* Fue una "auténtica guerra de mapaches"


Imputan a labastidistas diversas irregularidades en los estados

* Podrían pedir que se anule la votación en el estado de México

De los corresponsales * Las coordinaciones estatales de Manuel Bartlett Díaz y Roberto Madrazo Pintado acusaron ayer a los equipos de Francisco Labastida de incurrir en múltiples irregularidades como compra de votos, ratón loco, acarreo, hostigamiento y relleno de urnas, en una jornada electoral interna del PRI para la selección de su candidato a la Presidencia de la República.

Los opositores al denominado "candidato oficial" sostuvieron que se trató de una "auténtica guerra de mapaches" organizada por el sinaloense para hacerse del mayor número de los 300 distritos electorales. De acuerdo con éstos, no hubo una sola entidad en la que no se presentaran anomalías para favorecer a Labastida.

En el estado de México, que tiene el mayor número de distritos electorales de la nación, el representante del tabasqueño, Cuauhtémoc García Ortega, denunció que se presentaron "graves irregularidades", lo que podría llevar a solicitar la anulación de los comicios en la entidad.

Como en casi todo el territorio nacional, el coordinador de campaña del tabasqueño aseguró que los labastidistas pagaron entre 300 y 500 pesos a cada persona que promovió el voto a favor de Labastida.

Tan sólo en la capital, Toluca, dijo, hubo automóviles oficiales que realizaron actividades proselitistas. Todas esas pruebas están "suficientemente documentadas" como para solicitar la anulación de la elección interna en el estado de México, afirmó García Ortega.

Sin embargo, el gobernador Arturo Montiel señaló que las autoridades locales actuaron de manera imparcial en la contienda. "Cualquier acusación sobre proselitismo o uso de recursos oficiales son apreciaciones personales", agregó.

En la zona conurbada de la ciudad de México se observaron situaciones similares. Las autoridades de Cuautitlán abrieron una denuncia penal por el extravío de paquetes electorales, los cuales fueron localizados más tarde en la colonia La Quebrada. En la zona oriente, el coordinador de campaña de Madrazo, Humberto Navarro, afirmó que en Ixtapaluca los labastidistas repartieron despensas, acciones que "quebrantan" la credibilidad del proceso interno "porque fueron notorias las prácticas anómalas" en esa región.

También en Veracruz los madracistas acusaron al equipo de Labastida de repartir panfletos difamatorios en contra del tabasqueño y propaganda a favor del sinaloense. Los panfletos contenían una foto de Madrazo abrazando al ex presidente Carlos Salinas con la leyenda: "ƑQuieres que vuelva? Entonces vota por Madrazo".

No obstante, el representante del denominado candidato oficial, Roberto Bravo, aseguró que en la ciudad de Orizaba se observaron varios camiones de pasaje con placas de Tabasco, con jóvenes que intimidaron a los votantes.

Los equipos de Bartlett y Madrazo en Puebla acusaron a los seguidores de Labastida de hacer uso de "toda clase artimañas", desde quema de casillas, relleno de urnas, acarreo, compra de votos y hasta amenazas con armas de fuego.

Carlos Mesa Vivero, coordinador estatal de la campaña de Bartlett, aseveró que durante el sábado los miembros del equipo de Labastida localizaron a los representantes de casilla del precandidato poblano para ofrecerles de 500 a 2 mil 500 pesos, a cambio de que no participaran en la contienda de este domingo.

El equipo de Bartlett dijo que el incidente más grave ocurrió en el municipio de Los Reyes de Juárez, donde el alcalde Albino Machorro encabezó a un grupo que quemó cuatro casillas "al percatarse que la gente votaba a favor del poblano".

Señalamientos similares se hicieron en Zacatecas, donde los representantes de Madrazo y Bartlett denunciaron que trabajadores de algunas maquiladoras recibieron un bono de productividad de 600 pesos para que acudieran a sus centros de trabajo, en lugar de participar como representantes en las mesas receptoras.

La compra de votos se dio también en Mérida. El coordinador del tabasqueño, Roger Torres Peniche, aseguró que además hubo acarreo de priístas, cambio de la ubicación de las casillas y hostigamiento a simpatizantes de Madrazo.

En entidades gobernadas por panistas no fueron menos las irregularidades y las denuncias de los equipos del aspirante tabasqueño. Jacaranda Pineda Chávez, diputada federal y representante de Madrazo en Querétaro, aseguró que "el sistema trabajó a favor de Labastida". Desde el viernes hubo amenazas en contra de los simpatizantes del gobernador con licencia para que no se presentaran a votar o a las casillas que tenían asignadas "porque los iban a correr del trabajo".

Los líderes estatales de la Confederación Campesina Independiente, Gloria Peralta Manzanares, y de Antorcha Campesina, Alicia Arteaga Jasso, trabajaron intensamente en la jornada dominical para promover el voto a favor de Labastida, principalmente afuera de las mesas receptoras.

La historia se repitió en Guanajuato, pero con la particularidad de que en ese estado circuló un comunicado de prensa desde las 16 horas, en el que el coordinador de la campaña de Labastida dio a conocer que el sinaloense era el "triunfador absoluto" de la contienda electoral en esa entidad.

En el boletín, impreso en papel membretado y atribuido al diputado federal priísta Wintilo Vega, se decía que 13 de los 15 distritos electorales de Guanajuato ya habían sido ganados por Labastida Ochoa. Desde temprana hora, los labastidistas lanzaron la cargada de los números.

En Jalisco hubo denuncias de que los organismos electorales retuvieron 21 mil credenciales de elector la víspera de la jornada, impidiendo que el mismo número de ciudadanos ejercieran su derecho a votar en la elección interna del PRI.

Fernando Espinoza de los Monteros, representante de Roberto Madrazo, denunció ante el Comité Electoral que la vocalía estatal del IFE nunca entregó dicha cantidad de micas, "por lo que se teme que las haya prestado al equipo de Labastida para que sus seguidores se presentaran a votar con ellas".

En Tijuana las acusaciones fueron contra los panistas, a quienes responsabilizaron de boicotear el desarrollo del proceso interno priísta. El tricolor en aquella entidad aseguró que los simpatizantes del blanquiazul se apostaron en las inmediaciones de las mesas receptoras para "molestar" a los electores.


* Antorchistas y miembros del MT cumplieron con su deber partidista


Se impuso el corporativismo de grupos priístas

* En colonias, calles y casas de estos sectores aún permanece la propaganda única de Silva Herzog

Elia Baltazar y Raúl Llanos * Nadie indujo el voto, advirtieron. Pero ni falta que hizo, pues en campamentos y colonias de Antorcha Popular y en aquellas zonas donde priva la influencia del Movimiento Territorial un solo rostro dominó el escenario electoral: el de Jesús Silva Herzog.

Así, desde muy temprana hora, antorchistas e integrantes del Movimiento Territorial se dirigieron a las urnas para cumplir con su "deber" con el partido.

Y allí donde se localizan sus zonas habitacionales fue constante la afluencia de votantes a las casillas, siempre custodiadas por "compañeros", identificados como camarillas de los diferentes líderes.

Bien organizados, los priístas de estos grupos se dividieron las tareas extraelectorales. Algunos permanecieron en sus campamentos y colonias para "invitar" al voto. Otros se ubicaron en las oficinas centrales de cada organización, adonde se reportaba la información de la jornada electoral. Eso sí, nadie sabía dónde se encontraban los líderes de Antorcha Popular, Omar Carreón Abud, y del Movimiento Territorial, Cuauhtémoc Gutiérrez. "Andan en tareas del partido", explicaban sus colaboradores.

Carteles, pintas, mantas de todos los tamaños con el lema de campaña del precandidato Silva Herzog permanecían, por ejemplo, en todas las casas y calles de la colonia Tlacaélel, de la delegación Gustavo A. Madero, asentamiento irregular de Antorcha Popular que encabeza Estanislao López y donde se ubicó la casilla 852.

Así se miraron las cosas también en lo que alguna vez fueron los tiraderos de Iztapalapa y hoy conforman el reino habitacional de las huestes de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder del Movimiento Territorial.

La imagen de Silva Herzog sólo fue menos evidente en las cercanías del campamento antorchista que se ubica a espaldas del Metro Rosario, en Azcapotzalco, así como en la unidad habitacional de las calles Vidaurruti y Contal, atrás de Cabeza de Juárez, en Iztapalapa, donde los carteles del precandidato presidencial Francisco Labastida ocupaban la mayoría de los muros.

Como sea, el lema de campaña de Silva Herzog acompañó el paso de los votantes en aquellos rumbos: "Nuestra ciudad en buenas manos".

Algunos dirigente perredistas de la delegación Iztapalapa, dedicados a tomar el pulso de las elecciones internas del PRI, destacaron el trabajo de los integrantes del Movimiento Territorial en aquella delegación, donde se esperaba que las pasiones tricolores se desbordaran y enfrentaran a los seguidores de Campa Cifrián y Silva Herzog.

"Pero ni siquiera para eso dio este gran teatro. Sólo vimos a algunos de los protegidos de Cuauhtémoc Gutiérrez vigilar a distancia las casillas, pero ni siquiera tuvieron que actuar porque en Iztapalapa están muy bien delimitadas las zonas de influencia de uno y otro precandidato", explicaron los perredistas.

En general, la afluencia de votantes en aquella demarcación dejó mucho que desear, pese a la opinión del dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, Jorge Schiaffino, quien aseguró que en colonias como Santa Martha Acatitla, Santa María Aztahuacán y San Lorenzo las casillas debieron cerrarse antes de las 4 de la tarde, pues las boletas se habían agotado.

Pero en colonias como Tepalcates, Renovación, Ignacio Zaragoza, San Juan, y en las unidades habitacionales Margarita Maza de Juárez, Cabeza de Juárez y Guelatao hubo casillas en las que se utilizaron menos de cien boletas electorales.

Una vez más, la fuerza corporativa de algunos sectores priístas se impuso sobre la voluntad de militantes que acudieron en busca de la promesa: Por un nuevo PRI.

* Ocho de nueve grupos de observadores tienen vínculos con ese partido


El PRI se vigiló solo durante su proceso electoral

Bertha Teresa Ramírez * Divididos en dos grandes grupos, según la fórmula de sus simpatías, ocho de las nueve organizaciones de observadores nacionales acreditados por el PRI para los comicios de ayer en el DF en realidad están vinculadas a este partido.

Lo anterior ocasionó que fueran ciegos o tuertos, según su conveniencia, pues en realidad estaban preparados para ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.

Las dos asociaciones civiles que participaron en la observación fueron el llamado grupo de los Cinco, que encabezó la Sociedad Mexicana de Ingenieros, la cual preside el ex diputado priísta Jorge Díaz de León, junto a la cual estuvieron el Consejo de Organizaciones no Gubernamentales del DF, cuyo presidente es Marco Antonio Hernández Murrieta, ex colaborador de Marcos Buccio, secretario de Gestión Social del PRI nacional hasta antes de convertirse en coordinador regional de campaña de Francisco Labastida Ochoa.

Las sedes de este grupo estuvieron en el edificio de la CNOP nacional.

A este grupo también se unieron la Confederación Nacional Agronómica, Asociación de Estudiantes en Administración Pública y Ciencias Sociales, que dirige Omar Rodríguez Alarcón, y la Asociación Universitarios Unidos.

En el otro gran bloque, cuya cabeza es el Foro Nacional Político, que preside Arturo Luyando Espinoza, ex diputado federal suplente, con 96 organizaciones sociales, aglutinó a las fuerzas vivas del PRI y contó con la participación de ambulantes lidereados por Alejandra Barrios y Silvia Sánchez Rico, así como la Federación del Transporte del Estado de México y Taxistas Unidos Plateros de la ciudad de México, entre otras.

Este grupo tuvo su sede en el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político Nacional, y según fuentes del grupo de los Cinco, son afines a la fórmula Campa-Madrazo.

Al margen de esos bloques, en un marco de misterio porque no dieron a conocer la ubicación de su centro de operaciones, se mantuvieron masones del Frente Liberal Mexicano, que preside el diputado Salvador Ordaz Montes de Oca y la Conferencia Nacional de Legisladores Priístas, que preside el diputado federal Ernesto Gil Elorduy.

Al mediodía, el líder del Foro Nacional Político, Arturo Luyando, dijo que lograron reunir a 565 observadores a nivel nacional, de los cuales más de 400 realizaría esa labor en el DF y la zona metropolitana, e indicó que el proceso no contó con observación en el ciento por ciento de las casillas instaladas a nivel local y nacional.

Señaló que la Sociedad Mexicana de Ingenieros contó con grandes recursos y de la noche a la mañana pudo montar infraestructura, y agregó que tienen un pero, "están considerados como de línea netamente oficial".

El resto de las organizaciones de los Cinco, a excepción de Universitarios Unidos, "nunca han hecho observación electoral".

Señaló que el Frente Liberal Mexicano se ha inclinado por la neutralidad, pero en los momentos cruciales de su vida siempre se inclina hacia lo oficial.