Ť Inicia el encuentro ƑDónde pones tu corazón?


ONG buscan influir en el diseño del presupuesto para el 2000

Ť Proponen se tomen en cuenta las necesidades de la ciudadanía

Jorge Cisneros Morales Ť Organizaciones civiles como la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, el Frente Autentico del Trabajo (FAT) y El Movimiento Ciudadano por la Democracia (MCD) demandaron "sacar el debate sobre el presupuesto del Banco de México y la Cámara de Diputados", para incluir en él las necesidades de la sociedad.

Al iniciar el encuentro ƑDónde pones tu corazón?, al que concurren agrupaciones de Canadá, Brasil y Argentina, los organismos coincidieron en la necesidad de ampliar la base de contribuyentes para que el gobierno disponga de mayores recursos presupuestales, a fin de enfrentar el grave rezago social y la pobreza que sufre la mayoría de la población. En forma paralela, subrayaron, la ciudadanía debe participar en la asignación y vigilancia del presupuesto.

A nombre del MCD, Luz Rosales Esteva señaló que las organizaciones convocantes pretenden influir en el diseño del presupuesto para el año 2000. La idea, dijo, es promover consensos "desde abajo" para alcanzar así un conjunto de políticas públicas que respondan a las necesidades de la mayoría de los mexicanos y no sólo a un grupo privilegiado.

Los trabajos para demandar la inclusión de los requerimientos de la ciudadanía en el presupuesto del año entrante comenzaron hace más de 12 meses, durante los cuales se ha enfatizado en no sólo hacer solicitudes para la atención de determinados apremios, sino en supervisar el gasto público por parte de organismos independientes, para certificar que no haya corrupción en su ejercicio.

Las organizaciones sociales proponen, de cara a la discusión de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para el año 2000, una estrategia que incluye la realización de una reforma fiscal integral, el control del gasto público y el fortalecimiento del desarrollo municipal, así como la instrumentación de políticas que mejoren los ingresos y el ejercicio del gasto público.

Respecto a la reforma fiscal, señalaron que la política de impuestos no debe ser sólo recaudadora, sino debe incluir fomentos y estímulos consensuados a nivel nacional y de operación a largo plazo.

Sobre los ingresos gubernamentales, se sugiere acrecentar los públicos 25 por ciento del PIB (actualmente es de 19.7) el próximo año y aumentarlos gradualmente hasta llegar a 35 en los próximos años. Este objetivo se podría alcanzar con la ampliación de la base de contribuyentes, vía el establecimiento de tasas progresivas de acuerdo con el ingreso, disminuyendo la evasión fiscal y gravando las transacciones especulativas.

La reforma fiscal propuesta por organizaciones como la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social y la Asociación Nacional de Industriales de la Transformación, además de las ya mencionadas, aconseja simplificar el pago de impuestos, privilegiar el impuesto a los ingresos en vez de gravar el consumo, revisar la actual tasa gradual del impuesto sobre la renta, disminuir el IVA a 10 por ciento y aumentarlo en el caso del consumo suntuario.

Para controlar el gasto público, plantean modificaciones legales para que los poderes municipales y estatales puedan monitorear los egresos públicos, además de disminuir al máximo la discrecionalidad del Ejecutivo en el ejercicio del gasto y la desaparición de las partidas secretas.