n Balance de su labor en el texto de renuncia
Informa el tatic al Papa de la situación de guerra en Chiapas
n Encabezó la misa solemne, ayer en San Cristóbal
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 3 de noviembre n En la renuncia al cargo de obispo de la diócesis local que esta noche firmó Samuel Ruiz García, le informa al papa Juan Pablo II de la "situación de guerra que se vive en Chiapas", y le agradece que haya nombrado a un coadjutor -Raúl Vera López- con mucha anticipación a su retiro, pues eso le ha permitido conocer a la mayoría de los feligreses y cómo funciona este distrito religioso con mayoría indígena.
En el documento de siete páginas que comenzó a redactar cuidadosamente desde hace poco más de un mes, el tatic (padre, en tzeltal) hace un balance de su trabajo a lo largo de 40 años, sus logros, sus retos, cómo entendió él su misión de pastor y cómo se encuentra en estos momentos la diócesis.
"La carta tiene un saludo introductorio en el cual, después de presentar quién soy, cuándo fui consagrado obispo y el día en que cumplo 75 años (hoy), indico que en cumplimiento con el canon que sugiere -no es un mandato, es una sugerencia pero que todos los obispos la hemos aceptado- que es conveniente que a los 75 años se ponga la renuncia, yo renuncio", afirmó Samuel Ruiz en la homilía de la misa solemne celebrada esta tarde en la catedral de San Cristóbal, donde fue consagrado el 25 de enero de 1960.
Explicó que después de eso hace una descripción en tres capítulos de la motivación que
tiene, "de gran emoción para poner esa renuncia", la cual -dijo- firmaría a las doce de la noche de este miércoles, cuando todo mundo pensaba que lo haría en la celebración, pues así se anunció en el programa oficial.
En el primer capítulo de la carta con lenguaje eclesiástico que personalmente él elaboró y que no puede hacerse pública, le expresa al papa Juan Pablo II la "emoción que le ha tocado, pues no es común y corriente echar semilla y recoger fruto en un periodo largo de ministerio episcopal".
Además, menciona que el obispo que duró más años antes de él en esta diócesis fue su antecesor Lucio Torreblanca y Tapia, con 15 años de servicio, y él llegará a 40 el próximo 25 de enero. Luego destaca algunos de los frutos que se han recogido en estos años, "simplemente una enumeración, no una ampliación grande".
Según el prelado, originario de Irapuato, Guanajuato, es en esta parte donde "evidentemente menciono la situación de guerra en que vivimos, y cómo encima de eso un sínodo diocesano se lleva a cabo teniendo por tanto una marca de mística de servicio y de profunda espiritualidad diocesana".
En el segundo capítulo, Samuel Ruiz indica "cómo esta diócesis se alargó y tiene una señal, un envío, una vigencia en sus acciones que van mucho más allá del territorio diocesano y aún del nacional". Y en la tercera parte del texto la da gracias al romano pontífice "por haber enviado con tal anticipación a nuestro coadjutor que tiene ya un conocimiento y una estimación también de parte de la diócesis la cual ha recorrido en su totalidad".
En la parte final, precisó, "termino reiterando que no estoy loco, sino en pleno conocimiento, en plenas facultades con una libertad de decisión, nadie me presiona, y que pongo mi renuncia esperando que el Santo Padre decida el tiempo que el juzgue oportuno para la aceptación; ese es el contenido, no hay nada misterioso pero es privada".
La celebración por el cumpleaños 75 de Ruiz García inició muy temprano con las tradicionales Mañanitas. Más tarde cientos de católicos de las 42 parroquias y de otras partes de México y del mundo, realizaron una peregrinación por las calles de la ciudad entonando cánticos religiosos, con velas y flores. "Gracias tatic Samuel por ser mensajero de paz y esperanza", se leía en las pancartas.
El grupo fue recibido por el prelado a la entrada de la catedral que hoy dio cabida a más de 2 mil gentes, la mayoría, como casi siempre, indígenas. También estuvieron visitantes distinguidos: los obispos Arturo Lona, de Tehuantepec, y Alvaro Ramazini, de San Marcos, Guatemala; Miguel Concha Malo, provincial de los dominicos en México; Pablo Iribarren, con el mismo cargo en Centroamérica, así como religiosos y religiosas de otros países y de México. Además, estuvieron muchos de los agentes de pastoral que hace muchos años trabajaron aquí y ahora están en otros lugares.
El tatic, quien inició su homilía dando gracias a Dios por haberlo enviado y sostenido en esta diócesis por 40 años, repitió lo que antes ha dicho: "Si por un imposible volviera a nacer y me preguntaran si querría venir a alguna diócesis, diría que a la de San Cristóbal", a la cual definió como "un testimonio".
En su mensaje, el coadjutor Vera López manifestó que después de haber tomado posesión del cargo (el 4 de octubre de 1995) entendió que "Dios me envió aquí para acompañar a un hombre de Dios, cuyo corazón se ha dilatado tanto que se ha convertido en puerta de ingreso al reino de Dios para muchísima gente que se creía que no podía entrar a ese lugar, empezando por los indígenas".
Poco después, con la voz entrecortada, Lona Reyes tomó la palabra y dijo que para hablar de y con don Samuel "hay que quitarse el sombrero, y en este caso me voy a quitar la mitra". Enseguida destacó la labor pastoral y en favor de los indígenas que ha realizado el prelado en sus 40 años de presencia aquí.
Ramazini, por su parte, a nombre propio, de la Iglesia y del pueblo de Guatemala, hizo un reconocimiento público a Ruiz García por su apoyo a los refugiados guatemaltecos que llegaron a México a partir de 1980 huyendo de la violencia en su país.
También el Consejo Mundial de Paz -en el cual participan cuatro premios Nobel de la Paz, doce obispos y otras personalidades de 26 países- envió un reconocimiento al tatic.
En la misma ceremonia los obispos de esta diócesis y otros directivos firmaron los documentos del segundo Sínodo.
Al finalizar, aclaró: "Tenemos ya, hermanos y hermanas, redactada la carta de renuncia dirigida al romano pontífice; es una carta personal, no se da a la prensa ni es de opinión pública, pero les digo que no hay nada secreto y que la firmaré a las doce de la noche de este día". Un nutrido aplauso, como los anteriores, rubricó su anuncio.