* Anuló sus votos como prueba de neutralidad


El dedo índice, obsoleto; el pulgar es ahora el bueno, afirmó Zedillo

* Pidió a los ganadores entusiasmo y humildad para sus contendientes

Rosa Elvira Vargas * El presidente Ernesto Zedillo anuló sus votos. Cruzó todos los círculos de las papeletas para candidato a la Presidencia y al Gobierno del Distrito Federal en la elección interna del PRI para actuar, dijo, ''en congruencia con mi estricta neutralidad''. Anoche, en mensaje transmitido a todo el país, explicó su proceder y, al mismo tiempo, pidió a los dos ganadores entusiasmo y humildad para con sus contendientes y confió en que quienes perdieron asumirán los resultados con ''convicción democrática''.

A lo largo de la semana, la curiosidad de los círculos políticos sobre por quién votaría Zedillo fue creciendo. Ello, además, porque el propio mandatario ofreció el lunes de la semana pasada hacer público, el mismo domingo, el sentido de su sufragio. Muchos daban por descontado que marcaría la papeleta a favor de Francisco Labastida.

La prensa intentó conocer desde la mañana de ayer, luego que Zedillo acudiera a la casilla que le correspondía, la respuesta a esa interrogante. Por la noche, sin embargo, reveló algo que prácticamente nadie hubiera supuesto, pero que tuvo el argumento presidencial de su reiterada neutralidad.

Indicó que desde que el PRI decidió -bajo el propio impulso presidencial, por cierto- ir a votaciones para seleccionar a sus candidatos, ''tomé la decisión de observar la más absoluta neutralidad; es decir, me comprometí a no tener un candidato preferido en ninguna de las dos contiendas. Hoy puedo afirmar con enorme satisfacción que he cumplido mi palabra''.

Añadió que nadie que ''actúe honestamente y de buena fe'' podrá señalarle ''una sola decisión, una acción, ni siquiera la mínima insinuación de mi parte -expresada en público o en privado- que pudiese sugerir mi inclinación particular por cualquiera de los candidatos''.

Y aún más, apuntó que ''quienes hayan tratado de imputarme preferencias imaginarias por tal o cual candidato, lo han hecho como una opinión personal que no tiene fundamento alguno".

A las 21:00 horas, en el salón Venustiano Carranza de la residencia oficial de Los Pinos, el presidente Zedillo leyó un mensaje en el que manifestó convencimiento de que el proceso de selección de candidatos realizado ayer por el PRI, ''por ser genuinamente democrático'', se convertirá en un hecho trascendente en la historia política de México.

El Presidente aseguró que su partido tiene una responsabilidad ''muy grande'' en la construcción de la democracia plena del país. ''Con la elección democrática del día de hoy, el PRI está honrando parte de esa responsabilidad''.

Por eso, dijo que sin menoscabo del acreditado respeto que le merecen todos los partidos políticos del país, expresaba su reconocimiento al Partido Revolucionario Institucional por haber dado un importante paso, que ''sin duda fortalecerá la democracia nacional''.

 

Contienda real y emotiva...

 

Zedillo dijo tener entera confianza en que quienes obtuvieran el respaldo mayoritario del voto aceptarán su responsabilidad con entusiasmo, pero también con humildad y especialmente con sincero reconocimiento y aprecio por sus contendientes. Para quienes no encabecen la votación, ''que de ninguna manera es una derrota'', el mandatario espera que asumirán esos resultados con la misma convicción democrática con que participaron en el proceso.

Apuntó entonces que anuló su voto, porque sólo así podía culminar el cumplimiento de su compromiso de ''estricta neutralidad''.

El PRI vivió, señaló también, una contienda real, emotiva y hasta apasionada, y su proceso de selección ''se convertirá en un hecho trascendente en la historia política'' de México. Destacó que el cómputo priísta deberá hacerse con cuidado, pulcritud y exactitud, y que deberá ocurrir lo mismo con el resto de las etapas del proceso. Y abundó: ''De manera especial corresponderá a todos y cada uno de los candidatos culminar democráticamente su participación en esta histórica contienda''.

Pasadas las 11 horas y acompañado de su esposa Nilda Patricia y sus hijos Ernesto y Emiliano, el presidente Ernesto Zedillo llegó a la casilla que instaló el PRI para su elección interna en Periférico y Parque Lira. La familia sufragó, pero tanto en los momentos previos como luego de marcar sus papeletas, el mandatario ilustró la ocasión con algo que, sin duda, llevaba ya muy aprendido: mostró su dedo índice para asegurar que ése ''ya está obsoleto'', y concedió entonces todo el peso de la decisión al pulgar que le fue marcado con tinta indeleble.

Aún más, cuando había depositado sus votos y dado unas palmadas sobre las urnas -como para que no quedara duda de que las papeletas habían sido introducidas-, Zedillo se volvió hacia la mesa directiva, le marcaron el pulgar y la tinta le provocó sensación de ardor, pero se repuso de inmediato y pidió su credencial de elector.

''No se me vaya a perder porque la necesito el año que entra para votar por el Partido Revolucionario Institucional'', dijo complacido a Margarita Sánchez Gavito, quien fungía como presidenta de la mesa receptora del voto.

''Así es, señor, felicidades'', le respondió ella. Y es que también ayer fue día de los ernestos.

Los Zedillo fueron los votantes entre 90 y 95 -aproximadamente- de la casilla adonde debían acudir quienes pertenecieran a las secciones 4988, 4990 y 4991 del Distrito 15. Se ubicó en una isleta de adoquín colindante con el vivero que es parte de la primaria El Pípila, y a sólo unos metros del carril lateral del Periférico -con dirección al norte-, por donde apenas el viernes marcharon miles de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México en paro hace más de 200 días.

En esa fecha, toda esa área -lo mismo que el puente peatonal que atraviesa desde Los Pinos- fue ocupada por elementos del Estado Mayor Presidencial, por policías capitalinos uniformados y de la montada. Ayer, en cambio, alrededor de un centenar de ateridos reporteros, fotógrafos y camarógrafos aguardaron una hora para la llegada del mandatario y su familia. En el inter, algunos integrantes del Estado Mayor Presidencial, cuyo registro electoral tiene como domicilio Los Pinos, aprovecharon la espera para votar por el priísta de su preferencia.

A las 11:10, la familia llegó hasta la casilla (en lenguaje priísta, mesa receptora del voto). El jefe del Ejecutivo saludó a directivos y representantes de candidatos. Con un ''las damas primero'' cedió el lugar a su esposa, quien realizó el trámite mientras el Presidente daba inicio a sus alegorías con aquello del dedo. ''No éste (dijo mostrando el índice) sino éste (y levantó el pulgar)''. Luego, pidió su credencial y ante el reclamo de los reporteros gráficos porque mostrara el dedo que le fue marcado, preguntó: ''ƑCuál quieren? Hay uno que ya está obsoleto (y levantó el índice). El bueno es éste (y dejó ver entonces el pulgar derecho).

Los Zedillo desandaron el camino para regresar a la casa presidencial, mientras el vocero Fernando Lerdo de Tejada anunciaba que a las ocho de la noche se daría a conocer un boletín con las impresiones del mandatario.

Por la noche, se conocieron las cifras de la casilla donde votó Zedillo. Sufragaron 487 personas. Labastida recibió 323 votos; Madrazo, 113; Bartlett, 21, y Roque 17. Catorce papeletas fueron anuladas.