* Piden su reinstalación en la comisión México-EU contra el gusano barrenador


Retienen trabajadores a 300 personas en Chiapas

* Entre ellas, 14 estadunidenses * Riesgo de que se pierda el control de las larvas

Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 12 de noviembre * Desde hace cinco días ex trabajadores de la Comisión México Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador, que exigen ser reinstalados, retienen en las instalaciones del organismo a un grupo de más de 300 personas, entre ellas 14 funcionarios y científicos estadunidenses.

Luis Miguel Rojas Avalos, subdirector técnico de la comisión, dio a conocer que existe el peligro de que las larvas de las moscas estériles, que se utilizan para combatir al gusano barrenador, se escapen, provoquen la muerte de miles de cabezas de ganado y rompan la barrera sanitaria impuesta en el continente.

Cientos de ex trabajadores de la Comisión México Americana se instalaron desde el lunes en las cinco entradas de la planta productora de moscas estériles, ubicada en el municipio de Chiapa de Corzo.

Los manifestantes que cerraron las entradas del lugar, además de que acordonaron bardas y accesos del inmueble, denunciaron que fueron despedidos con el argumento de que la planta se trasladaría a Panamá, cuando el verdadero propósito era desmembrar el sindicato de la empresa.

A más de seis meses que fueron despedidos, la comisión ųcuyo capital es 80 por ciento estadunidense y 20 por ciento mexicanoų contrató a quienes sustituirían a los ex trabajadores, con el argumento de que hasta en dos años se cerraría el lugar.

Los manifestantes se dijeron engañados y tomaron las instalaciones de la empresa, donde retienen a 349 personas. Entre ellas se encuentran 11 funcionarios estadunidenses que gozan de inmunidad diplomática, cinco científicos de ese país y 29 soldados del Ejército Mexicano que cuidaban las puertas de entrada y trabajadores en diferentes áreas.

Entrevistado vía telefónica, Rojas Avalos dijo que la planta bajó su producción a menos de 20 por ciento de su capacidad, por lo que podrían escapar de las instalaciones millones de larvas de moscas estériles.

Explicó: "Esta planta contribuye a fortalecer la barrera sanitaria establecida desde hace 19 años de Centroamérica a todo el norte del continente, y que permite mantener libre al ganado del gusano barrenador, por lo que de escapar algunas larvas se rompería el cerco fitosanitario y provocaría la muerte de miles de cabezas de ganado en todo el continente".

El subdirector técnico de la comisión añadió que a cinco días de que el personal permanece retenido, intentarán introducir alimentos por medio de un helicóptero y a la vez sacar a algunas de las 349 personas.

Sobre las negociaciones con los trabajadores inconformes, subrayó: "La comisión no tiene nada que negociar con ellos, porque no se les debe absolutamente nada. A cada uno de los ex trabajadores se les indemnizó con hasta más de 200 por ciento de lo que marca la ley".

Consideró que no se engañó a los más de 360 despedidos, "lo que sucede es que la construcción de la nueva planta tardará aún dos años, y la que se encuentra aquí tiene aún cuatro de vida útil".

Dijo que desde el inicio del movimiento se solicitó a las autoridades la presencia de la policía de Seguridad Pública para impedir el cierre de las instalaciones, la cual nunca llegó.