Ť En 1997 canalizó $22 millones al Fideicomiso Expo-Guadalajara


Alberto Cárdenas usó recursos del erario para apoyar a empresarios

Ť El préstamo, sin autorización del Congreso Ť El dinero no habría sido reintegrado a las arcas

Cayetano Frías Frías, corresponsal, Guadalajara, Jal., 2 de noviembre * El gobierno panista de Alberto Cárdenas Jiménez dispuso, por lo menos en una ocasión, de los recursos del erario para fondear a un fideicomiso que es manejado por las principales cámaras empresariales de Jalisco, y bajo la figura de un "apoyo económico temporal" ųque no está previsto en ninguna ley estatalų les canalizó 22 millones de pesos en 1997, dinero que no habría sido reintegrado al patrimonio público.

De acuerdo con documentos en poder de este diario, el dinero fue canalizado al Fideicomiso Expo-Guadalajara el 26 de julio de 1997 y el beneficiario se obligaba a restituirlo a más tardar el 30 de noviembre de ese año. Firmaron el acuerdo, sin autorización del Congreso, el gobernador Alberto Cárdenas Jiménez y los secretarios de Finanzas y general de Gobierno, José Levy García y Raúl Octavio Espinoza Martínez.

Manuel Villagómez Rodríguez, presidente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeños Industriales, afirma que ese préstamo ilegal es resultado de la "política subsidiaria, que nació de ese nefasto político llamado Manuel Clouthier y que se basa en quitarles los subsidios al pueblo, en tortilla, luz y educación, y los traslada a los empresarios, para proteger la especulación y no la producción".

El diputado perredista Miguel Angel León Corrales, presidente de la Comisión de Inspección del Congreso local, considera que ese préstamo por 22 millones de pesos debe ser aclarado, porque la figura de "apoyo económico temporal" no existe en ninguna ley del estado de Jalisco. "Ante el hecho evidente de que este asunto se está haciendo público, si por un lado Expo-Guadalajara no aclara, o por otro lado el gobierno del estado, yo lo que le plantearía a la Comisión de Inspección es que le pida a la Contaduría Mayor de Hacienda que investigue", señala.

Inexplicablemente, la Contaduría no hace ninguna observación sobre el caso en la auditoría de la cuenta pública de 1997, y no tenían más antecedentes que los proporcionados por La Jornada. El riesgo es que en los próximos días se votará en el pleno legislativo esa cuenta y, de no haber sido pagados, tal vez no se recuperarían.

Los impuestos a la IP

Expo-Guadalajara es un centro de exposiciones construido con capital mayoritario de los impuestos, pues al crear el fideicomiso en 1987, el gobierno estatal prestó mil 350 millones de pesos y el ayuntamiento de Guadalajara 450 millones, incluido el valor del terreno, sin contar la condonación de permisos y licencias. El proyecto se inició décadas atrás, pero fue el gobierno de Enrique Alvarez del Castillo el que lo impulsó y se formó el fideicomiso el 29 de marzo de 1988. En el consejo de administración quedaron representantes de la Asociación de Fabricantes de Muebles de Jalisco, Cámara de la Industria del Calzado, Cámara de la Industria de la Construcción, Cámara Regional de la Industria de la Transformación, Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, Cámara de la Industria Metálica de Guadalajara, Cámara Textil de Occidente, Consejo de Comercio Exterior de Occidente y el ayuntamiento de Guadalajara.

Expo-Guadalajara fue presidida en su primera etapa por Aurelio López Rocha, empresario de militancia priísta identificado con la corriente del actual senador Eugenio Ruiz Orozco.

Cuando Guillermo Cosío Vidaurri asumió la gubernatura, en marzo de 1989, descubrió que la Expo no había pagado los mil 350 millones de pesos que se le prestaron y obligó a los empresarios a pagar contra su voluntad. A partir de entonces iniciaron una guerra contra Cosío Vidaurri y las hostilidades no cesaron tras su separación del cargo, pues a la fecha sigue siendo el villano favorito del gobierno panista de Cárdenas Jiménez, donde la iniciativa privada y la ultraderecha controlan las principales carteras del gabinete.

El escarmiento a Cosío Vidaurri sirvió de mucho, porque el ayuntamiento de Guadalajara jamás cobró 200 millones de pesos, de un total de 450 millones que aportó. A partir de 1987 fueron alcaldes los priístas Eugenio Ruiz Orozco, Gabriel Covarrubias Ibarra, Enrique Dau Flores ųsólo 27 díasų y Alberto Mora López, a quienes nunca se les ocurrió cobrar el préstamo y sólo recibieron acciones por 250 millones de pesos.

Los presidentes municipales panistas César Coll Carabias y Francisco Ramírez Acuña siguieron la tónica y los ciudadanos tapatíos no han visto utilidades por esa megainversión.