Ť El hermano del ex presidente y Hank Rhon, clientes confidenciales


Buscó Citibank esconder fondos de Raúl Salinas, luego de su detención

Ť El sistema interno de grabación del banco registró conversaciones clave de los ejecutivos

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 8 de noviembre Ť Cuando Raúl Salinas de Gortari entró a las oficinas de Citibank en Nueva York para establecer su primera cuenta bancaria ahí, Amy Elliott redactó una serie de formularios autorizando la cuenta, y bajo la sección "actividad del negocio" del cuentahabiente, Elliott escribió: "Hermano del actual presidente de México".

Elliott, una vicepresidenta de Citibank, después informaría, en un memorándum interno que fue examinado por La Jornada, que en la primavera de 1992 ella recibió una llamada telefónica de Carlos Hank Rhon, indicando que deseaba presentarle a un nuevo cliente. Más tarde, ese mismo día, Hank Rhon y Raúl Salinas se reunieron con Elliott y otro ejecutivo del banco. "El señor Salinas expresó una necesidad para la confidencialidad", escribió Elliott en otro memorándum interno de Citibank explicando el origen de la cuenta.

"Sentía que a la luz de algunas medidas promovidas por su hermano, la familia podría estar, en el futuro, vulnerable a la persecución política", expuso.

Los primeros fondos depositados en la nueva cuenta de Salinas provinieron de Hank Rhon, quien trasladó 2 millones de dólares de una de sus cuentas establecidas en el mismo Citibank.

Estas transacciones iniciaron una relación entre Salinas y Citibank que permitió que Raúl disfrazara su traslado de más de 87 millones desde México al extranjero, y hasta incluyó discusiones en el banco sobre las mejores opciones para esconder estos fondos después que Salinas fue arrestado en México.

El día después del arresto de Raúl Salinas, el sistema interno de grabaciones de conversaciones importantes del banco registró a ejecutivos de Citibank en Nueva York, Londres y Suiza discutiendo cómo esconder los fondos de su ahora cliente encarcelado.

En las fechas de estas conversaciones, el primero de marzo de 1995, ejecutivos de Citibank informan que Raúl Salinas tenía 22 millones de dólares en cuentas de Citibank en Suiza, más otros 78 millones en cuentas en Londres, según las transcripciones de conversaciones por teléfono revisada por La Jornada.

"Ahora, la cosa es si esas cuentas deberían ser enviadas a Suiza", sugiere el encargado de la división de banca privada Hubertus Rukavina. Otro ejecutivo de Citibank, Pedro Homen, según las transcripciones, agrega que trasladar las cuentas de Londres a Suiza podría ser buena idea, ya que "el nivel de secreto" en Suiza es mucho más alto.

Pero los ejecutivos finalmente rechazaron esta idea, ya que el banco en Londres aún tendría la obligación de informar a las autoridades que los fondos de Salinas fueron trasladados a Suiza. Pero estas conversaciones entre los ejecutivos de Citibank han generado sospechas y críticas en Washington. "Las transcripciones de las grabaciones indican que la reacción inicial de la (división) de banca privada (de Citibank) ante el arresto de Salinas no fue ofrecer asistencia a la seguridad pública, sino determinar el traslado de la cuenta de Salinas a Suiza, para dificultar el descubrimiento de los bienes y los documentos bancarios", señalan investigadores del Senado de Estados Unidos en un informe difundido hoy aquí.

De hecho, la principal preocupación de Citibank fue asegurar que Raúl Salinas pagara un préstamo de 3 millones antes que sus cuentas fueran congeladas.

La investigación del Senado sobre este caso y otras actividades de Citibank, lo cual será el enfoque de una audiencia que se realizará mañana, también examinó varios de los detalles ya conocidos sobre el caso Salinas, incluyendo el alto nivel de confidencialidad en que se manejaban las cuentas vinculadas con el hermano del ex presidente. Por ejemplo, Raúl Salinas era conocido como "cliente confidencial dos" en los documentos internos en el banco (cliente confidencial uno es Carlos Hank Rhon) y los depósitos en sus cuentas fueron hechos en la sucursal de México por Paulina Castañón, utilizando el seudónimo de Patricia Ríos.

Ejecutivos de Citibank, incluyendo Amy Elliott, viajaban a México declarando ante autoridades de migración que ingresaban en calidad de "turistas" y no en viaje de negocios, para evitar atraer la atención del gobierno. Hasta los ejecutivos de Citibank en México no estaban enterados de la identidad de su cliente.

La cuenta de Salinas, de hecho, fue muy rentable para el banco, y para Elliott. "Esta cuenta se está convirtiendo en una muy lucrativa para todos", exclamó Elliott en un mensaje de correo electrónico enviado a un colega. "Muchas gracias por hacer que se me vea bien".

La vicepresidenta de Citibank estableció una buena amistad con la familia Salinas, y meses después que Raúl fue encarcelado, Elliott continuó manejando sus fondos. En un documento interno de Citibank fechado el 18 de septiembre de 1995, al cual tuvo acceso La Jornada, Elliott anunció que viajaría a México en un futuro inmediato para reunirse con Paulina Castañón, para conversar sobre cómo trasladar los fondos afuera de las cuentas en Citibank.

Ejecutivos de Citibank en Suiza se reunieron de nuevo con Castañón el 14 de noviembre de 1995 para discutir estos fondos, un día antes que fuera detenida por las autoridades suizas.

No fue hasta después de este arresto que Citibank por primera vez registró un documento con las autoridades estadunidenses, señalando que tenían sospechas sobre el origen de los fondos de Raúl Salinas. Pero aún en esa primera alerta a las autoridades judiciales estadunidenses, Citibank no mencionó la empresa creada por el banco ųTroccaų con el fin de esconder los bienes de Salinas.


Ť Un comité del Senado efectuó una investigación por más de un año


Preocupa a Estados Unidos la corrupción en México

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 8 de noviembre Ť El gobierno de Estados Unidos ha expresado su gran preocupación acerca de la corrupción en México, pero según un nuevo informe del Senado presentado hoy aquí, es perfectamente legal que los bancos de Estados Unidos asistan a funcionarios en México o cualquier otro país a trasladar fondos, producto de la corrupción, a cuentas en este país y otras partes del mundo.

Investigadores del Comité sobre Asuntos Gubernamentales del Senado de Estados Unidos han dedicado más de un año a examinar el marco legal de este país en torno a las actividades de lavado de dinero y otros delitos relacionados, y este martes presentarán los resultados de este esfuerzo ante una audiencia pública.

Uno de los resultados más importantes de esta investigación, según fuentes legislativas con conocimiento de esta evaluación, es que no existen leyes en este país que prohíban a los bancos estadunidenses manejar fondos que sean producto de actividades de corrupción por sus clientes extranjeros. (Sin embargo, sí es un delito que un banco lave dinero producto del narcotráfico, el terrorismo o fraude bancario).

Los investigadores del Senado creen que esta debilidad legislativa podría explicar en parte la razón por la cual el Departamento de Justicia no ha logrado formular cargos penales contra Citibank, por su papel en ayudar a Raúl Salinas en el traslado de decenas de millones de dólares desde México.

De hecho, la investigación del Departamento de Justicia sobre el Citibank iniciada en 1995 podría ser cancelada, ya que bajo la ley estadunidense se tienen que presentar cargos dentro de un plazo de cinco años del delito inicial o queda suspendido.

Pero la investigación en México sobre Salinas podría ofrecer nuevos elementos en esta historia. El informe del Senado indica que los investigadores aquí fueron informados por las autoridades mexicanas que su gobierno está por concluir su indagación sobre las fuentes de los fondos de Raúl Salinas, y que tiene la intención de presentar, en fecha próxima, cargos en su contra por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Mientras tanto, esta semana se espera que el senador Carl Levin presente un proyecto de ley que defina como delito el manejo de dinero que sea producto de sobornos u otras formas de corrupción por parte de bancos estadunidenses, pero aquél no se promulgara en ley este año.

En una amplia investigación que se extendió más de un año sobre el lavado de dinero en Estados Unidos, el Comité de Asuntos Gubernamentales del Senado descubrió que la actividad financiera conocida como "banca privada", frecuentemente una división dentro de un banco comercial que se dedica a prestar servicios exclusivos para los clientes más ricos que tienen más de un millón de dólares en depósitos, se ha convertido en un refugio para el lavado de dinero, que resulta de la corrupción, el narcotráfico y otros negocios ilícitos.

"A pesar de una creciente atención internacional y controles más firmes contra el lavado de dinero, algunos cálculos actuales ubican que entre 500 mil millones y un billón de dólares en ganancias criminales son lavados a través de bancos a escala mundial cada año, con aproximadamente la mitad de ese monto pasado a través de los bancos de Estados Unidos", declara el informe del Senado presentado hoy.

La investigación por parte del Senado, que fue iniciada como resultado de las revelaciones del servicio brindado por el Citibank a Raúl Salinas de Gortari, documenta a varios casos más, donde el Citibank asistió a funcionarios corruptos y sus familiares en varios países, para manejar fondos que son sospechosos de ser el producto de actividades ilícitas.

Los investigadores informan que en entrevistas con más de una docena de banqueros privados se ha detectado que muchos de los que participan en la industria de la llamada "banca privada", que concentra unos 15.5 billones, no cuentan con controles internos efectivos para evitar que sean usados para lavar dinero ilícito. Parte de la razón podría ser las enormes ganancias que genera esta rama de actividad financiera: los investigadores del Senado encontraron que los bancos gozaban de un rendimiento en exceso de 20 por ciento de sus negocios de banca privada.