* Murió el primer doctor en ecología en México
Carlos Vázquez Yanes, eminente científico y gran amigo: Sarukhán
* Orozco: hallaba lo extraordinario de la vida en cualquier cosa
* La disciplina que cultivó es soslayada por las autoridades
César Güemes * Pionero en su materia, el primer doctor en ecología en México, Carlos Rafael Vázquez Yanes, falleció ayer a los 54 años. Su desempeño profesional, amén de múltiples publicaciones de divulgación o especializadas, señala que fue, dentro de la UNAM y particularmente en el Instituto de Ecología, jefe de departamento, consejero técnico, docente y director de esa instancia académica.
Presente en la capilla donde fueron velados sus restos, dice del doctor Vázquez el ex rector de la UNAM, José Sarukhán, a La Jornada: ''Fue desde luego un investigador muy reconocido no sólo en México sino fuera del país. En los círculos internacionales a donde lo invitaban como profesor o investigador visitante, cumplió siempre un papel muy destacado. Sin embargo, más allá de lo profesional, era un ser humano de primera calidad; hizo amigos en todos lados donde estuvo. Aparte de perder a un gran investigador estamos perdiendo a un amigo muy querido".
Pionero en estudiar las selvas tropicales
Daniel Piñero, actual director del Instituto de Ecología, señala:
''Con su contribución, el área de ecología de las selvas tropicales en México es la más desarrollada. Esta disciplina ha crecido no sólo en la UNAM, sino en el Instituto de Ecología de Jalapa y en el Politécnico. Bien, toda esta escuela se formó por medio del grupo de Carlos Vázquez y de otros científicos de su generación, Ana Luisa Anaya, Sergio Guevara y desde luego el maestro Arturo Gómez-Pompa. Entonces, hablamos de un pionero. Otro hecho destacable de su trayectoria es que toda la hizo en México".
-Si bien, ciertamente estuvo fuera del país por periodos considerables.
-Sólo algunos sabáticos, pero la verdad nunca permaneció más de un año lejos del país. Su desarrollo lo hizo aquí y entregó su vida a la ecología mexicana. Formó a los estudiantes del país y desarrolló un área de esa disciplina que es fundamental: la restauración ecológica.
-Se encontraba, pues, muy en activo.
-Así es, ahora mismo tenía un proyecto andando en Conacyt. Su forma de trabajo es un verdadero modelo de cómo se puede pasar de una ciencia muy básica, cuidadosa y exigente en lo académico a una ciencia aplicada y de utilidad fundamentada en esos aspectos básicos.
Alma Orozco, investigadora titular del Instituto de Ecología, quien fue su más cercana colaboradora, apuntó:
''Gracias a él descubrí que la carrera que yo había elegido era maravillosa. El doctor encontraba lo extraordinario de la vida en cualquier cosa. Fue capaz de comunicarnos su entusiasmo. En los momentos en que comenzó sus investigaciones, los instrumentos en México estaban en pañales. Entonces él hizo diseños muy sencillos, elementales, para demostrar, por ejemplo, que la luz jugaba un factor muy importante en las estrategias de las plantas para crecer en el sitio adecuado. Por ejemplo, en las selvas, las especies cicatrizales, las que llenan los huecos que se forman en la selva, requieren de una calidad de luz espectral muy definida que es la que les da la señal de germinar. Si no llega esa señal, no germinan y se quedan eternamente esperando en el suelo selvático. Algunos de los estudios que el doctor Vázquez hizo sobre ese tema, se volvieron célebres citados por los más ilustres investigadores".
Avidez para escuchar sus clases
-Fue usted su ayudante más cercana. Hable un poco del carisma del doctor Vázquez del que tanto se comenta.
-Todos sus alumnos se quedaban siempre boquiabiertos cuando entendían que una materia muy compleja como la fisiología, expresada por él era de lo más sencillo. En su salón no sólo se llenaban las sillas, sino que invariablemente los alumnos invadían el aula, sentados en el suelo los que podían y los que no, de pie, con tal de escuchar sus clases.
-Se volvió rápidamente un clásico.
-Eso fue porque, con Gómez-Pompa y Sergio Guevara, escribieron un artículo muy certero sobre las selvas tropicales. Ahí queda claro que no son un recurso que se regenere con facilidad. Por su parte, los textos hechos sólo por el doctor son inumerables. Ni yo misma tengo la cifra de capítulos de libros o de textos especializados y de divulgación que realizó a lo largo de su trayectoria.
-Un ecólogo como él, quizá el más importante del país, Ƒfue atendido en sus proyectos por quien puede ponerlos en acción?
-En general, la ecología no es tomada muy en cuenta en los proyectos gubernamentales, lo cual es una tristeza. Al doctor se le conoce más en el extranjero que aquí. Creo que este es el momento de pedir que el gobierno se acerque a los institutos de investigación y que les dé más apoyo. No es posible que si existen científicos tan extraordinarios, como el doctor Vázquez, en México no se difundan ni se apliquen sus conocimientos.