* Llama a la unidad estratégica de Latinoamérica con Europa frente a EU
Cuba no será rehén de la Cumbre Iberoamericana, advierte Castro
* Acusa el presidente cubano a Clinton de "mentiroso" y "débil" ante la derecha y anticastristas
Afp, Ap, Dpa, Reuters, Pl y Xinhua, La Habana, 11 de noviembre * El presidente cubano, Fidel Castro, sostuvo hoy que la revolución cubana no será "rehén" de la Cumbre Iberoamericana, a celebrarse aquí la próxima semana, al enviar una advertencia a la disidencia en la isla, pero también hizo un llamado a una unión estratégica entre América Latina y Europa frente a Estados Unidos, y consideró que James Carter ha sido el mejor mandatario estadunidense en las últimas cuatro décadas.
Castro convocó ayer a una conferencia de prensa, luego de los choques entre disidentes y partidarios suyos en el parque Dolores, del barrio Lawton, encuentro con los corresponsales extranjeros y periodistas cubanos que comenzó a las 18 horas y culminó a las dos de la madrugada de hoy.
Al referirse a los dos detenidos durante los incidentes, Castro los identificó como Fermín Scull Zulueta y Eduardo Díaz Fleites, y tras señalar que ambos tienen antecedentes penales, presentó a varios jóvenes partidarios suyos que estuvieron en el parque Dolores. Subrayó también que la actuación de las fuerzas de seguridad impidió que el enfrentamiento hubiera tenido consecuencias mayores.
"Nadie tiene impunidad ni en este momento ni en ningún otro... quien se crea impune, está equivocado", sostuvo Castro, y añadió: "Si alguno (de los disidentes) está haciendo cosas que no se puedan admitir, no vacilarán las autoridades en arrestarlos y someterlos a juicio, que se juzguen... La revolución no es rehén de la cumbre".
Sostuvo que "en esta cumbre, el pueblo estará en la calle", aseguró que la disidencia "no tiene masa obrera ni campesina" y son "microgrupúsculos", afirmó que su gobierno tolera a la oposición, pero "eso no quiere decir legalizados", y consideró que la disidencia se "está extremando" a medida que se acerca la reunión cimera.
Para Castro, ser disidente en Cuba se ha convertido en "una especie de profesión", un "oficio" que resulta cómodo, y advirtió que Cuba mantendrá su régimen de partido único, porque "si la revolución pierde el consenso, pierde el poder. Este país no está dispuesto a fragmentarse".
Poca o casi ninguna esperanza
Acusó al presidente estadunidense, Bill Clinton, de ser "mentiroso" y "débil" ante las presiones de la derecha y los sectores anticastristas de Miami para endurecer la política de Washington hacia La Habana, y señaló que no se hace muchas ilusiones sobre los posibles futuros inquilinos de la Casa Blanca, además de que criticó las recientes declaraciones de Clinton de que Cuba ha sido el principal obstáculo para cambiar la política estadunidense hacia la isla.
Clinton sostuvo la semana pasada que podría estar a favor de levantar el bloqueo si se dieran las circunstancias adecuadas, aunque acusó a Castro de usar las sanciones como una excusa para los problemas económicos, y agregó que se habían hecho esfuerzos para acercase a Cuba, pero "cada vez que hacemos alguno, Castro derriba aviones, mata a gente ilegalmente, o los encarcela porque dicen algo que le gusta".
El mandatario estadunidense aludió así al derribo por cazas cubanos de dos avionetas de un grupo de anticastristas en febrero de 1996, y a la detención de los disidentes del llamado Grupo de los Cuatro.
"Me sorprendió un poco la falta de ética de algunas de estas afirmaciones, la falsedad de algunas de estas afirmaciones", indicó, y señaló que "yo lo he tratado con respeto, en ocasiones le he dado elogios", e insistió en que sus afirmaciones eran "absolutamente injustas... una gran mentira".
No obstante, interrogado por la decisión de la administración Clinton de no incluir a la isla en la lista negra de países productores o de tránsito de drogas, Castro señaló: "Felicito a Clinton y considero justo no haber incluido a Cuba en esa lista".
Castro manifestó que de los nueve presidentes estadunidenses que habían gobernado Estados Unidos desde el triunfo de la revolución cubana, en 1959, James Carter le había parecido el "más ético", y también evocó las negociaciones que culminaron con la firma de los Tratados Torrijos-Carter, por los que Washington deberá salir del país canalero el próximo 31 de diciembre.
Refirió que junto con el escritor colombiano Gabriel García Márquez recomendó al fallecido general Omar Torrijos no amenazar con tomar el Canal de Panamá si las negociaciones fracasaban, ya que --le dijeron ambos-- "te pones en una disyuntiva, no la aplicas y pierdes prestigio o la aplicas y pierdes el canal".
El anfitrión de la próxima Iberoamericana afirmó que América Latina y el Caribe deben buscar su integración como única vía para evitar su anexión a Estados Unidos, y que "esa anexión tiene nuevas formas, porque no se trata de asumir la bandera estadunidense, pues simplemente la adopción de la moneda del norte bastará para empezar ese proceso".
Expuso que "no debe pensarse en el ALCA (Asociación de Libre Comercio de las Américas) como solución, pues ésta es el intento de la Casa Blanca de negociar por separado con cada país... Seríamos entonces una inmensa zona franca, desde el río Bravo hasta la Patagonia, con mano de obra barata, sin desarrollo económico y social, pues entonces dejaríamos de ser dueños de nuestra economía".
Tras subrayar que la cumbre no será de Cuba, sino que en la misma se abordarán y se dará "prioridad a los interés de los demás", Castro abogó por una unión estratégica de América Latina con Europea frente a Estados Unidos, "porque con ello podemos evitar que nos devoren".
En Nueva York, el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, al referirse a las afirmaciones de que el bloqueo estadunidense favorece la permanencia de Castro en el poder, se pronunció porque se levante "por un año y a ver qué pasa", al sugerir que pasado ese tiempo Castro seguiría al frente del gobierno en la isla.
En tanto, el anticastrista Movimiento Democracia, con sede en Miami, anunció que intentará enviar una "flotilla" de protesta contra el gobierno cubano frente a las costas del Cuba a partir de la noche del viernes, a pesar de que las autoridades estadunidenses le negaron el permiso.