Ť En Ginebra, analizan aplicar medidas más estrictas
Buscan 188 gobiernos que se respete el derecho humanitario
Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra, 1o. de noviembre Ť Con el fin de lograr el respeto al derecho internacional humanitario, el cual protege a civiles en tiempos de guerra y de desastres naturales, como son inundaciones, erupciones volcánicas y epidemias, los 188 gobiernos suscriptores de las cuatro Convenciones de Ginebra analizarán aquí la aplicación de medidas más estrictas para esos casos, que incluso considerarían el uso de la fuerza.
Los gobiernos deben, para ello, utilizar todos los medios disponibles, incluyendo la presión diplomática y económica, así como el uso de la fuerza, que si bien no está incluida en las Convenciones de Ginebra, no por ello queda excluida, afirmó Cornelio Sommaruga, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja.
No obstante, añadió que esta medida debe ser resuelta a la luz de la declaración de la Organización de Naciones Unidas.
El objetivo por el cual la 27 Conferencia del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Federación de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que se desarrollará aquí hasta el 6 de noviembre, y habrá de pasar somera revisión al estado actual del derecho humanitario, "es de grueso calibre y motivado por circunstancias dramáticas", dijo Sommaruga. "Día tras días, las violaciones escalan y mientras los conflictos internos, siempre violentos, el trabajo de los voluntarios y de las organizaciones humanitarias son frecuentemente paralizados por la falta de seguridad".
Sommaruga reveló hoy el drama interno de la Cruz Roja, la red humanitaria por excelencia: el número del voluntariado está en declive. En tan sólo 10 años, quienes ofrecen su profesionalismo a la tarea de protección de civiles, de soldados no combatientes, de detenidos, de intermediación entre partes beligerantes, han pasado de 220 millones, en 1990, a 105 millones al cierre de la década, o sea, una disminución de 50 por ciento.
"Secuestros, agresiones, asesinatos y eventos trágicos de ocurrencia cotidiana muestran una creciente indiferencia al respeto al derecho humanitario, de su simbolismo protector", se lamentó Sommaruga durante su intervención inaugural de la conferencia a la que asisten más de 2 mil delegados.
"Las víctimas de los conflictos esperan que la conferencia ofrezca un claro mensaje: que el derecho internacional humanitario sea más respetado por todos. No hay que defraudarlos", solicitó.
En la sesión inaugural de la última conferencia de la Cruz Roja, en el siglo XX, se rindió homenaje a los voluntarios víctimas de su trabajo humanitario; en especial, los que fueron asesinados la semana pasada en Chechenia.
Prioridad a cinco áreas
Sommaruga identificó cinco áreas en las cuales se da prioridad al respeto del derecho humanitario: en primera instancia a la protección de civiles, "que son, cada vez más, el objeto de ataques deliberados. Actualmente, la guerra ya no tiene la meta de la victoria militar, sino el cambio de la composición étnica de un territorio", como se ha visto en Croacia, Bosnia, Ruanda, Kosovo y recientemente, en Timor.
El combate a las minas antipersonales es otra área y exige la ratificación de todos los gobiernos a la Convención de Otawa, en la que se prohibió el uso, producción y venta de esas armas mortíferas de las que son víctimas directamente los civiles. Tan sólo 88 países la han ratificado.
En tercer lugar, el tráfico de armas ligeras, "pues desestabilizan a naciones enteras". Al respecto, citó, los Estados exportadores y las industrias de armamentos comparten junto con los combatientes la responsabilidad de las consecuencias de su uso.
Y, en las otras dos áreas, la de los soldados-niños y la de las mujeres.
Cinco áreas en las cuales los gobiernos deben avanzar para imponer el respeto al derecho internacional humanitario.
Las víctimas de los desastres naturales fueron objeto de un llamado a la solidaridad por parte de la presidencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. La doctora Astrid IJeiber aseguró que los cambios climáticos son el origen de catástrofes cada vez más graves.
En los 90, dijo, anualmente perecen 128 mil personas en el mundo y 136 millones de seres son afectados por dramas naturales. Las víctimas, en 90 por ciento de los casos, son de países en desarrollo.
"Las perspectivas no son buenas", afirmó Heiber. "Los riesgos son más peligrosos cuando hay más de un billón de personas viviendo en la miseria, cuando la deforestación acaba con las defensas ecológicas y cuando el sobrecalentamiento del planeta desencadena a los elementos naturales y hace más difícil su prevención".
En la conferencia participan representantes de los 188 gobiernos signatarios de las Convenciones de Ginebra, de los delegados de las 176 sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, así como del sector empresarial.