Ť Buscan sabotear la cumbre de La Habana, acusa
Denuncia Castro una "histérica" campaña de extremistas de EU
Afp, Reuters, Pl, Dpa y Ap, La Habana, 2 de noviembre Ť El presidente Fidel Castro denunció lo que calificó de "histérica" y "desesperada" campaña de los sectores extremistas de Estados Unidos y los grupos anticastristas de Miami para desacreditar a Cuba e intentar sabotear la novena Cumbre Iberoamericana que se realizará en La Habana el 15 y 16 de noviembre.
Durante una intervención televisiva de más de cuatro horas, que comenzó la noche del martes y se prolongó hasta esta madrugada, Castro lanzó un "yo causo" a Washington y su Oficina de Intereses en Cuba, a los que también imputó el sabotaje de la reciente visita que realizó a la isla el gobernador de Illinois, George Ryan.
A lo largo de su alocución, el mandatario leyó cables noticiosos, documentos estadunidense e informes de inteligencia cubanos y mencionó por nombre y apellido a los funcionarios de la oficina mencionada y a los dirigentes de la disidencia interna, para probar lo que llamó la "feroz campaña" lanzada contra Cuba.
Indicó que en agosto último, el jefe de asuntos cubanos del Departamento de Estado, Charles Shapiro, instó a la disidencia interna a realizar una cumbre paralela a la Iberoamericana, que abordaría la situación de los derechos humanos en la isla.
De cara al encuentro de dignatarios iberoamericanos, la disidencia está incrementando sus actividades públicas para denunciar la situación de los derechos humanos en Cuba y aprovechar la oportunidad de atraer la atención de los mandatarios que se darán cita en La Habana.
Diplomáticos latinoamericanos creen que la cumbre, con la anunciada ausencia de cinco mandatarios, podría ser secuestrada por la disidencia y por Estados Unidos.
Fidel Castro acusó también a la anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) de pretender financiar con millonarias sumas de dinero, si fuera necesario, a la disidencia y a la Iglesia católica, para obstaculizar la cumbre.
Esos planes, apuntó, estarían dirigidos a utilizar a los opositores Elizardo Sánchez Santacruz y Oswaldo Payá, así como al arzobispo de Santiago de Cuba, Pedro Meurice. "Hemos comprobado ya gestiones del señor Elizardo con distintas embajadas, con vistas a la cumbre", subrayó.
Fustigó así la estrecha relación de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba con los "cabecillas contrarrevolucionarios" y la forma como apoya y "estimula la subversión" en el país.
Señaló que entre muchas artimañas de esa oficina --dentro de la cual acusó concretamente a su jefa, Vicky Huddleston, de conspiración--, se dedica también a organizarle a cuanto millonario estadunidense viaja a la isla reuniones con los disidentes, y destacó que un encuentro similar se le impuso al gobernador de Illinois, quien estuvo en el país del 23 al 27 de octubre pasado, cuya visita también intentó sabotear.
En una reacción inmediata a las declaraciones de Castro, el periodista Jorge Olivera, de la ilegal agencia Habana Press, señaló que los "ataque furibundos" del presi- dente podrían derivar en algo más peligroso, tras asegurar que es falso todo lo que le imputa Castro a la disidencia interna.
Sin embargo, Elizardo Sánchez, quien dirige la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación, declaró a Afp que la oposición cubana planea para los próximos días una inédita asamblea que pretende reunir a "varias veintenas" de activistas para redactar un mensaje a los dignatarios que asistan a la cumbre Iberoamericana.
La Iglesia católica, de su lado, aclaró que sus obispos no se dejarán manipular para obstaculizar la Cumbre Iberoamericana: "Ni antes ni después de la cumbre, la iglesia en Cuba servirá como instrumento para otros fines que no sean los que el Señor le fijó: anunciar el Evangelio, procurar la reconciliación y la paz y el amor cristiano", dijo en una nota el cardenal Jaime Ortega.