* Por tercer año no habrá partida secreta
Presentó Gurría el proyecto de presupuesto para el 2000
* Propone un gasto de un billón 187 mil 819.1 millones de pesos
* El próximo año terminará la venta de paraestatales, informó
Antonio Castellanos, Ciro Pérez y David Aponte * El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, presentó ayer al Congreso de la Unión un proyecto de Presupuesto de Egresos para el año 2000 de un billón 187 mil 819.1 millones de pesos y un costo financiero de la deuda pública de 201 mil 515.1 millones de pesos. Por tercer año consecutivo, dijo, no se asignarán recursos a la partida secreta del Ejecutivo federal. Podrá ser modificado si los ingresos difieren de su estimación original.
Durante el próximo año, puntualizó ante los legisladores congregados en el salón de plenos, se concluirán los procesos de desincorporación de entidades públicas que a la fecha están pendientes. Asimismo, se avanzará hacia el marco jurídico que desate el circuito de crédito.
Sostuvo que el programa económico para el próximo año se apoya en tres líneas de acción: solidez de las finanzas públicas, política monetaria congruente con el objetivo de abatir la inflación y avances en el cambio estructural con el fin de impulsar la productividad y la competitividad. Gurría dijo a los diputados que las finanzas públicas constituyen un instrumento central, tanto para generar un ambiente de confianza y estabilidad macroeconómica, que propicie el ahorro y la inversión, como para reducir las desigualdades sociales mediante apoyo a los sectores más desprotegidos.
Expresó que la estrategia fiscal para el próximo año se verá complementada con una política monetaria que permita continuar reduciendo la inflación y cuyos detalles ya han sido dados a conocer por el Banco de México.
En el proyecto de Presupuesto de Egresos se incorporan criterios para cambiar el presupuesto en caso de que los ingresos públicos difieran de su estimación original, y se propone por segundo año consecutivo que las dependencias publiquen reglas de operación de los programas gubernamentales que otorgan subsidios a la población.
Metas para el 2000
Para el año 2000 se plantea alcanzar un crecimiento del PIB de 4.5 por ciento en términos reales, inflación de 10 por ciento y déficit público de 1 por ciento del producto interno bruto. El déficit de la cuenta corriente, estimado en 3.1 por ciento del PIB, es congruente con los flujos de inversión extranjera directa, y se estima un precio promedio del barril de petróleo de 15.5 dólares.
Gurría expuso que uno de los principales objetivos de la estrategia de la administración federal ha sido el establecimiento de bases económicas sólidas que le permitan enfrentar, con los mínimos costos posibles, los choques externos e internos, así como asegurar una transición ordenada al próximo gobierno.
Según el análisis del secretario de Hacienda se han atendido los factores que se convirtieron en fuente de vulnerabilidad para nuestra economía y que propiciaron las crisis sexenales del último cuarto de siglo.
Destacan entre otros: finanzas sanas, a través de las que el gobierno federal ha fortalecido su capacidad para cumplir sus obligaciones financieras, de tal forma que la deuda pública como proporción del PIB se ha mantenido en niveles moderados, con un perfil de amortizaciones cómodo.
Además, el régimen cambiario de libre flotación ha desincentivado la especulación y ha permitido absorber en forma ordenada los choques externos; la reforma al sistema financiero ha propiciado el fortalecimiento gradual del sector; el ahorro interno se ha incrementado y México es hoy uno de los principales exportadores.
El funcionario informó que las reservas internacionales del Banco de México se encuentran en niveles máximos históricos.