n La publicación semestral cumple una década y llega al número 20
Debate feminista, batalla cultural que impacta en la política: Lamas
n En estudios de género y de crítica cultural, la revista es referencia obligada, dice su directora
n Abordar problemáticas que no son tratadas en ningún otro lugar constituye otro de su logros
Patricia Vega/ I n Y diez años después, como lo consignó en su editorial inicial, debate feminista sigue en contra de los estudios banales y de las explosiones de resentimiento a nombre de la revolución.
De publicación semestral, la revista -''ladrillo", le dicen afectuosamente por su extensión de 400 páginas en promedio- llega a su número 20 y somete al debate el concepto de Ƒgénero?, escrito de
manera provocadora entre interrogaciones a guisa de título.
En palabras de su fundadora y directora, Marta Lamas, a lo largo de esta primera década de vida la revista contribuyó a mostrar una parte importante del debate feminista internacional, latinoamericano y mexicano.
Perfil sui generis
Abunda Lamas: ''Podrás discrepar de ella, considerarla elitista o un ladrillo con pocos materiales nacionales -una de las autocríticas que nos hacemos-, pero debate feminista, para quienes están adentro del movimiento feminista en sus varias expresiones y tendencias, y para quienes están en estudios de género o de la mujer, y de crítica cultural es, ahorita, una referencia obligada. Lo admito sin modestia y con realismo, porque esa es la retroalimentación que nos devuelve nuestro entorno".
Y como los aniversarios son propicios para hacer balances, en esta ocasión a la voz de Marta Lamas se unen las de Hortensia Moreno y Gabriela Cano, quienes forman parte de un núcleo más amplio, constituido en un comité editorial que da salida a las diversas inquietudes intelectuales vertidas en sus placenteras reuniones de trabajo.
Para Hortensia Moreno el trabajo de la revista se concentra en ''estar renovando, de manera permanente, el discurso feminista para volverlo materia viva que se discuta en la plaza. Y aunque es muy difícil hablar de cuál es el alcance de debate feminista, sabemos que contamos con una diversidad de públicos que a su vez generan vasos comunicantes, redes, que permiten que las ideas trasciendan a los lectores individuales. Por supuesto que no podemos controlar y saber hasta dónde se va a filtrar una idea, pero nuestra esperanza es que dé inicio a un proceso de comunicación".
Toma la palabra Gabriela Cano. ''Dentro del panorama editorial mexicano, debate feminista tiene un perfil sui generis, tiene algo de revista de investigación, algo de revista de análisis político y algo de revista cultural, pero no es ninguna de éstas. Creo que esta característica le da una riqueza que se expresa en un trabajo editorial que mezcla autores y textos muy distintos.
''Publicamos, por ejemplo, autores que son muy importantes en la teoría del género y en el debate contemporáneo como Joan W. Scott y Norbert Lechner, junto a autores mexicanos que no son conocidos y creo que este contrapunto ofrece a los lectores la posibilidad de hacer una lectura muy creativa; lecturas que nosotras de ninguna manera podemos prever, pero que conocemos cuando vemos citas de debate feminista en diversos artículos y cuando vemos que la revista si bien tiene un tiraje corto (mil 500 ejemplares), circula muchísimo en fotocopias entre muchos jóvenes.
''Creo también que la publicación es una apuesta a los textos, a la escritura, en un momento en el que en el panorama editorial mexicano tiene mucho peso es el diseño, la imagen, las letras grandes y los textos cortos. Escribimos textos largos y no todos son ilegibles o densos para la mayoría del público lector, porque los hay divertidos y ligeros como los de la sección Argüende que hace Jesusa Rodríguez.''
''En este contexto -prosigue Cano- quiero resaltar que en debate feminista se tocan temas que no son tratados en ningún otro lugar, como es el caso de los estudios queer -que se refieren a la sexualidad, el cuerpo y en especial a las representaciones culturales de la homosexualidad- de los que me atrevería a decir que casi no se ha publicado nada en español."
Emprender una batalla cultural
Marta Lamas recuerda que desde el primer número de debate feminista se afirmó que querían ser un puente entre la academia y el movimiento feminista. En este contexto, la labor de la revista ha sido fundamental en el terreno de la traducción. ''Sabemos que sí hay feministas interesadas en el debate teórico, pero que no leen inglés, francés, italiano o alemán. Tenemos la conciencia de que el movimiento necesita de esos textos para su trabajo político y nos dimos a la tarea de traducirlos".
Por otro lado, Lamas admite que la revista ha colaborado en la construcción de una agenda feminista. ''Lo que nos interesa es la inscripción de nuestra agenda en una agenda democrático radical, si así se quiere. Por eso tenemos la voluntad de que los temas -acciones afirmativas, cuotas, aborto, sexualidad, etcétera- que se relacionan con nuestra agenda sean discutidos en la revista.
''Debate feminista nunca planteó hacer un programa, se propuso ser un puente y fortalecer un debate que a nuestro juicio es muy impotante. Como dice Carlos Monsiváis, si las batallas políticas no están acompañadas de batallas culturales no tienen éxito. Y lo que hemos hecho en la revista es dar una batalla cultural que evidentemente tiene una repercusión y un impacto en el mundo de la política."
ƑY el futuro?
Las voces de Lamas, Moreno y Cano se unen para señalar que ante el hecho de que en debate feminista muchas veces quedan fuera materiales por falta de espacio -es un ''ladrillo" de 400 páginas que no pueden extender a 800 como quisieran- están pensando seriamente en retomar un proyecto que se les ha quedado en el tintero: convertir a debate feminista en una editorial que publique volúmenes y que posiblemente cambie a otro nombre que refleje la diversidad de temas e intereses que tiene el grupo. Es ahí donde cabrían las inquietudes por dar más espacio al pensamiento mexicano, a la literatura y a reflexiones más puntuales y extensas sobre los temas que han abordado a lo largo de 20 números de colección.
A lo mejor el grupo opta por tener una revista con una periodicidad más corta, pero una extensión más breve. Sin embargo uno de los propósitos -independientemente del formato de la publicación- es tener más textos originales, generados en México y que dialoguen al lado de las traducciones que se hacen. Pero eso no está en manos del comité editorial, sino de los autores que hagan llegar sus textos a las oficinas de la revista.
Y mientras llega la fiesta que se efectuará la noche del sábado en el teatro-bar El Hábito y a falta de recursos para financiar una encuesta en forma, Marta Lamas propone a las lectoras y lectores de debate feminista participar activamente en la celebración de su décimo aniversario enviando opiniones, comentarios y sugerencias al correo electrónico: [email protected]