La Jornada miércoles 17 de noviembre de 1999

Orlando Delgado
Empleo y desempleo

En Manzanillo se celebró la 21 Reunión Anual del Servicio Nacional de Empleo durante los días 10, 11 y 12 del presente mes. En ella, la Secretaría del Trabajo informó sobre el avance de los programas de apoyo al empleo, ofreciendo una visión optimista del desempeño económico y de su relación con el crecimiento en la creación de puestos de trabajo; como hemos venido escuchando con frecuencia, se privilegia la evolución de la tasa de desempleo abierto, como muestra de que los trabajadores tienen mejores condiciones para encontrar una fuente de ingresos.

Se deja de lado la información que la propia Secretaría del Trabajo ha difundido en relación con el porcentaje de la población económicamente activa (PEA) que está ocupado en el sector formal de la economía. Sabemos que sólo el 48 por ciento de esta PEA se halla en estas condiciones, lo que implica que poco más de 20 millones y medio de trabajadores se desempeña en un puesto de laboral en la economía informal.

Se omite que, de igual manera, la creación de aproximadamente 2 millones y medio de empleos en los últimos cuatro años deja sin incorporarse al trabajo formal a más de 2 millones de mexicanos; más aún, si se sabe que 20 por ciento de los empleos creados fueron de carácter temporal. Por ello, la reducción de la tasa de desempleo abierto no necesariamente indica, como lo hemos advertido en otras ocasiones, que se esté reduciendo el problema; en realidad, más bien alude a que un número creciente de personas ya no busca empleo en el sector formal, debido a que las oportunidades de trabajo, cuando existen, ofrecen condiciones salariales que no resuelven los requerimientos mínimos de ingreso, por lo que se prefiere la inseguridad del empleo informal con mayor remuneración, a la seguridad laboral con ingresos cercanos al mínimo legal.

La Reunión Anual del Servicio Nacional de Empleo permitió conocer que la situación general de los mercados de trabajo admite diferenciaciones importantes en regiones del país, en las que se llega a hablar de condiciones prácticamente de pleno empleo, lo que lleva a buscar trabajadores de otras entidades que estén dispuestos a migrar. Destacan, en este sentido, los casos de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, en el norte del país, y de Aguascalientes, en el centro.

Las actividades de los servicios estatales de empleo se desarrollan, básicamente, en dos grandes áreas: la que se conoce como los servicios de colocación y el programa de becas de capacitación para trabajadores desempleados, el Probecat. Sorprenden los datos presentados en relación con la colocación: se recibieron en todo el país 152 mil personas en búsqueda de empleo, se captaron 489 mil vacantes de trabajo; se logró colocar a 72 por ciento de los buscadores de empleo, que se enviaron a cubrir una vacante, lo que significa que más de 156 mil encontraron trabajo gracias a la acción de estos servicios.

Es importante dimensionar el tamaño del mercado de trabajo para poder calificar el dato de colocación; dos grandes rubros lo conforman: los nuevos empleos, que son entre 500 y 550 mil al año, y la rotación del personal ocupado en el sector formal, que se estima conservadoramente en 2 por ciento, lo que significa cerca de 380 mil puestos de trabajo. El mercado es, por tanto, de 880 mil vacantes, de las que los servicios públicos contribuyen con 18 por ciento de los colocados; este dato resulta alto, comparado con los grandes servicios públicos de empleo de Europa.

Pero hay todavía otros aspectos en los que nuestros servicios aportan colocados: las ferias de empleo que, según el dato ofrecido en este acto, tiene un porcentaje de colocación de 32 por cioento. En este año se han realizado 106 ferias que recibieron alrededor de 272 mil personas, de modo que por este medio se colocaron otras 87 mil.

Además, los servicios de empleo atienden el programa de becas de capacitación, en el que en este año se otorgarán casi 560 mil; según una encuesta realizada entre los egresados de los cursos de capacitación, luego de tres meses, se había colocado 64.8 por ciento de los encuestados, lo que al extrapolarse al total de los becarios señalaría que otros 365 mil se colocaron por esta vía.

Sumados los tres renglones de colocación, tendríamos 156 mil directamente, 87 mil en las ferias y 356 mil a través de la capacitación, es decir, 559 mil colocados por los servicios públicos, 68 por ciento del mercado; lo que es, sin lugar a dudas, increíble. Para que la información presentada pudiera resultar verosímil, sería necesario conocer en detalle los puestos de trabajo en que se ubicó ese enorme número de personas; si se atiende a lo que se informa en los boletines trimestrales de cada uno de los servicios estatales, que reportan la ubicación de sus colocados, queda claro que el rango del mercado en el que se localizan está en los niveles bajos y, en algunos casos, en los medios. En consecuencia, la sorpresa por la eficacia de estos servicios o, cuando menos, por la información presentada, se mantiene.