Ť Se analizan los perfiles de 60 personas: el presidente de la Junta de Gobierno


Sin presiones, el proceso para nombrar rector

Ť Necesario, que quien ocupe el cargo sea conciliador, coinciden miembros de la comunidad

Karina Avilés Ť El presidente en turno de la Junta de Gobierno de la UNAM, Héctor Fernández Varela, informó que por lo menos predominan 60 personajes para ocupar el cargo de rector, y la mayoría de ellos están dentro de la universidad.

Agregó que los universitarios coinciden en que el futuro rector sea un hombre "conciliador". Sin embargo, dijo, los "nombres se dirán a su tiempo". Reiteró que cubrirá un periodo de cuatro años.

Fernández Varela se negó a dar una opinión respecto del subsecretario de Salud, José Narro ųuno de los aspirantes de mayor pesoų, al señalar: "No tengo la apreciación del resto de las comisiones".

Añadió que la Junta de Gobierno no ha recibido ninguna presión por parte de los estudiantes huelguistas en este proceso de auscultación.

Los alumnos en paro que han expresado sus opiniones ante la junta, abundó, lo han hecho no en su calidad de integrantes del Consejo General de Huelga (CGH), sino como representantes del Consejo Universitario (CU) o como estudiantes de algunos de los planteles.

Rechazó dar a conocer los tiempos en que se conocerá el nombre del futuro rector, ya que "debemos hacer una buena auscultación y determinar si ésta es suficiente para tomar determinaciones".

Recordó que las entrevistas con los candidatos iniciarán una vez concluida la etapa de auscultación. Y, al referirse al proceso, señaló que se ha realizado en medio de "una gran armonía", un espíritu universitario y una "gran apertura" para que cada quien exprese su punto de vista.

"Ha sido una etapa muy importante e interesante... se está cubriendo un espectro muy amplio de la comunidad universitaria, alumnos, profesores, investigadores y algunas autoridades y funcionarios. Cada día tenemos una información más rica sobre el sentir de la universidad, la cual es muy diversa".

En el quinto día de sesión permanente, la Junta de Gobierno recibió ayer a consejeros universitarios, alumnos, investigadores, técnicos académicos y trabajadores de la institución. El órgano informó que se ha duplicado el número de expresiones recibidas vía correo electrónico, fax y cartas.

Por otra parte, en una entrevista televisiva, el encargado del despacho de la UNAM, Xavier Cortés Rocha, afirmó que "podríamos tener rector hacia fines de la semana o principios de la próxima", dado que la junta concluirá hoy con el proceso de auscultación y, posteriormente, analizará los principales candidatos para realizar una deliberación.

El funcionario habló de su impedimento para hablar de los nombres de los candidatos que se manejan para suceder a Francisco Barnés, pues la auscultación es una atribución exclusiva de la junta. "Yo no puedo hacer pronunciamientos sobre los nombres ni sobre el proceso mismo".

También rechazó dar una opinión respecto a si existe alguna presión del gobierno para colocar al rector. "Nunca se da este tipo de acciones, pero es una pregunta que, como le digo, yo no estaría en posición ni debería contestar, aun cuando tuviese yo elementos que, por cierto, no los tengo".


Ť La educación superior debe llegar a más mexicanos


El proyecto histórico de la universidad pública, en juego: Luis Javier Garrido

Roberto Garduño Ť El escenario que se presenta en la UNAM es "extraordinariamente difícil para todos, pues en medio de éste se encuentra el proyecto histórico de la universidad pública", señaló Luis Javier Garrido.

El académico dio una conferencia sobre la defensa de la UNAM en el auditorio de la Facultad de Ciencias. De sus argumentaciones surgió que entre los derechos sociales debe reconocerse como fundamental el de todos a la educación superior.

"Que los conocimientos más importantes en la ciencia y en las humanidades estén al alcance de cualquier joven y de cualquier ciudadano; en este sentido, la Universidad Nacional ha sido históricamente un bastión de resistencia a cualquier política de los gobiernos, que a lo largo de este siglo han intentando someter y subordinar la educación superior del país a proyectos políticos o económicos".

Ante un auditorio integrado por estudiantes, académicos y trabajadores, refirió: "Estamos, pues, en el escenario que debe conducir a una universidad de corte muy diferente a la que tenían proyectado los políticos y académicos neoliberales que se apoderaron de nuestra casa de estudios en la última década".

Esa nueva institución, externó, "debe recoger lo mejor de la tradición de la universidad pública latinoamericana; seguirse sustentando en los principios fundamentales de libertad de cátedra, de investigación, en la idea generosa de que la matrícula debe ampliarse y de que la educación superior debe estar al alcance de un número cada vez mayor de mexicanos".

Sobre el congreso universitario resolutivo y democrático que demanda el Consejo General de Huelga (CGH), recordó que habría que retomar, para no repetir, las fallas del "intento" realizado en 1990. El siguiente fue su argumento:

"Las normas fundamentales con que iba a funcionar el congreso no se determinaron, no se acordaron antes de levantar la huelga; no se pactó que se verificara de inmediato"; ello "propició que las autoridades le dieran largas a este proceso de organización, y no se discutieron los temas fundamentales previamente, las mesas redondas de consulta que se organizaron no trascendieron a la comunidad universitaria".

Abundó: "No basta con acceder a la celebración del congreso, es menester acordar las reglas de funcionamiento y de composición del mismo".

Insistió: "Si en 1987 este proceso duró tres años, hoy sería una responsabilidad muy grande del CGH el tener lista una propuesta de cómo puede y debe conformarse el congreso universitario del 2000".

Para el académico, será necesario rechazar acuerdos a espaldas de la mayoría del movimiento estudiantil.

"La sobrerrepresentación institucional, la disciplina de partido con la que actuaban los funcionarios, académicos y estudiantes afines a la rectoría y el principio que se acordó entonces, de tener una mayoría calificada, con dos tercios, para adoptar acuerdos, propiciaron lo que no queremos hoy en día: los llamados acuerdos en corto, en lo oscurito".

En 1990, manifestó, mientras muchos delegados dialogaban y discutían de buena fe, en privado, el entonces secretario general, José Narro, y la que fuera directiva del CEU negociaban acuerdos.

Esto es lo que propiciaría el gobierno si decidiera imponer ahora en la rectoría a un hombre que tiene experiencia en eso, "en las negociaciones en lo oscurito".

Dijo que, como es previsible, el régimen va a resistirse a modificar los principios fundamentales sobre los que se sustenta el control oficial de la universidad.

"Es claro que no basta con la aquiescencia del gobierno a esos seis puntos, que es necesario estar preparados para el desarrollo de ellos, y en el caso concreto del congreso universitario del 2000, esto tendrá que ver con su carácter resolutivo y su realización inmediata, así como con su carácter representativo".


Ť Propuesta de un grupo importante de autoridades


De las filas de la universidad, no del gobierno, el próximo rector

Ť En marcha, campaña en contra del subsecretario José Narro

Roberto Garduño Ť El argumento de la autonomía universitaria fue utilizado por un grupo importante de autoridades de la UNAM, entre las que se encuentran un director de facultad, y varios responsables de institutos, para demandar que el próximo rector de esa casa estudios "no pertenezca a ningún proceso del gobierno ni se le relacione con partido político" alguno.

En alusión a la candidatura del doctor José Narro Robles, los directores de la Facultad de Veterinaria, Luis Alberto Zarco; de los institutos de Geografía, José Luis Palacios; Química, Manuel Salomón; Matemáticas, José Antonio de la Peña; Ecología, Daniel Piñeiro, y de Investigaciones Materiales, Guillermo Aguilar Sahagún, así como cientos de directivos, catedráticos, estudiantes y trabajadores de la UNAM, según refiere el comunicado a la opinión pública que se hizo circular ayer, advierten que el rector que será nombrado por la Junta de Gobierno deberá ser alguien "que provenga de las filas de la UNAM, porque ésta tiene una gran riqueza humana". Durante el transcurso del martes comenzó a operar una maquinaria de propaganda que se opone a la candidatura del actual subsecretario de Salud. Al mediodía circuló un comunicado por medio del que se da a conocer el perfil del nuevo rector de la UNAM:

"Que sea un académico con reconocimiento probado, que haya profesado la cátedra, y que tenga práctica en la docencia y en la investigación; que tenga buena capacidad de negociación y administrativa; que provenga de la filas de la UNAM, porque ésta tiene una gran riqueza humana".

Según el documento, hecho llegar a este diario a través de una agencia de publicidad, se insiste en la coincidencia de un amplio sector de la comunidad de la UNAM, pues el nombramiento esperado para el viernes próximo, como plazo perentorio, requiere "que para darle validez a la característica de autonomía ųel nuevo rectorų, no pertenezca a ningún proceso del gobierno ni se le relacione con partido político.

"Que no sólo sea capaz de resolver el conflicto por el que atraviesa la UNAM, sino que además conduzca a ésta en su permanente superación académica, por eso el sucesor del rector (Francisco) Barnés debe estar inmerso en la vida universitaria, para que pueda entender a la comunidad, la que fundamentalmente tiene interés académico".

Filtraciones y nombres

En medio de esta campaña, ayer altos funcionarios de la rectoría citaron en distintas horas a reporteros de algunos medios de comunicación escrita.

La intención fue la de filtrar la postura de inconformidad que se ha generado entre algunos sectores de la comunidad que conforma la máxima casa de estudios por la candidatura de José Narro Robles.

Dos importantes integrantes de la rectoría dieron a conocer los nombres, que desde su punto de vista merecen ocupar el máximo cargo de gobierno en la universidad. Esa filtración fue la siguiente: Salvador Malo, Bolívar Zapata, Humberto Muñoz, Leopoldo Paasch, Rafael Pérez Pascual, Juan Ramón de la Fuente y Alejandro Cravioto.

A la filtración también correspondió la consabida solicitud de guardar el anonimato ųque se repitió una y otra vezų de los dos personajes que citaron a los reporteros.

Ambos, altos funcionarios de la UNAM, rechazaron lo que será "una imposición del gobierno federal".


Ť José Sarukhán y los "científicos" apoyarían a Francisco Bolívar Zapata


Se dividen los grupos de poder dentro de la UNAM

Karina Avilés Ť De cara a la lucha por la rectoría, los grupos de poder de la universidad se dividen: mientras el grupo del ex rector José Sarukhán apoya al coordinador de la Investigación Científica, Francisco Bolívar Zapata, un buen número de directores de las facultades están con el subsecretario de Salud, José Narro.

La carrera para suceder a Francisco Barnés de Castro ha arreciado la movilidad de los diferentes grupos que pesan en la máxima institución educativa de México. De hecho, casi desde el inicio del conflicto, personajes connotados comenzaron a agilizarse al ver la inminente caída del ahora ex rector.

Sin embargo, fue desde el viernes pasado, a raíz de la renuncia de Barnés, cuando las cartas guardadas salieron al quite para participar en una lucha que si no es abierta ųpuesto que las cosas, como ya es costumbre, se dan por debajo de la mesaų por lo menos sí es férrea: reuniones, adhesiones, promociones e incluso "autopromociones", y hasta conferencias de prensa frustradas, todo, por "ganar" la rectoría.

Es conocida, por ejemplo, la reunión que tuvo ayer el ex rector José Sarukhán con un pequeño grupo de no más de siete universitarios para hablar de la designación que la Junta de Gobierno realizará en los próximos días.

Fuentes universitarias, además de confirmar lo anterior, revelaron la preferencia de Sarukhán para que el coordinador de la Investigación Científica, Francisco Bolívar Zapata, suceda a Barnés de Castro.

Bolívar Zapata, a quien se le ve como un académico más que político, es apoyado, sobre todo, por el grupo de los científicos que vislumbra en él al hombre que garantizaría la continuidad de "un proyecto de excelencia académica", teniendo como esencia la preservación de una universidad "pública y autónoma" ųque no gratuitaų y opuesta al populismo.

De acuerdo con las fuentes, Bolívar Zapata cuenta también con las adhesiones de un sector del grupo Udual, en el cual participan los ex rectores Sarukhán, Octavio Rivero y Guillermo Soberón, además de los directores de los institutos del área de ciencias, algunos de humanidades y hasta un titular de un Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).

La imagen de José Narro, subsecretario de Salud, se ha colocado entre los universitarios como la del "gran negociador", dada su participación en el congreso universitario de 1990, lo que resulta atractivo para todos aquellos que de una u otra manera confían en que él pudiera sacar a la universidad del atolladero en el que se encuentra.

Para algunos, el manejo político de Narro resulta la mejor de sus cartas, aunque para otros un "acuerdo" de naturaleza política podría ser cuestionable, según informaron las fuentes. Pero se conoce que no sólo tiene el visto bueno de un sector de la comunidad, sino también de un grupo numeroso de directores de facultades, entre ellas, Contaduría y Veterinaria, según informaron.

En lo que respecta a Diego Valadés, ex procurador de la República y director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, su apoyo principal viene del grupo Carpizo, de los abogados de la UNAM.

Sin embargo, señalaron las fuentes, a pesar que tiene adhesiones, también cuenta con vetos, sobre todo de algunos directores de planteles que lo reprueban por su actuación en la Procuraduría General de la República (PGR).

Por otra parte, según señalaron, lo que le resta peso es que se le conoce más por su trayectoria de funcionario público que de universitario (también fue procurador capitalino, director general de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobernación y secretario de Gobierno en Sinaloa).

Y en esta lucha por la sucesión, también hay quien dice que quiere llegar a la rectoría. De acuerdo con las fuentes, el director de la Facultad de Medicina, Alejandro Cravioto, y a quien se relaciona con Barnés de Castro, promueve en corto su candidatura para "ganar adeptos".

Y otros, quienes incluso han querido manifestar públicamente su rechazo a las candidaturas externas, mejor se arrepintieron. Fuentes universitarias afirmaron que el pasado lunes pudo haberse realizado una conferencia de prensa, promovida por el secretario administrativo de la UNAM, Leopoldo Paasch, en la cual, de haberse efectuado, se habría manifestado una clara posición en contra de los aspirantes no activos en la universidad.

Sin embargo, la intención se frenó ante las recomendaciones de otros universitarios que fueron convocados a participar, y que sugirieron que lo más conveniente era no dar a conocer, de manera pública, una postura de esa naturaleza.

Por otra parte, hoy, un grupo de académicos de la Facultad de Ciencias Políticas dará a conocer una serie de denuncias en torno a la forma en como se ha llevado a cabo el proceso de auscultación para la designación del rector. Los académicos reclamarán que la JG "no tuvo ni la mínima atención de llamar a los profesores que no pertenecen a los órganos colegiados", informaron algunos de ellos.

El doble adiós

Trascendió que ayer por la noche la Comisión de Contacto (CC) acudió a la casa del ex rector Barnés de Castro con el propósito de intercambiar impresiones sobre su renuncia y, de paso, darle la despedida.

Por otra parte, esa instancia se reunió ya con el encargado del despacho, Xavier Cortés Rocha, quien habría deslizado a los integrantes de la comisión que era su última reunión con la CC.

Cortés Rocha, informaron miembros de la instancia, recalcó la importancia del papel que juega en estos momentos la CC, y sugirió que en ésta recaerá la solución del conflicto... Lo que para algunos sonó un tanto extraño.