* Dio a conocer una carta de Albright a gobernantes con instrucciones


Denuncia Cuba injerencia de EU en el mecanismo de la cumbre

* Se han cometido 160 acciones represivas contra la disidencia, acusa el opositor Elizardo Sánchez

David Aponte, enviado, La Habana, 13 de noviembre * Estados Unidos intenta sabotear la Cumbre Iberoamericana, afirmó hoy el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, al dar a conocer una carta de la secretaria estadunidense de Estado, Madeleine Albright, en la que exhorta a los cancilleres y a los jefes de Estado o de gobierno que asistirán a la conferencia de La Habana a reunirse con disidentes al gobierno cubano, así como a instar al presidente Fidel Castro a emprender reformas políticas y respetar los derechos humanos.

"Esta es una muestra desvergonzada de injerencia en el mecanismo de la Cumbre Iberoamericana --expresó el canciller--. Me parece que es un documento que puede ilustrar la veracidad de nuestra denuncia pública de que Estados Unidos está haciendo sostenidos y desesperados esfuerzos para tratar de boicotear la Cumbre Iberoamericana, para tratar de inmiscuirse en un mecanismo del que no forma parte y al cual no está invitado".

De acuerdo con el texto leído y distribuido en conferencia de prensa por el canciller, Albright expresó su esperanza de que cada jefe de delegación busque la forma de reunirse abierta y públicamente con organizaciones religiosas, políticas y de derechos humanos en La Habana.

Manifiesta además su deseo de que cada jefe de delegación pueda hablar en las sesiones plenarias durante la cumbre y en encuentros colaterales sobre la necesidad de que Cuba comience un proceso de reformas políticas.

"Tenemos que hacerle saber a Fidel Castro que aquellos que se oponen a la dictadura no son traidores a la patria; la solidaridad de ustedes no es sólo un acto inte- lectual, ésta puede además sacar a los disidentes de la prisión", afirma el texto.

Pérez Roque indicó que el tono de la carta que, dijo, le hicieron llegar "manos amigas", dicta "instrucciones" de cuáles deber ser las obligaciones de los que participan en la conferencia cumbre, pero la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana señaló que intenta confirmar la existencia de la misiva.

El canciller calificó a los disidentes de ser una creación del gobierno de Estados Unidos y afirmó que se trata de gente que vive de eso, "de una verdadera industria, que están a sueldo" de la Sección de Intereses de Estados Unidos.

Confirmó que seis dignatarios, incluidos el presidente del gobierno español, José María Aznar, se entrevistarán con disidentes al margen de la cumbre, y los activistas internos anunciaron que tienen concertados encuentros por separado con media docena de estadistas, tres el domingo y tres el lunes, entre ellos con Aznar.

Precisamente Aznar, quien se encuentra en Tegucigalpa, dijo que España y Honduras defienden la cumbre, porque una cosa es la situación política en Cuba y otra el encuentro multilateral.

Las autoridades cubanas han garantizado la libertad de movimiento de los participantes en la cumbre para reunirse con los opositores, pero también han advertido a los cubanos que violen la ley cubana y distorsionen la realidad.

Las consecuencias para los opositores sobre lo que digan durante los encuentros que sostengan con las delegaciones extranjeras, es que quien viole las leyes cubanas deberá enfrentar su responsabilidad, puntualizó el canciller.

El opositor Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, indicó que hasta el mediodía de este sábado se habían cometido 160 acciones represivas, entre ellas la detención de cien opositores internos.

De ese centenar de detenidos, 50 permanecen bajo arresto, aseguró Sánchez, al explicar que otros disidentes han recibido amenazas policiales y restricciones de movimiento dentro de la capital cubana o desde las provincias hacia La Habana.

"Creo que estamos en presencia de una torpeza política de parte de las autoridades por el carácter desproporcionado de la acciones represivas, si se toma en cuenta que la oposición es pequeña en número, y pacífica", manifestó.

Al mismo tiempo, un grupo de disidentes divulgó un documento titulado Todos unidos por el pueblo cubano, dirigido a la comunidad internacional y a los líderes iberoamericanos, en el que expresa que la opo- sición interna trabaja por la reconciliación y por lograr el marco jurídico y las condiciones que garanticen los derechos y posibilidades del ejercicio de libre expresión, acceso a los medios de comunicación, libertad de conciencia y religión, asociación y pluralismo políticos.

En Miami, mientras tanto, los grupos anticastristas que planeaban realizar actos aéreos o navales de protesta frente a las costas cubanas, durante la reunión en la cima, anunciaron que los cancelarán para no desviar la atención suscitada por las actividades que realiza la disidencia interna, informaron agencias internacionales de prensa.

"Dada la represión que hay dentro de Cuba, no queremos darle un motivo a Fidel Castro y a su gobierno para desplazar la atención hacia el exterior y desviarla con lo que está sucediendo con los disidentes y la cumbre", indicó Felipe Rojas, portavoz del Movimiento Democracia.

Al margen de la cumbre, Castro desmintió que el papa Juan Pablo II le hubiera impuesto su visita a Cuba, realizada en enero de 1998, como sugieren supuestas revelaciones aparecidas en una nueva biografía de Karol Wojtyla.

En su opinión, a partir de éste y otro hecho narrados en el libro biográfico Testimonio de la esperanza, se constituye una ofensa al Papa y no es nada cristiano, diplomático o político.

Por otra parte, Castro llamó a desenmascarar lo que calificó de mentiras con las que diariamente se desinforma a millones de personas en el mundo, durante su intervención en la clausura del séptimo congreso de la Federación de Periodistas Latinoamericanos, y pidió que ayuden a cambiar el mundo y salvarlo del embrutecimiento.

A su vez, el canciller Pérez Roque aseguró que La Habana no le reconoce autoridad a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ni la existencia de la llamada prensa independiente en la isla.

"Si la SIP se refiere al pequeño grupo de personas que en Cuba se han autotitulado periodistas y que la Sección de Intereses de Estados Unidos ha organizado para difundir mentiras, debo decir que sí, que esos tienen espacio en Cuba", apuntó.