ponga fin a la aplicación de la ley Helms-Burton, de conformidad con las resoluciones aprobadas por Naciones Unidas al respecto", dijeron los gobernantes.
Esa ley de 1996 endureció más el embargo que sostiene Washington contra Cuba desde hace casi 40 años, al incluir la amenaza de sanciones a las empresas extranjeras que mantengan inversiones en propiedades estadunidenses expropiadas tras el triunfo de la revolución en 1959.
El texto también reafirmó "el respeto a los principios de soberanía y no intervención, de la autodeterminación de los pueblos, de la solución pacífica de las controversias y el no uso, o amenaza del uso de la fuerza, y el derecho de cada pueblo de construir libremente la paz, la estabilidad y justicia y su sistema político".
En cuanto al tema central, el de la situación financiera en una economía globalizada, los 16 mandatarios presentes en una cumbre que registró las mayores ausencias en sus nueves ediciones ųfaltaron a la cita Chile, Argentina, Nicaragua, El Salvador y Costa Ricaų advirtieron sobre "las salidas masivas y repentinas de capital y la disminución de los flujos de capital hacia los países en desarrollo, que ha traído las recientes crisis financieras".
También pidieron la reducción de las barreras arancelarias, en vista a la próxima reunión de la OMC, y abogaron por una solución "justa y duradera" al problema de la deuda externa.
Asimismo, se comprometieron a "participar activamente en el diseño de una nueva arquitectura financiera internacional" y a fortalecer el "multilateralismo, la promoción de la solidaridad internaiconal, el trato especial y diferenciado, y el comercio internacional libre".
Durante las sesiones de trabajo a puertas cerradas, los presidentes cuestionaron el proteccionismo económico practicado tanto por Washington como por Europa, la víspera de la Ronda del Milenio que se desarrollará en Seattle a fines de este mes.
Los mandatarios se refirieron a la necesidad de aliviar la carga de la deuda externa, como el ecuatoriano Jamil Mahuad y el venezolano Hugo Chávez, según se desprendió de declaraciones del presidente uruguayo Julio María Sanguinetti.
Además de la Declaración de La Habana sobre los efectos de la globalización, los gobernantes aprobaron otros documentos adicionales sobre el traspaso del Canal de Panamá, el proceso de paz en Colombia, la paz entre Ecuador y Perú, la reonstrucción de Centroamérica, el seguimiento de la cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe, y disputa anglo-argentina por las islas Malvinas.
En todo caso, según coincidieron analistas, la creación de la Secretaría permanente de Cooperación, con sede en Madrid y dirigida por un diplomático mexicano, fue el resultado más concreto de una cumbre histórica por el lugar donde se celebró y por dar a la pequeña disidencia cubana un escenario privilegiado para manifestarse. (Agencias, La Habana)