* Tuve la personalidad suficiente para no usar máscara, decía el luchador


"Pude ser El Santo... preferí ser Wolf Ruvinskis"

* En las calles me regalan simpatía, alma y corazón, y eso no se paga, expresaba

El tambiŽn actor revel— su verdadera personalidad en una de sus œltimas entrevistas n Foto: Arturo Guerra Carlos Hernández / II y última * A pesar de tanto tiempo y tantas luchas, una es la que Wolf Ruvinskis recordaba con principal agrado: contra Gory Guerrero, "en el 47 o 48", por el campeonato mundial de peso semicompleto. "Las entradas de ring side se vendían hasta en 100 pesos y aun así se agotaron las localidades en la Coliseo. Fue una lucha en la que salí muerto, con la boca toda lastimada por dentro de tantos golpes. Yo perdí, pero šqué lindo se siente pelear por un campeonato! Y que el público se acerque, te dé la mano y te felicite".

Recordaba también la pareja que hizo con Cavernario Galindo y sus batallas contra Gory Guerrero, Tarzán López y El Santo.

--ƑNo se sentía mal por ser odiado?

--Sí, pero cuanto más me odiaban mejor para mí, porque llenaba la arena -respondía el luchador al que el público no sólo expresó su odio de manera verbal, sino también físicamente, ya que los fanáticos lo hirieron, cuchillo en mano, cuatro veces.

--ƑQué recuerdos le quedan de luchar durante un cuarto de siglo?

--Le soy franco: yo tengo un hijo varón. Nunca le permití que luchara, porque estaba seguro de que se haría profesional y en la lucha libre los golpes que se dan son tremendos. La lucha profesional me dio la oportunidad de vivir mejor, pero busqué la forma de salirme de ella cuando encontré otros caminos.

Se retiró momentáneamente de la lucha libre cuando fue operado de apendicitis. "Entonces un amigo me llevó a un ensayo teatral, donde tuve mi primer contacto con Seki Sano, de quien aprendí actuación". Sin embargo, el doctor se había equivocado y tuvo que ser operado otra vez, ahora por cálculos renales, pero ya había tenido contacto con lo que sería su carrera a futuro.

 

La lucha, espectáculo

que empieza con la vida

 

Nunca usó máscara. No la necesitaba, decía. "Tenía la calidad suficiente y la personalidad para no tener que usarla. La mayoría de los luchadores que utilizan máscara tienen una cara que no dice nada, lo que yo llamo cara lavada".

--ƑQué es la lucha libre, qué significa, por qué gusta tanto?

Fácil de palabra, con el acento argentino que nunca se le quitó, a pesar de tantos años en México, Ruvinskis se iba de largo.

"La lucha es un espectáculo que empieza desde que comienza la vida. La lucha por vivir es una, pero a un niño de 3, 4 o 5 años póngalo con otro niño de su edad en una playa. Lo primero que hacen es agarrarse a luchar, a pelear, a revolcarse. La lucha nace desde el nacimiento del ser humano: el querer dominar, el querer ser".

Más: "Yo me propuse ser fuerte, ser todo un hombre, ser vencedor. Me acuerdo cómo seguía a los luchadores. Un día vi a Tarzán Marconi, en Argentina. Caminaba y lo seguí no sé cuántas calles. Lo miraba: yo quería ser como él. La lucha para mí representaba ser un hombre fuerte y dominador. Y, en general, los luchadores se sienten como dioses, creen que son los conquistadores del mundo".

--Y para el público, Ƒqué son las luchas, por qué asiste a la arena?

--El público va a las luchas con el afán de ver al ganador, y ese ganador es él mismo. Es él el que está triunfando. Pero las groserías que dicen en las luchas, sobre todo las mujeres, son impresionantes. Yo me pregunto, Ƒqué pasa? Y si a lo mejor esto no serán unas ganas de decir: 'trabajo todo el día, a mi marido no lo veo nunca'. Entonces tienen que sacar todos esos nervios, toda esa rabia, ese coraje, la dificultad de ganar un peso, la forma en que están viviendo. Se van a la lucha y ahí gritan y dicen de todo, y se sienten más relajados al terminar la lucha.

--ƑQué tanto hay de ilusión, qué tanto de farsa?

--ƑDe farsa? Mire: yo agarraría a los periodistas y les diría: 'Miren, esto es una gran farsa, Ƒpor qué no se dedican a luchadores? Usted colóquese como luchador y va a ganar más que como periodista... šNo! La lucha no es una farsa. Hay que diferenciar entre espectáculo y farsa. Y vea a los luchadores: Murciélago Velázquez falleció, Jack O'Brian falleció, Lobo Negro falleció, Tarzán López falleció, El Santo falleció... Puedo mencionarle una gran cantidad de luchadores que murieron šy fue por los golpes! Yo a veces los veo luchar y no sé cómo aguantan. El luchador se gana los centavos, pero no se da cuenta de la cantidad de golpes que se lleva. Veo que los tiran, que se avientan de la tercera cuerda. Y uno piensa que no les duele, porque lo repiten y repiten. Yo siempre me he cuidado: cuando sentía que un golpe era muy fuerte y me lastimaba, agarraba y pedía permiso durante un mes. Iba a baños termales, descansaba. Pero tengo fracturas en todo el cuerpo que para qué le cuento.

Las lesiones más severas eran en la columna, sobre todo en las cervicales. De vez en cuando usaba collarín para rehabilitarse y tenía dos dedos de la mano sin movimiento, pese a lo cual manejaba las barajas como auténtico tahur, durante los espectáculos que efectuaba en sus restaurantes, en los que además cantaba tangos, contaba chistes y realizaba actos de ilusionismo y telepatía.

Tenía, además, cicatrices en las orejas. "Tóquenlas, éstas me las hizo El Santo", decía a los niños.

A propósito del enmascarado de plata, Wolf tenía su particular visión, muy argentina, del por qué se convirtió en el ídolo de la lucha libre.

"Yo había terminado de hacer una película que tuvo mucho éxito, La bestia magnífica, con Miroslava, que hasta recibió un premio en Italia. Luego me llamaron para hacer una en Cuba y me ofrecían 4 mil pesos. Pero yo había ganado 15 mil por La bestia magnífica y no acepté. Por eso se llevaron al Santo, que no tenía nada que ver. Además, por esos tiempos había un señor, José G. Cruz, que tenía una revista: agarró al Santo y le hizo una caricatura. Y entre la película y los monitos empezó a pegar, a agarrar fuerza, y se levantó, además de que era un excelente luchador, muy valiente. Quizá fue él quien primero se lanzó desde la tercera cuerda. Yo pude ser El Santo, pero prefiero ser Wolf Ruvinskis".

 

Los últimos años

 

Durante sus últimos años enfrentó problemas financieros de los que no gustaba hablar mucho. "Fui muy ingenuo y tarde comprendí que no toda la gente es buena", decía simplemente, mientras sus familiares acusaron a su ex compañera Magda Serrat y al licenciado Eduardo López Betancourt de hacerle firmar papeles en blanco para quitarle sus propiedades . "Por medio de engaños, abusando de su buena fe, le quitaron todo su dinero. A partir de ese problema su salud se perjudicó y cayó como 100 veces en el hospital", expresó José Ruvinskis, mientras que el abogado acusaba a Wolf de no pagarle 250 mil dólares de salario y de golpear a la señora Serrat, quien actualmente se encuentra en estado de interdicción.

Más allá de su difícil situación en sus últimos años, el actor-luchador hablaba agradecido del país que lo había cobijado. Y es que seis años después de su llegada a México, en 1952, Ruvinskis adquirió la nacionalidad mexicana. "En aquel entonces no tenía nacionalidad y en principio fui mexicano por conveniencia, no lo niego. Pero después México me fue conquistando, tengo tres hijos mexicanos y ahora estoy muy a gusto porque camino por las calles, hablo con la gente y me regalan simpatía, alma y corazón, y eso no se paga".