Ť Abstencionismo, parcialmente derrotado; acudió 53% del electorado guatemalteco
Alfonso Portillo, ganador con 47.8% de votos, pero habrá segunda vuelta
Ť Oscar Berger, segundo lugar
Blanche Petrich, enviada, Guatemala, 8 de noviembre Ť Alfonso Portillo, candidato del derechista Frente Republicano Guatemalteco, arañó por unas horas el sueño de ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta. Pero cuando terminaron de fluir los resultados de las provincias más remotas a las computadoras del Tribunal Supremo Electoral, esta posibilidad se diluyó y el TSE confirmó que el 26 de diciembre contenderán en segunda vuelta el FRG ųque hoy obtuvo 47.8 por ciento de votosų, y el candidato del Partido de Avanzada Nacional, Oscar Berger.
En la medida en que se conocieron las preferencias de la Guatemala rural fue disminuyendo el caudal de votos panista, hasta quedar en un segundo lugar, con 30 por ciento de los votos, lo que confirmó el carácter básicamente urbano de este partido.
El abstencionismo quedó en esta ocasión parcialmente derrotado con una asistencia de 53 por ciento del electorado a las urnas, un porcentaje alto si se considera la historia de voto ausente que ha tenido en años recientes este país centroamericano.
Satisfecha, la izquierdista Alianza Nueva Nación
En un distante tercer lugar, la izquierdista Alianza Nueva Nación se consideró, sin embargo, satisfecha con el resultado. Aunque las encuestas le vaticinaban 7 por ciento del voto, su porcentaje llegó a 11.6 por ciento. Además, logró colocar a al menos 10 de sus candidatos en el Congreso ųentre ellos el ex comandante del PGT Ricardo Rosales (Comandante Carlos Gonzáles), la defensora de derechos humanos Nineth Montenegro, el veterano dirigente del partido Desarrollo Integral Auténtico Alfonso Bauer, y los líderes indígenas Pablo Cetto y Fermina López.
En conferencia de prensa, el candidato de ANN Alvaro Colom advirtió que las fuerzas que lo abanderaron en esta elección no harán alianza con ninguno de los dos partidos de derecha que contenderán en la segunda vuelta. Y anunció que próximamente él mismo creará un nuevo partido de tendencia socialdemócrata, aunque se mantendrá dentro de la ANN. Este anuncio fue visto como un deslinde inicial con sus hasta ahora aliados de la Unión Nacional Revolucionaria Guatemalteca.
Por su parte, el panista Oscar Berger, quien ayer en horas de la madrugada se proclamó vencedor al amparo del flujo de votos de la capital (que lo puso en situación de empate con Portillo) guardó silencio el día de hoy. La caída del panista, a quien las encuestas pronosticaban un margen menos de desventaja frente a su rival, pagó, en opinión de analistas políticos, la factura del actual presidente Alvaro Arzú. "Ningún jefe de Estado en Guatemala tuvo a su favor las condiciones que en su momento tuvo Arzú: pueblo, comunidad internacional y dinero estuvieron a sus pies después de la firma de la paz. No lo supo aprovechar". Aun así, en la segunda vuelta el PAN tendrá otra ųquizá la últimaų oportunidad.
Ť Mi compromiso es con los de abajo, dice el aspirante frentista
Blanche Petrich, enviada, Guatemala, 8 de noviembre Ť En su primera campaña en pos de la presidencia en 1995, Alfonso Portillo, triunfador en esta primera vuelta electoral, expresó que el día que conoció al general Efraín Ríos Montt fue "el más feliz de mi vida". En ese momento, el ex colaborador del Ejército Guatemalteco de los Pobres (EGP) y licenciado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Autónoma de Guerrero, acababa de afiliarse al derechista Frente Republicano Guatemalteco.
Pero un año antes, cuando aún pertenecía a la Democracia Cristiana y contendía por una curul en el Congreso guatemalteco, el mismo Portillo suscribió un mensaje al electorado advirtiendo que si se votaba por el general Ríos Montt "vamos a retornar a la violencia del pasado y a la incapacidad de manejar políticamente el país. Votar por Ríos Montt ųagregabaų significa también regresar a los tribunales de fuero especial que condenaron a muchos guatemaltecos inocentes; significa votar por una persona que ignoró el llamado del Papa de no aplicar la pena de muerte a cinco personas juzgadas en forma anómala".
En 1994 Portillo ųpopularmente conocido en su natal Zacapa como Pollo Roncoų sí se acordaba que el general del golpe militar de 1985 "estableció en sólo 14 meses de régimen la política de tierra arrasada", que provocaría que con el tiempo se encontraran en distintos puntos del país cementerios clandestinos con centenares de osamentas de víctimas de su visión contrainsurgente.
ƑBuen discípulo del caudillo?
Eso ya está olvidado para Portillo Cabrera, proclamado este mediodía "ganador absoluto" de la contienda electoral por el mismo general, ahora ya canoso pero igualmente pujante e influyente en la vida política del país.
Faltaban al menos cinco horas para que el Tribunal Supremo Electoral rindiera su informe final sobre las elecciones, pero Ríos Montt, quien desde hace años abandonó sus uniformes de fatiga para vestir corbata, apareció inopinadamente en el confuso centro de convenciones donde se instaló la sede del TSE, mitad hotel de lujo, mitad shopping mall del tercer mundo. Y en medio de un remolino de rivales, simpatizantes, observadores y periodistas, dio su "rueda de prensa" para otorgar el triunfo a su ahora correligionario. "Alfonso Portillo ųdijoų ya es presidente".
Momentos más tarde el propio Portillo se adelantaba a la historia asegurando que no habría segunda vuelta electoral, que sus votos superaban 50 por ciento, "según datos de nuestro partido", y anunciando en forma beligerante que el FRG impugnaría los resultados de la elección de la alcaldía capitalina. Según las cifras oficiales, el ganador fue el candidato del Partido de Avanzada Nacional, Fritz García. El FRG reclama la victoria para su candidato, Luis Rabé.
En su discurso, Portillo demostró que ha aprendido la lección populista del caudillo: "Este fue un voto contra la arrogancia y la corrupción. Mi compromiso es con los de abajo". Las alusiones al carácter oligarca de sus rivales panistas y a su origen de clase popular han sido una constante en su campaña.
Una trayectoria zigzagueante
Aunque no lo reconoce públicamente, la ficha no oficial de Portillo Cabrera publicada por el Quién es quién en las elecciones de 1999, un catálogo electoral editado por varias ONG de prestigio, indica que en el periodo en el que estuvo exiliado en México, como estudiante de Ciencias Jurídicas en la UAG de Chilpancingo, fue colaborador del EGP. Fue en esa época ų1982ų cuando se vio involucrado en un doble homicidio, hoy jurídicamente "prescrito". Dos guerrerenses fueron muertos por Portillo presuntamente en un pleito de cantina.
Prófugo en esa época, radicó en la ciudad de México y se inscribió en la Facultad de Economía de la UNAM. Regresó a Guatemala en 1989 y se afilió al Partido Socialista Democrático, de donde saltó al entonces gobernante Partido Demócrata Cristiano. En 1996 se afilió al FRG, que lo postuló a la presidencia.
Esa misma ficha refiere que Portillo "se ha visto envuelto en situaciones que han puesto en tela de juicio su integridad ética", por sus vinculaciones nunca aclaradas o desmentidas con el zar del contrabando aduanero Alfredo Moreno. Curiosamente, cuando sus rivales políticos ventilaron en Guatemala el archivado caso de Chilpancingo, los responsables de su campaña electoral lograron darle un manejo que, lejos de perjudicarlo, le rindió dividendos políticos. Amigo personal del priísta tabasqueño Roberto Madrazo, casualmente el lema de campaña de su partido fue "Sí se puede".
Todo esto plantea la incógnita sobre cómo manejará Portillo, en caso de llegar a la presidencia, sus relaciones con México.
Según analistas políticos, es falsa la percepción de que el FRG sea una fuerza derechista homogénea y hay muchos que dudan del poder real que ejerce en este partido su caudillo Ríos Montt, a pesar de que éste ha construido un fuerte núcleo de influencia dentro del Congreso, cuya bancada seguramente presidirá personalmente, acompañado de su hija Sury Ríos, su yerno, y al menos seis militares de la línea dura que le son leales.
Al lado de esta vena militarista y riosmonttista convive, sostienen estos mismos analistas, una corriente de izquierda dentro del FRG, no fuerte en número pero "importante en impacto y proyección", misma que estaría integrada, entre otros, por el viejo comunista Cárlos Cáceres, quien también vivió en el exilio desde finales de los años 60, hasta los 80. Ex investigador de la UNAM, Cáceres perteneció al Partido Guatemalteco del Trabajo. Hoy ha dado el gigante brinco al FRG, es asesor cercano a Portillo y aspirante a una curul. Otro ejemplo es Manfredo Marroquín, analista de Inforpres, un ya disuelto think tank de pequeñas proporciones pero que durante los años más cruentos del conflicto fue un espacio único y valioso de reflexión, análisis y estudio.
La marca de la derecha
A pesar de las adquisiciones desde las filas de la izquierda para alimentar la corriente "portillista" dentro del FRG, la marca de Ríos Montt es indeleble. Nadie en Guatemala niega que el general sigue siendo "hombre fuerte" en el país, principalmente en los vastos sectores rurales donde se aplicó a sangre y fuego un profundo adoctrinamiento anticomunista.
Paradójicamente, al lado de la memoria de las víctimas sobreviven las estructuras comunitarias producto de la intensa labor ideológica de Ríos Montt, apoyadas por un sector de la Iglesia evangélica que contribuyó activamente en su proyecto contrainsurgente. Esa es también la herencia de las aldeas modelo, las Patrullas de Autodefensa Civi y los comisionados militares. Aunque disueltos, su filosofía, basada en la idea "de exterminar a aquellos que pretenden que la bandera roja del comunismo ondee sobre nuestros humildes techos", persiste.
En muchos lugares rurales donde la guerra fue intensa y cruenta, lo que fue base social de la guerrilla votó por la Alianza Nueva Nación. Pero los que fueron concentrados en "repoblaciones" adoctrinadas son el voto duro para lo que diga el general Ríos Montt. Y ese fue en esta ocasión, también, el voto duro para el imprevisible Alfonso Portillo Cabrera.