Ť Obtuvo en comicios 12 senadurías y 40 diputaciones
Surge el Frente Amplio como la mayor fuerza política en Uruguay
Ť El próximo día 28, de regreso a las urnas para la segunda vuelta
Ť Logró la coalición el mayor número de votos en la historia del país
Stella Calloni, enviada, Montevideo, 1o. de noviembre Ť Más de 300 mil personas asistieron anoche a los festejos del Encuentro Progresista-Frente Amplio que triunfó en las elecciones nacionales, con 39 por ciento de los votos y se adjudicó 12 senadurías y 40 diputaciones, conformándose en la mayor fuerza política del país.
La campaña para la segunda vuelta que se realizará el 28 de noviembre al no lograr esta coalición 50 por ciento más uno sobre su seguidor inmediato, el oficialista Partido Colorado, ya está en el aire, pero el pueblo uruguayo dio un ejemplo al acudir a votar en una cifra superior a 90 por ciento de los ciudadanos empadronados y por la alegría y vitalidad que puso en la mejor campaña política que se haya visto.
El EP-FA ganó por mayoría absoluta en esta capital con más de 50 por ciento de los votos y triunfó en los tres departamentos del interior con mayor población: Maldonado, Canelones y Paysandú, mientras avanzó en forma espectacular en otros distritos que eran bastiones de los tradicionales Partido Colorado y Blanco (Nacional), para consolidar una presencia que está basada en un progresismo moderado y una oferta de cambio.
Así, el 28 de noviembre los uruguayos irán nuevamente a las urnas para dirimir quién será el presidente para los cuatro primeros años del siglo XXI, entre los aspirantes de la fórmula triunfante, Tabaré Vázquez-Rodolfo Nin Novoa, y Jorge Batlle, un veterano político de 71 años del coloradismo tradicional que, sin embargo, en las internas partidarias se enfrentó con el actual presidente Julio María Sanguinetti.
El EP-FA necesita unos 150 mil votos para ganar el balotaje (segunda vuelta ) a Batlle, quien a su vez debe recurrir a ganar el voto de los blancos y requiere de 310 mil sufragios para derrotar a Vázquez.
Es posible que el socialdemócrata Nuevo Espacio que lidera Rafael Michelini apoye al Encuentro Progresista. Pero también es posible que muchos blancos, disconformes con la conducción de su partido y del fracaso al que los expuso el ex presidente Luis Alberto Lacalle, no voten en apoyo a los colorados.
De todos modos, tanto Vázquez como Batlle empezaron ya la búsqueda de apoyo para la ronda decisiva de la elección presidencial.
El EP-FA se convirtió en el partido que más votos obtuvo desde la fundación del país: 854.170 sufragios contra los 777.701, que logró Sanguinetti en 1984, cuando todas las fuerzas se alinearon detrás suyo para comenzar la transición democrática (asumió su primer gobierno en 1985) después de la dictadura más cruenta que vivió este país.
El editorial del periódico La República titula hoy: "Ya nada será igual", y sostiene que la historia del país cambió desde ayer y que la correlación de fuerzas en el Parlamento fue alcanzada por esta importante novedad y con la inclusión, además, de 12 senadores (existe un puesto en el Senado en disputa entre EP-FA y el Partido Nacional y 39 o 40 diputados).
De esta manera, el EP tiene la representación más amplia con mayoría determinante, lo que implica, señala el rotativo, una realidad inédita.
En tanto, aunque Batlle no triunfó y ocupó un segundo lugar con 31.7 por ciento de los votos, se considera que tuvo un buen papel en la elección, pero una buena parte de los votantes estima que su imagen, muy distante de la de Sanguinetti, ha decepcionado a muchos de sus propios partidarios.
El Partido Colorado festejó también ayer y el discurso de su candidato estuvo ya centrado en la campaña hacia el balotaje, pidiendo literalmente el voto de los blancos y un mayor esfuerzo partidario.
En tanto, el Partido Nacional está pagando el precio de la corrupción de muchos funcionarios que acompañaron al ex presidente Lacalle en su gestión (1990-95), y quedó relegado a una distancia de 10 puntos del Partido Colorado, en un tercer lugar con 21.5 por ciento de los sufragios.
El resultado de la votación tuvo su origen también en su cada vez más difuso peso en el interior del país. La bancada de senadores del Partido Blanco se redujo a seis senadores de los 10 que poseía.
Michelini, del socialdemócrata Nuevo Espacio, sólo obtuvo 4.4 por ciento de los sufragios, y Unión Cívica, sin representación parlamentaria, 0.2.
Por su parte, el Partido Socialista era el más votado dentro de la interna del EP-FA en Montevideo, en segundo lugar Asamblea Uruguay, que liderea Danilo Astori, en tercer lugar está el Movimiento de Participación Popular donde tienen peso los ex tupamaros.
Luego sigue la Vertiente Artiguista, en quinto lugar la Corriente Progresistas de Rodolfo Nin Novoa y luego el resto de fuerzas que integran esta coalición.
En su editorial de este día el rotativo El Observador publicó que ayer las urnas emitieron un claro mensaje en el sentido de que el sistema de partidos dispersos se desdibuja y comienza a ser remplazado por corrientes ideológicas de centro y de izquierda.
Consideró que la votación de ayer no hizo sino confirmar el indiscutible peso de la izquierda, reflejado en un voluminoso apoyo popular que ha venido creciendo en forma sostenida durante los últimos años y que le ha permitido ganar no sólo en su tradicional bastión, Montevideo, sino crecer en forma importante en el interior.
Este crecimiento, agregó, tiene varios factores que van desde la disconformidad de muchos votantes con la actual situación económica, hasta la decisión de ciudadanos que reflexionan mucho su voto y que en esta oportunidad los transfirieron de colorados o blancos al EP-FA.
En los círculos más conservadores quedó la sensación de que apelar a los "fantasmas" del pasado ya no sirve, ante esta avalancha, que además de votos, llenó las calles, con una disciplinada alegría.