Ť Unica solución al mayoriteo y fricciones en asambleas, dicen 2 voces opuestas
Bandos de prepa 6 se legislan contra el sectarismo
Blanche Petrich Ť Si hubiera que hacer una cabeza periodística con las palabras con las que dos chavos de la prepa 6 ųvoces de polos opuestosų cuentan su historia, ésta podría ser: "Ultras y moderados se legislan a sí mismos".
Ocurre que la lucha entre corrientes en prepa 6 ųCoyoacánų estuvo a punto de llevar la sangre al río. Tal era la polarización, que las asambleas llegaron a ser episodios en dos turnos de 12 horas cada uno en los que no salía ningún resolutivo porque de todas maneras la votación más que cerrada, empataba.
ųGritábamos tanto que los argumentos ya ni se oíanų dice uno.
ųSí se oíanų replica otro.
ųNo es cierto. Nos echábamos tres horas de descalificaciones contra una de intercambio de ideas.
ųEso sí, y a mentadas.
ųƑY qué pasó?
ųšOooohhhh!, pus legislamos.
ųSí, regulamos todo, hasta la risa. Parece chaqueta mental pero funcionó. De entonces para acá, no mayoriteo, no fricciones, no descalificaciones. Voilà, la magia.
El antagónico asiente no muy modestamente. "Implantamos la verdadera democracia. Sin tanto desorden se liman las asperezas".
ųSe rompieron los bloques. La mayoría de estudiantes regresó a la asamblea, volvimos a tener lleno el auditorio aunque la gente más ultra dejó de venir.
Ninguno de los discutidores entrevistados accede a dar su nombre. Explican: "No nos identificamos porque si nos equivocamos en nuestras declaraciones nos lo achacan. Tenemos libertad de expresión pero hay que cuidar de no afectar al movimiento en este momento tan político".
Así que, a falta de nombres, dialogamos con un futuro pintor, Cachucha, y Bufanda, parista de tiempo completo.
Todo empieza con las respuestas y definiciones de Cachucha, el único que habla en un círculo de herméticos jóvenes encargados de la seguridad. Dice que en el asunto de la devolución de los institutos tomados "no le toca a Prepa 2 decidir". Opina que la propuesta de la nueva Convergencia Universitaria, planteada ya como un desgajamiento del CGH, "de discutir se puede discutir aquí, como todo" y aterriza: "El CGH está dominado por la ultra, necesita una restructuración. Lo mejor sería volver a como estábamos al principio, cuando todos participábamos aunque todas las opiniones fueran diferentes".
Bufanda llega en este momento, se sienta de caballito en una silla con los codos en el respaldo:
--Yo no estoy de acuerdo.
--Aquí sí hay división.
--Pero no a los niveles de Acatlán o Naucalpan. Eso también hay que decirlo.
--Es verdad --reconoce Cachucha -- aquí llegamos a una disyuntiva muy cabrona por la tensión ultra o moderada. Y la mayoría tomó la neutralidad como bandera. Aguantamos mucho, sufrimos muchas chingaderas.
--Era el punto de la fricción total. Hasta que nos dio por legislar todo lo referente a las asambleas.
Receta contra la división
Efectivamente, la bronca en prepa 6 había crecido tanto que los padres de familia llegaron a intervenir. Pero lo hicieron con tan mal tino que también ellos se sumaron a los bandos. La crisis estalló cuando durante una asamblea local un grupo de padres del ala moderada se hizo cargo del acceso y negó el paso a ultras.
--El CGH ya no es funcional a las exigencias sociales del momento. Hemos creado secuelas y no las podemos manejar --dice Cachucha.
--Al contrario, el CGH provoca que la sociedad civil se interese por el conflicto de la UNAM. Aunque puede ser que tengas razón, podría decirse que el movimiento hoy está mas fuerte que nunca pero lamentablemente no se puede decir lo mismo del CGH. Todos están interesados pero todos divididos.
--Eso es lo que quería el gobierno.
Bufanda y Cachucha discuten. Los demás oímos. Pregunto: "ƑHay condiciones para restructurar al CGH?"
--Sí hay, para eso es democrático.
Y para eso ellos tienen la receta, aplicarle al CGH la "legislación" que se aplicaron a sí mismos: para evitar los desórdenes incontrolables cuando gana una posición, se prohíben los goyas y chinga a tu madre. Si quieres estar en una decisión y votar, tienes que haber estado en el debate y haber escuchado a los últimos 10 oradores. A la tercera interrupción te sales del auditorio 10 minutos.
"Eso nos afectó a las dos partes, nos disciplinó. Y se rompieron los bloques", resume Bufanda. Añade Cachucha: "Quiero decirle más sobre cómo restructurar el CGH. Yo creo que no debe seguir funcionando mientras haya asambleas en el exilio".
--Eso, exacto.
--Otra, invitar a los que ya no participan a que regresen. Aquí la participación es libre. Pero si no regresan sus votos desaparecen, no se le pasan a otra escuela.
La vida de un parista es un Matrix
"La vida de un parista es un Matrix", reflexiona Bufanda. "Afuera hay un mundo, aquí otro. Afuera hay día, tarde y noche, aquí hay huelga, viernes, asamblea y sábado CGH para amanecer domingo. Dormir, comer, trabajar, todo gira alrededor de la discusión política".
Cachucha es otra visión: "Yo tengo dos vidas, mi vida normal, un poco fresa, mi casa, mi familia. Como vacaciones larguísimas.".
La cotidianeidad de la prepa gira en torno a dos rifas que se hacen diario: a una mitad le toca ir a la Central de Abastos y a la otra mitad a la cocina. Varias veces a la semana se realizan maratones de boteo. Lo necesario se consigue.
Lejos de sentirse aislados, confían en la sociedad que los rodea: "La gente que es universitaria siempre va a estar interesada en la huelga y en su solución", dice Cachucha.
ƑDerrota? Aquí ni se piensa en eso:
--Al menos aquí, esta huelga es un logro total. Era la preparatoria más de derecha. Es la de menor población, cerca de cuatro mil.
No los inhiben los despectivos diagnósticos de la iniciativa privada que jura y perjura que no dará empleo a egresados de la UNAM.
--ƑY quién les cree?-- concluye Cachucha--. Les guste o no, en la UNAM está lo mejor. El país está hecho por la UNAM.