ASTILLERO Ť Julio Hernández López
Todo en un solo acto: Roberto Madrazo, con la misma sonrisa de sus comerciales, aceptó la victoria del perfecto fracasado, Francisco Labastida, y anunció que buscará "espacios", es decir, chambas, candidaturas, huesos, para sus corifeos; Francisco Labastida, rodeado de salinistas, rehén desde ahora del sistema que le fabricó un triunfo desangelado, declaró el inicio de la era priísta ajena al salinismo; y los desfiguros de los dos actores de relleno: Humberto Roque, que se prepara para ser candidato a senador por Coahuila, y Manuel Bartlett, que trata de vender todavía más cara (una mejor embajada) la aceptación de su aplastante derrota.
Un solo acto de magia, de apariencias, de alquimismo: urnas vacías, casillas solitarias, contienda de a mentiras, con unos cuantos funcionarios mal pagados encargados de espantar las moscas de las mesas receptoras de todo menos de votos y de llenar al final las actas de escrutinio anotando el mayor número posible de falsos votantes.
Magia, alquimismo, mapachería: los madracistas se avinieron desde temprano al acto final del espectáculo que se había montado. Nadie protestaría en serio, nadie levantaría denuncias formales, todo quedaría en mera palabrería a pesar de las evidencias de acarreo, compra de votos, falsificación de documentos, tráfico de credenciales de elector, adulteración de actas...todo con tal de lograr el final feliz, en el que el sistema pariría la cifra básica: diez millones de votantes.
Y así, a obra y semejanza de aquellos veinte millones de votos ja, ja, ja, que auguró Jorge de la Vega antes de la también desangelada elección salinista, hoy los neopriístas de la santísima trinidad (Labastida-Zedillo-Moctezuma) llevan a los altares mediáticos la cifra clave: diez millones de votantes en unas elecciones primarias, ƑCuántos se necesitan para conseguir los 17 millones de votos con los que se ganó en 1994 la Presidencia? Diez millones de votos en comicios internos, que según la aritmética mapacheril garantizan el triunfo tricolor en el 2000, pues, en la lógica de los Pepe Toños, y los Gutiérrez Barrios, y el triángulo LaZeMo Ƒquién da más, si a Fox lo eligieron unos cuantos que sólo tenían al guanajuatense como opción, y Cárdenas ni contendiente tuvo?
Diez millones de votos que, por lo demás, son aceptados sin atisbo crítico alguno por varios de los comentaristas de radio y televisión que hicieron esa misma noche sesudos análisis a partir de las cifras dadas, de la nueva biblia de los mapaches. Comentaristas y periodistas que, salvo unas cuantas excepciones, de entre las cuales destacó la lucidez, ironía y valentía de Carlos Monsiváis, dieron por válida la cifra oficial del priísmo. Por inducción gratificada, o por ignorancia natural, varios de esos personajes ayudaron a instalar el marcador oficial: diez millones de votos el PRI, cero la oposición.
El automadrazo
Roberto Madrazo no tuvo respeto ni de sí mismo. El altivo y desbocado competidor que había jurado morir de cara al sol se dejó caer en el último asalto de la pelea, apenas le tocaron el hombro con un dedo aparentemente amputado. Ni buscó ni encontró mejores pretextos: los resultados no le eran favorables, dijo, y aunque intentó alguna elaboración acerca del oficialismo, del peso del sistema, de las resistencias al cambio, de inmediato dejó ver el cobre tras la apariencia dorada: su corriente política seguirá luchando por el cambio al interior del PRI, y demandando espacios políticos. Espacios que, conforme a la traducción priísta, serán candidaturas a diputados federales y a senadores para algunos de sus seguidores más cercanos, y acaso posiciones en la campaña labastidista. Ulises Ruiz, el diputado oaxaqueño que no admitía ni de chiste la posibilidad de una derrota, que rayaba a veces en el dogmatismo respecto a la inevitabilidad del triunfo de Madrazo, ni siquiera se había aparecido hasta ayer. En privado, antes de las elecciones, Ruiz llegaba a burlarse de la incapacidad operativa de los labastidistas, de su falta de entendimiento de los procesos electorales; no es que el equipo del sinaloense no quisiese ganarle a Madrazo, decía, sino que no podía hacerlo, no era capaz de hacerse de la tecnología adecuada.
Por lo pronto, Madrazo tiene en su mesa de noche el expediente relacionado con la posibilidad de su retorno a la gubernatura de Tabasco. Los mapaches ganadores le dejaron el camino abierto al respetarle el triunfo en todos los distritos de aquella entidad y en varias demarcaciones vecinas de Campeche, Quintana Roo y Oaxaca. El precandidato del sureste, que sería Madrazo, ahora deberá pensar no sólo en su suerte personal (la gubernatura tiene fuero), sino también en la de algunos gobernadores de los estados donde se dio esta victoria estigmatizante.
Roque y Bartlett: lo que caiga es bueno
Roque, como dicho había sido desde semanas atrás, con lo que cayera se daría por bien servido. Salir de la nada para alcanzar algo siempre será visto como una ganancia. Humberto, abandonado por la mano del brody que le mal pagó los servicios de la roqueseñal y de la presidencia carpera del PRI con la dirección de la Aseguradora Hidalgo, sabía que no podría ser candidato a gobernador de Coahuila, por falta de base y fuerza, así es que pidió la gracia de que lo dejaran ser precandidato presidencial de relleno para, de allí, ser candidato a senador y esperar seis años a ver si la edad le permite aspirar a suceder al gobernador norteño recién instalado, Enrique Martínez y Martínez.
Bartlett, mientras tanto, sigue siendo el hombre de mayor oficio y experiencia. No dio su mano a torcer de inmediato, como Madrazo y Roque, a sabiendas de que en las horas finales de las negociaciones es cuando más se puede ganar. Manuel puede ser presidente del PRI (la misma opción podría buscar Roberto, con la salvedad de que esa posición partidista no le da fuero, y él sabe que el sistema de Ernesto, Francisco y Esteban (EFE) no le va a perdonar todo lo hecho en los años recientes) o coordinador de la campaña labastidista. El exgobernador poblano trata de vender la idea de la importancia que para la unidad priísta tendría la colocación de un precandidato difícil, como fue él, en un cargo de nivel importante.
Pero, mientras terminan de acomodarse las piezas de la más reciente comedia tricolor, divirtámonos con algunas de sus mejores escenas: ƑDiez millones de votos? šJa, ja, ja! ƑElección democrática? šJa, ja, ja! ƑDigna ruptura de Madrazo? šJa, ja, ja!
Ah, pero eso sí: Bill Clinton ha mandado una felicitación muy en serio.
Diez millones de votos, ja, ja,ja...
Astillas: Cada vez quedan más claras las insanas relaciones entre Paco Stanley y sus patiños, entre ellos Mario Bezares, de tal manera que también quedan cada vez más evidenciadas como insanas las pretensiones, todavía existentes, de beatificar a esos personajes y considerarlos víctimas de conjuras perredistas... A propósito del PRD, este domingo será la elección de candidato a jefe de Gobierno capitalino. Andrés Manuel López Obrador sigue adelante en los pronósticos sobre el tema...
Fax: 5 45 04 73 Correo electrónico: