Ť La ONG evalúa la propuesta de la dependencia


Ofrece la PGJDF al Centro Pro dispositivo especial de vigilancia

Ť Los ataques no son fortuitos, parecen una acción diseñada: Cortez

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ofreció al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez un dispositivo especial de vigilancia para resguardar a la abogada Digna Ochoa, responsable jurídica del centro, quien el jueves pasado sufrió un atentado.

La propuesta está siendo evaluada, informó Edgar Cortez, director de dicha ONG, quien resaltó su preocupación por que a pesar de operativos anteriores para garantizar la seguridad de la abogada, éstos no han sido efectivos, lo que les lleva a pensar que los responsables de la agresión pertenecen a "instancias altamente profesionales".

Cortez refirió que desde el viernes pasado, después de la agresión contra Ochoa y el allanamiento de las oficinas del centro, han estado en contacto con la PGJDF y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuyo representante prometió estar al tanto de las investigaciones.

La Secretaría de Seguridad Pública del DF también puso en marcha un operativo de vigilancia; no obstante, desde septiembre pasado, cuando se registró otra serie de intimidaciones contra Digna Ochoa y personal del Pro Juárez, estaba funcionando un dispositivo similar, que resultó infructuoso.

Ante esa situación, Cortez se manifestó por la profundización de las investigaciones y por un mayor esfuerzo de la procuraduría capitalina para encontrar a los responsables. El director del centro también consideró deseable la cooperación de la Secretaría de Gobernación en las averiguaciones, por ser ésta una de las responsables de garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Las reiteradas amenazas contra miembros de esta ONG representan "un cuestionamiento al respeto a quienes trabajan en la promoción de los derechos humanos y genera dudas respecto a la capacidad gubernamental para garantizar la seguridad de los ciudadanos", expresó.

Los activistas del Pro Juárez expresaron su preocupación por la escalada de violencia ejercida contra los defensores de derechos humanos, pues los ataques no son hechos fortuitos; más bien parecen "una acción diseñada para aumentar el hostigamiento y la intimidación en contra del Centro Miguel Pro", concluyó Edgar Cortez.