Ť Fueron trasladadas de Canolal a Acteal


Reubicadas, nueve familias amenazadas por paramilitares

Ť El operativo involucró a policías, funcionarios y la CRM

Elio Henríquez, corresponsal, Canolal, Chis., 7 de noviembre Ť Mediante un amplio operativo que involucró a policías, funcionarios estatales, miembros de la Cruz Roja Mexicana y organismos de derechos humanos, nueve familias indígenas de esta comunidad del municipio de Chenalhó, que estaban amenazadas de muerte por presuntos paramilitares, fueron rescatadas y trasladadas la madrugada de este domingo a Acteal.

En esa comunidad, representantes de los 42 tzotziles ųla mayoría niñosų afirmaron que durante la última semana no pudieron salir de sus viviendas debido a que tenían temor de ser agredidos por los paramilitares ų''quienes tienen armas en sus casas''ų, pues en las recientes semanas se incrementaron las amenazas de muerte, que se hicieron acompañar de disparos al aire y de panfletos anónimos.

''Nos quieren matar por decir la verdad, por denunciar todo lo que están haciendo y preparando para masacrar más indígenas'', comentó un representante de las nueve familias, quien dijo que hasta hace unos días era priísta, pero por no estar de acuerdo con la forma de actuar de sus compañeros fue amenazado y tuvo que salir de Canolal.

Mariano López Pérez, subprocurador de Justicia Indígena, señaló que el desplazamiento se hizo ''por voluntad de los 42 tzotziles'' y en cuanto a las amenazas que afirman haber recibido, ''sólo son rumores, no hay nada en concreto, pero para evitar problemas preferimos apoyarlos para que salgan'' de la comunidad.

''Los grupos de paramilitares trataron de acabar a estas gentes; se encuentran en Canolal y allí tienen guardadas las armas'', aseguró por su parte Agustín Vázquez, uno de los dirigentes de la organización civil Las Abejas, a la cual pertenecen siete de las nueve familias desplazadas ųlas otras dos son del PRIų, que se suman a las 668 personas que ya están aquí en esa condición y a los más de diez mil en todo el municipio, según organismos no gubernamentales.

En el operativo, el subprocurador López Pérez encabezó a un grupo de funcionarios estatales que a las 18 horas se dirigió a Canolal, junto con miembros de la Cruz Roja Mexicana, del Centro Fray Bartolomé de las Casas, dirigentes de Las Abejas y representantes de las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos, aunque éstos no llegaron hasta la comunidad (se quedaron a tres kilómetros), argumentando que su presencia sería una ''provocación''. También iban integrantes del ayuntamiento priísta para explicar a sus compañeros el motivo de la presencia de los extraños.

Con sus niños descalzos que no paraban de llorar, con algunos pollos y gallinas, cajas de cartón, cubetas y sillas, y hasta dos caballos y un par de burros, fueron saliendo uno a uno los indígenas temerosos para partir hacia su nuevo hogar temporal, Acteal, adonde llegarían a las dos de la madrugada de este día en vehículos de la Cruz Roja Mexicana.

Agustín Vázquez subrayó que a casi dos años de la matanza ''vemos que siguen aumentando los desplazados porque la justicia no ha avanzado, y aunque la PGR está trabajando, parece que se necesitan más pruebas, es decir, más sangre en esta región para que haya justicia''.

La directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Marina Patricia Jiménez, lamentó que los gobiernos federal y estatal ''no hayan hecho las investigaciones suficientes sobre los grupos paramilitares para evitar más desplazamientos de indígenas''.

Agustín Vázquez informó que los 42 nuevos refugiados estarán temporalmente en Acteal y luego se les buscará refugio en otro lugar, ''porque aquí ya no hay lugar para más desplazados''.