* La intervención oficial no sería la solución: SEP


El gobierno espera que la UNAM muestre capacidad de gobernarse

María Esther Ibarra, enviada, Boca del Río, Ver., 12 de noviembre * El que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no encontrara vías para solucionar su conflicto "equivaldría a reconocer su incapacidad" de gobernarse, advirtió el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Miguel Limón Rojas, quien aseveró que el gobierno federal ha sido respetuoso de la autonomía de la máxima casa de estudios, por lo cual se abstiene de intervenir o "imponer" de manera "unilateral" alguna medida.

En la trigésima Reunión Ordinaria de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Limón se refirió de nuevo a la huelga de la UNAM, cuyo rector, Francisco Barnés de Castro, no asistió; sólo acudió el jefe de prensa de la máxima casa de estudios, pero se regresó a la capital una hora antes de que el gobernador Miguel Alemán diera por inaugurado el acto.

En tanto, los rectores de las universidades Autónoma Metropolitana (UAM), de Chiapas, de Guerrero, Veracruzana y Pedagógica Nacional, entre otros, se manifestaron por una solución pacífica. Descartaron que ese movimiento estudiantil se extienda a sus respectivas instituciones.

Casi al término de su discurso, Limón fue breve pero puntual sobre el "lamentable" desarrollo del movimiento estudiantil, que ya rebasó los seis meses, e insistió en destacar que desde el comienzo del conflicto el gobierno fue respetuoso, y lo ha seguido siendo, "en espera de que se haga efectiva la capacidad de la UNAM de gobernarse a sí misma".

Abundó, el gobierno federal ha considerado que su "intervención podría dar lugar a mayores problemas, cuyas posibles repercusiones dañarían instituciones que es deseable preservar".

Consideró que la huelga debe conducir, en especial, a reflexionar sobre asuntos relacionados con sus "estructuras y formas de tomar decisiones", pero sin olvidar el quehacer académico.

Bajo esa perspectiva, hizo un balance de los últimos 10 años de las reformas emprendidas por diversas universidades públicas para superar "graves problemas", cuya solución se lograron al surgir de los cuerpos académicos de las propias instituciones.

Así, añadió, algunas universidades han adoptado políticas de mejoramiento gradual, mediante las cuales han logrado mantener su "gobernabilidad", aun en aquéllas que modificaron "drásticamente" estructura y formas de gobierno.

Otras instituciones, dijo, también cambiaron sus estatutos para lograr un entre los aspectos académicos y los laborales, así como acciones para afinar la oferta educativa, por lo cual obtuvieron los apoyos gubernamentales correspondientes.

Fue entonces que habló del financiamiento, y aseguró que diversas casas de estudios han diversificado sus fuentes de ingresos.