Ť Declaración de 143 delegaciones en el 21 congreso


La política debe responder a los desafíos de la mundialización: IS

Ť Se aboga por poner a la globalización al servicio del ser humano

Ť Crítica al fundamentalismo neoliberal que somete todo al mercado

Afp, Dpa y Ap, París, 8 de noviembre Ť La Internacional Socialista (IS) abogó hoy por "el predominio de la política para dar una respuesta a los desafíos de la mundialización", al aprobar la Declaración de París tras la inauguración de su 21 Congreso al que asisten representantes de más de 140 partidos políticos de los cinco continentes.

La declaración, de seis puntos y aprobada por las 143 delegaciones, hace énfasis en que los socialistas quieren "comprometerse a dar una dimensión social a la mundialización en curso, para ponerla al servicio de los seres humanos", y considerando las perspectivas de ingreso al próximo milenio.

Es decir, se plantea la necesidad de conjugar el desarrollo económico y tecnológico con el crecimiento del empleo, por lo que el compromiso es poner a la globalización al servicio del hombre y fortalecer el rol de la política en la búsqueda de respuestas para los desafíos del nuevo milenio.

"El socialismo democrático nació y se desarrolló siempre en una constante relación crítica con el capitalismo", asienta el texto. Pero, también reconoce la importancia del mercado en su "función creadora de riquezas" y el "incentivo al espíritu de empresa". Aunque no se debe esperar del mercado lo que no está en condiciones de ofrecer.

En vista de que los márgenes de la política económica se estrechan cada vez más, subraya, se hace necesario el "fortalecimiento de la política, de la calidad y de la ampliación de la participación democrática", que significa que la gobernabilidad a la hora de la mundialización exige un esfuerzo de la política.

Asienta que frente al "fundamentalismo neoliberal" que propone "abandonar todo a la mano invisible del mercado", se recomiendan respuestas y acciones para lograr más libertad, más igualdad, en especial entre hombres y mujeres, y más solidaridad. En una palabra, que la política haga de la libertad una realidad.

Las delegaciones de formaciones socialistas, socialdemócratas y laboristas, incluyendo la asistencia de 11 primeros ministros, exhortan en el documento a focalizar esfuerzos por la proteccción del medio ambiente, la paz, la lucha contra la pobreza y la anulación de la deuda de los países más pobres.

Apoya el derecho a la "intervención humanitaria", reformas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con un mayor número de miembros y para hacerlo más democrático, así como la creación de un Consejo de Seguridad Económica, siempre bajo los auspicios del organismo mundial.

Se destaca la aspiración de la IS por un orden económico y financiero global que exige la adaptación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como el desarrollo de la Organización Mundial de Comercio, rebasados por la nueva realidad, porque se hace necesario evitar efectos desestabilizadores y especulativos.

Joaquín Almunia, del Partido Socialista Obrero Español, quien leyó el texto, acotó que los socialistas se proponen luchar contra el crimen organizado, el tráfico internacional de drogas y el lavado de dinero, y abogó por espacios regionales al poner como ejemplo el proceso de unión en Europa y la situación de América Latina.

La reunión, de tres días, fue inaugurada por el presidente saliente de la IS, el ex primer ministro francés Pierre Mauroy. A su vez, el actual primer ministro de Francia, Lionel Jospin, alabó a sus compañeros de América Latina y señaló que ellos fueron "las primeras víctimas de las dictaduras", y dijo que pensaba en Salvador Allende.

El primer ministro británico Tony Blair defendió su "tercera vía" entre liberalismo y socialismo, mientras que Jospin se mostró partidario de seguir una línea más fiel a la tradición del "socialismo democrático". A su vez, el canciller alemán Gerhard Schroeder pidió a socialdemócratas y socialistas no hacer de éstos pilares dogmáticos y no pelear y combatir a los verdaderos rivales ideológicos.