La Jornada martes 2 de noviembre de 1999

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

A estas alturas, cuando está montada y en cuenta regresiva la estructura electoral oficialista que hará triunfar a Francisco Labastida Ochoa, el derribamiento del gobernador Roberto Albores Guillén sólo sería una maniobra efectista que ayudaría a desplegar una campaña de presunta legitimación del anunciado triunfo formal del sinaloense pero que, por otra parte, demostraría de manera clara cómo en la cúpula real del poder pesan más los intereses partidistas que el bien de una entidad destrozada por un gobernador, al que ahora se busca tumbar no por sus múltiples pifias y agravios al pueblo, sino por una conveniencia priísta de última hora.

Ejemplo extremo de impudicia en el cumplimiento de las instrucciones de poner al servicio del candidato oficialista los recursos públicos y el peso del poder institucional, Albores Guillén no es, sin embargo, sino una pieza del gran engranaje que ya camina rumbo a los comicios internos del 7. Eso lo saben los impugnadores y los juzgadores del gobernador chiapaneco, pero también saben de la importancia discursiva que tendría el hecho de alzarse con una victoria menor, pero festejable, para aceptar con mejor talante el curso inevitable de la elección obligada.

Ese asunto, el de Albores Guillén, les ha dado además, a los tres precandidatos futuros perdedores, la oportunidad de enredarse en un pleitecillo legaloide que en realidad es un pretexto para no impugnar lo esencial. Véanse así a los tres condenados al patíbulo (electoral), afanarse en pruebas, cargos y descargos de asuntos que no tienen significado trascendente. Que condenen a Labastida a suspender su propaganda por quince días, se pide, aunque la campaña finaliza mañana. Que sancionen a Albores Guillén y le suspendan sus derechos de militante priísta, demandan, aunque saben que el chiapaneco tiene su tarea ya hecha. Que sancionen a Labastida, reclaman, cuando saben que no existen pruebas que demuestren jurídicamente la complicidad del sinaloense con lo hecho por Albores.

En realidad, lo que se busca hoy es gastar el tiempo. Hacer declaraciones, pronunciar discursos y esperar la llegada del día de la verdad sabida desde meses atrás. En el fondo, los tres futuros beneficiarios de la concertacesión interna del PRI están convalidando desde ahora el proceso y sus resul- tados. Alegan, adjetivan, detonan petardos verbales, pero han aceptado todo, si acaso desean incrementar las ganancias o cobrarlas de una manera más decorosa.

La ética de los empresarios regiomontanos

Rogelio Sada Zambrano, diputado federal panista y hombre de negocios, lamenta que se haya perdido la ética de sus colegas norteños. A partir de los setenta, dice, hubo un cambio en la actitud de los empresarios de Nuevo León: antes, la palabra de esos personajes "se consideraba 'de oro', y esto ha venido degenerando hasta perderse la ética y el estímulo al trabajo para buscar el beneficio fácil e ilícito".

Él mismo vive hoy una situación en la que la ética, la ley y las relaciones de clase viven un conflicto público, pues ha sido acusado de manera formal, el pasado 27 de octubre, en el juzgado tercero civil de Nuevo León, de formar parte del grupo de 51 inversionistas que, según el denunciante, habrían invertido, en un proyecto inmobiliario en Atlanta, dinero que provendría de la empresa off-shore denominada Scottie Holding, cuyos fondos a su vez tendrían como origen los dineros defraudados por Abaco a otros regiomontanos.

La acusación es grave, a pesar de que la hace justamente alguien que había sido acusado previamente por los 51 inversionistas de haberlos defraudado, y que habría sido condenado formalmente por las cortes estadunidenses como culpable. Sada Zambrano afirma que el dinero invertido en Atlanta corresponde a una herencia familiar: "son ahorros de toda la vida, que mi padre dejó a mi madre". Esos 400 mil dólares, invertidos por Rogelio y sus cinco hermanos, son motivo de las acusaciones.

Pero, a pesar de que asegura que todo es una calumnia, y que se duele profundamente de la ofensa seria recibida por él y su familia en este caso, Sada Zambrano no quiere acusar formalmente a su calumniador, quien es Ignacio Santos de los Hoyos, hermano del senador priísta Alberto, de los mismos apellidos.

ƑQué aconsejaría la ética en un caso como ese, de grave calumnia? ƑAntes, la palabra del empresario era "de oro", y ahora cualquiera puede infamar a otro sin que éste responda, ya no retando a duelo al mentiroso, pues tales lances han pasado de moda, pero sí cuando menos solicitando cas- tigo legal a ese falseador?

Astillas: Benito Castro, cantante, actor y compañero de Paco Stanley y de Mario Bezares, dijo en días pasados en declaración ministerial que los dos cómicos, el asesinado y el detenido, eran fuertes consumidores de sustancias tóxicas. Unas diez veces al día usaban cocaína, sobre todo antes y después de su programa de televisión. Eso sí, el primero, Stanley, promocionaba con toda seriedad la campaña contra las drogas de la empresa para la que trabajaba...Roban Suburban que usaba una familiar de Cárdenas. Pero no de Cuauh- témoc, sino de Alberto, el gobernador de Jalisco. Sucede que, aprovechando el puente de Día de Muertos, la familia Cárdenas salió de viaje y, en su ausencia, los guardaespaldas de la esposa del mandatario, Joann Novoa, fueron a un centro nocturno de cuyo estacionamiento desapareció la unidad automotriz que usualmente sirve a la dama, con todo y armas, equipos de radiocomunicación y sistema de seguimiento satelital...Por cierto, el próximo 10 se darán a conocer avances parciales en la investigación del asesinato del cardenal Juan José Posadas, según anunció el cardenal Juan Iñiguez Sandoval, quien aseguró: "...se están acumulando muchos testimonios que nos indican ya qué es lo que realmente pasó, no completamente, pero sí ya sabemos lo que pasó, faltaría precisar más a los autores intelectuales"... El mismo 10, en Monterrey, se celebrará el primer centenario de operaciones de lo que hoy es Banorte. Habrá actos conmemorativos en los que participarán, entre otros personajes, Felipe González, Nicholas Brady y Paul Volcker... Una columna del diario Tabasco hoy asegura que Roberto Madrazo tiene preparado un anuncio de televisión en el que Carlos Salinas aparece manipulando a Francisco Labastida como títere. Tal propaganda, sin embargo, está retenida, pues constituye una especie de chantaje contra el sinaloense: si sigue atacando al tabasqueño, será soltada a última hora. En el mismo diario de la familia Cantón Zetina se escribió otra columna en la que afirman que Mario Vázquez Raña fue anfitrión de una comida a la que asistieron Labastida y el zacatecano Ricardo Monreal, en la que el empresario pidió al gobernador ayudar al precandidato priísta. Según esa versión, Monreal habría hecho una defensa apasionada de Roberto Madrazo y habría negado apoyo al sinaloense...

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